Pocas hortalizas tienen tanta personalidad como la berenjena. Su textura carnosa, su sabor ligeramente ahumado y su versatilidad la convierten en una de las grandes protagonistas de la cocina mediterránea.
De los fogones italianos a las mesas orientales, la berenjena ha sabido reinventarse en infinitas versiones: asada, rellena, frita, gratinada, como complemento a sofritos de verduras y guarniciones o convertida en un delicado pastel.
Este pastel de berenjenas es una receta sencilla y elegante, ideal tanto para un menú diario como para una comida especial. Capas suaves de berenjena se funden con el resto de ingredientes en un equilibrio perfecto entre ligereza y sabor. Porque además de deliciosa, la berenjena aporta bajo contenido calórico, es rica en fibra, lo que ayuda a la digestión, y contiene antioxidantes como las antocianinas, beneficiosas para la salud cardiovascular.
La receta que te compartimos es vegetariana, pero, a partir de esta base, puedes dejar volar la creatividad y añadir toques propios: un poco de jamón, carne picada, atún, hierbas frescas o queso fundente. Una preparación saludable, sabrosa y con toda la esencia de la cocina vegetal más contemporánea. Compartimos esta sencilla receta para que puedas prepararlo en casa, con algunos trucos y consejos que te ayudarán.
Información
Tiempo TOTAL
1 hora 45 minutos
Tiempo de PREPARACIÓN
10 minutos
Tiempo de COCCIÓN
60 minutos
DIFICULTAD
FACIL
COSTE
€ € €
TIPO DE PLATO
Plato principal
TEMPORADA
Todo el año
TIPO DE DIETA
Vegetariana
TIPO DE COCINA
Mediterránea
TECNICA
Técnica mixta
Ingredientes AmpRecipeViewer.default.yields
Limpia bien la piel de las berenjena. Quita el pedúnculo y córtalas en rodajas de tres milímetros de grosor con la ayuda de una mandolina o a mano. Ponlas en remojo en agua con sal durante 20 minutos.
Debes de escurrirlas muy bien y secarlas para que no salten a la hora de pasarlas por la sartén. Emplea un papel absorbente.
Pon unas gotas de aceite en una sartén y dora las berenjenas. Añade aceite cada vez que retires una berenjena. El fuego debe mantenerse siempre bajo.
Las rodajas de berenjenas debes disponerlas de forma ordenada en un recipiente. Cubre con tomate frito, orégano y albahaca. Repite la operación hasta rellenar la bandeja.
Bate la leche con los huevos. Añade sal y pimienta y vierte el resultado sobre las berenjenas. Remata con queso rallado por encima.
Basta con media hora a 170 ºC con calor arriba y abajo. Comprueba el punto de dorado y que la crema se cuaje pinchando con un cuchillo. Desmolda y sirve.