De caviar, jamón ibérico o huevo trufado. Probamos las patatas fritas con sabores más “premium"

Las patatas fritas "premium" han proliferado y sus sabores son muy sugerentes. Catamos las de Torres Selecta, Frit Ravich Premium y Lays Gourmet para saber si además están ricas

Iker Morán, periodista y autor en Hule y Mantel

Periodista

Guardar

Boles con patatas fritas "premium" / Foto: Iker Morán
Boles con patatas fritas "premium" / Foto: Iker Morán

Descubrir que existen unas patatas fritas con sabor a vagina supuso un antes y un después para nuestra eterna búsqueda de los productos más singulares del mercado. Más allá de la interesante reflexión de nuestra compañera Sarah Serrano sobre el asunto, era momento de asumir que ya había ganador en esta absurda carrera, así que mejor dedicarse a buscar patatas fritas ricas, no simplemente extrañas.

Con esta filosofía hemos recorrido el escaparate y nos hemos topado con un surtido bastante curioso de patatas con sabores premium. Son relativamente nuevas en la mayoría de casos y la gama incluye variedades tan llamativas como patatas fritas de caviar, de pimiento asado al horno o de queso manchego trufado.

Patatas Torres, Frit Ravich y Lays Gourmet / Foto: Iker Morán
Patatas Torres, Frit Ravich y Lays Gourmet / Foto: Iker Morán

Torres Selecta, Frit Ravich Premium y Lays Gourmet. El nombre ya deja claro que hablamos de una gama diferenciada dentro de la oferta de estas tres conocidas marcas. En algunos casos se tira de un chef tan conocido como Quique Dacosta para firmar las recetas, otras se abandera productos exclusivos como el caviar y también hay alianzas con marcas de otros sectores, como las patatas de jamón ibérico de Frit Ravich con Enrique Tomás o incluso con MasterChef.

Está claro que el márketing está muy trabajado y cualquier de ellas son de esas que nos harían frenar en seco en el lineal del supermercado y comprobar si hemos leído bien. Pues sí, hay unas patatas fritas de “solomillo de ternera braseado con cebolla caramelizada”. Pero, ¿están ricas? Eso es lo que hemos querido comprobar en esta selección.

Patatas fritas / Foto: Iker Morán
Patatas fritas / Foto: Iker Morán

¿Caviar o pimentón?

Patatas fritas de caviar de Torres / Foto: Iker Morán
Patatas fritas de caviar de Torres / Foto: Iker Morán

Empezamos por las que, de entrada, se llevan el premio a las más llamativas: patatas fritas de caviar. Algo que solo esperábamos en algún restaurante de Rafa Zafra pero que la marca Torres ha decidido acercar al gran público. Difícil de identificar el sabor si no sabemos de qué va el tema, se nota el punto marino que aporta cierto umami pero que, más allá de la curiosidad, tampoco nos parece para tirar cohetes.

Mucho más ricas están las de pimentón ahumado de La Vera, con un sabor limpio y muy reconocible. Y que, no nos engañemos, pega mucho mejor con unas patatas fritas. Las de foie gras, además de enfadar a los franceses, también son de esas que provocan un silencio cuando las sacas a la mesa. Bien conseguido el equilibrio entre un sabor reconocible pero no demasiado empalagoso, nos han gustado más de lo que esperábamos aunque son para comer unas pocas. Precio: 2,65€ aprox (bolsa de 125-150 gramos)

MasterChef y Enrique Tomás

Patatas "premium" de Frit Ravich / Foto: Iker Morán
Patatas "premium" de Frit Ravich / Foto: Iker Morán

La marca Frit Ravich también ha querido jugar a esto de los sabores premium y lo ha hecho con dos alianzas de esas que llaman la atención. Así, las patatas fritas con manchego trufado llegan con el sello de MasterChef. De sabor muy potente y un poco saturante si somos los de abrir un paquete de patatas fritas y no parar hasta que se acaben, la buena noticia es que dos ingredientes tan marcados consiguen combinarse sin que se pise uno a otro. Vaya, que la trufa gana en aroma, pero el manchego consigue marcar su presencia.

Las de jamón ibérico de la mano de Enrique Tomás son de las que más nos han gustado. ¿En qué se diferencian de unas de jamón de las de toda la vida? En el sabor algo más fino y en el que se nota esa sensación de grasa rica del ibérico. Hablamos de sensación porque suponemos que cada paquete no lleva media paletilla ibérica. Pero vaya, que el resultado triunfa. Menos nos han convencido las de rulo de cabra con cebolla caramelizada. Pero, básicamente, porque no somos especialmente amigos de ninguno de esos dos sabores, de nuevo muy marcados y bien reconocibles. Así que quienes disfruten con el queso de cabra y se lleven bien con el dulzor de la cebolla, seguro que están encantados. Precio: 2,20€ aprox (bolsa de 150 gramos)

Lays y Quique Dacosta

Las patatas fritas Lays Gourmet de Quique Dacosta / Foto: Iker Morán
Las patatas fritas Lays Gourmet de Quique Dacosta / Foto: Iker Morán

Hablando de cebolla caramelizada, Lays también apuesta por este sabor en una de las propuestas de su gama creada junto a Quique Dacosta. Aquí hablamos casi de un menú degustación integrado en una bolsa de patatas que promete saber a solomillo de ternera con cebolla caramelizada. Si se trata de llamar la atención, la verdad es que lo han conseguido. Las patatas son más pequeñas y tostadas que las de otras marcas, con un crujiente muy marcado y un sabor intenso. ¿Alguien sería capaz de adivinar de qué son? Evidentemente no. ¿Están ricas? La verdad es que sí, aunque no llegamos a notar el braseado del solomillo.

Patatas fritas "premium" / Foto: Iker Morán
Patatas fritas "premium" / Foto: Iker Morán

Curiosas las de pimiento rojo asado a la leña. El nombre invita a chiste y a desconfiar, pero la verdad es que, efectivamente, saben a pimiento rojo asado. El formato es similar, con patata cortada pequeña y bastante tostada. El sabor es limpio y reconocible, pero también satura un poco tras unos cuantos mordiscos, así que mejor degustar con moderación. Bien, por cierto, que no hayan caído en la tentación de añadir un sabor ahumado que acabe con cualquier otro matiz.

Terminamos con las de huevo trufado con crema de patata, también de esta gama. Patatas fritas con sabor a crema de patata. El futuro era esto. De nuevo la trufa impone su aroma y sabor al primer mordisco, pero luego sí deja sitio para que se note cierta cremosidad que tal vez tenga que ver con eso de la crema de patata. Precio: 2,80€ aprox (bolsa de 150 gramos)

Archivado en: