La ensaladilla rusa es, por antonomasia, uno de los platos más populares y recurrentes en las mesas de verano en España. Fresca, sencilla y versátil, reúne elementos tan propios y de proximidad como la patata o el bonito en conserva, por poner algunos ejemplos. Ideal para los meses más intensos de calor, te contamos cómo prepararla de forma fácil, con un toque especial que eleva la clásica receta sin complicaciones y que es accesible para todos los públicos, incluso aquellos que tengan dificultades en la cocina.
En cinco sencillos pasos que te recomendamos desde Hule y Mantel aprenderás a elaborarla en casa sin complicaciones.
Por qué la ensaladilla rusa es típica en verano en España
En España, la ensaladilla rusa se ha convertido en un clásico estival por varios motivos. En primer lugar, prácticamente no da calor preparar platos fríos, ya que es ideal para las altas temperaturas. Además, es muy ligera pero nutritiva, y permite combinar patatas, verduras y conservas con productos típicos como aceitunas o atún. Está presente tanto en hogares como en restaurantes y encaja a la perfección con una cerveza fresquita o una copa de tinto de verano.
Qué valor nutricional tiene una ensaladilla rusa
Aunque es una receta sencilla, su valor nutricional es notable. Las patatas aportan hidratos de carbono complejos y vitamina C; las zanahorias ofrecen betacarotenos; y los guisantes, proteína vegetal y fibra. Si añadimos atún o bonito en conserva, obtenemos una dosis de proteínas y ácidos grasos omega‑3. La mayonesa aporta grasas, esenciales para absorber vitaminas; por eso, si prefieres, puedes reducir la cantidad de aceite o usar una versión ligera, manteniendo el sabor sin exceso calórico.
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Realmente, uno de los secretos de la ensaladilla rusa está en la mayonesa. La salsa, que acompaña al plato, tiene llave para diferenciar entre una ensaladilla rusa u otra. Más cremosa o menos; más cantidad o menos. En la propuesta de elaboración la dejamos al gusto del consumidor, puesto que cada paladar es un mundo y no todos se adaptan igual a la presencia de una mayonesa más o menos intensa.
Cómo prepararla: receta en cinco pasos
Desde Hule y Mantel te proponemos una receta completa para elaborar la ensaladilla rusa. Estos son los pasos que debes seguir:
- Cuece las patatas, zanahorias y huevos: Lávalos bien y ponlos en una cazuela con agua fría y sal. Utiliza patatas nuevas que mantienen mejor la forma. Hierve a fuego suave: primero las patatas y zanahorias durante unos 20 minutos, luego añade los huevos y cuece 10 minutos más. Enfría todo bajo agua fría para que no se pasen.
- Prepara y aliña la mayonesa: En un vaso de batidora, coloca un huevo, sal, un chorrito de vinagre o limón, y añade aceite de girasol hasta que empiece a emulsionar. Puedes combinar aceite de girasol con un toque de oliva para un sabor más redondo.
- Pica los ingredientes: Pela y corta las patatas, zanahorias y huevos en dados pequeños. Añade guisantes cocidos, aceitunas, pepinillos o piparras al gusto, y desmiga el atún o bonito en conserva. Opta por un corte uniforme para que cada cucharada aporte un poco de todo.
- Mezcla con la mayonesa: En un bol grande, mezcla cuidadosamente todos los ingredientes sólidos con la mayonesa hasta lograr una textura cremosa y bien integrada. Si lo deseas, reserva un poco para poner por encima a modo de capa superior.
- Emplata y decora: Coloca la ensaladilla en una fuente, añade una capa extra de mayonesa si te gusta más cremosa y decora con piparras, aceitunas, huevo rallado o una ramita de perejil. Sirve bien fría tras dejarla reposar 30 minutos en la nevera para potenciar sabores y texturas.
Cómo puedes acompañar el plato
La ensaladilla rusa triunfa sola, pero también funciona genial como tapa o guarnición. Puedes servirla con pan fresco, picos o colines. Para un toque más informal, acompáñala de una cerveza fría o un vermut. Si quieres montar un picoteo, añádele anchoas del Cantábrico, encurtidos variados y tortillas de patata, por poner algunos ejemplos. Para una opción de mar y montaña, incluye gambas cocidas o unos langostinos y completa con una copa de vino blanco afrutado o un rosado.