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La cultura sidrera, candidata a Patrimonio Mundial Inmaterial

La cultura sidrera asturiana será la candidatura oficial a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que España presentará ante la Unesco en marzo de 2023

EFEAGRO / Redacción

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Escanciado de sidra / Foto: Instagram Cultura sidrera Asturiana
Escanciado de sidra / Foto: Instagram Cultura sidrera Asturiana

La cultura sidrera asturiana será la candidata que presentará España en marzo de 2023 ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para su declaración como Patrimonio Mundial Inmaterial, y ha sido elegida oficialmente entre otros muchos proyectos presentados por distintas comunidades autónomas. 

El Consejo de Patrimonio Histórico Español ya había designado hace un año la cultura sidrera como candidata para entrar a formar parte de esta lista. No obstante, la normativa de la Unesco impidió que fuera evaluada en el ciclo 2022-2023 debido a que establece un cupo anual de 55 candidaturas a estudiar del total de las presentadas, además de conceder preferencia a aquellas naciones poco o nada representadas en una Lista de Patrimonio Mundial Inmaterial.

Nueve años de trámites

La candidatura se refiere a un "conjunto de prácticas vinculadas a procesos de producción, distribución y consumo de sidra natural que los habitantes del territorio asturiano vienen desarrollando, al menos, desde la Alta Edad Media". El expediente, elaborado por el Principado de Asturias, se presentará en marzo de 2023 ante la Unesco y, a partir de entonces, se abrirá un proceso de evaluación por parte del alto organismo internacional que durará algo más de un año.

Este informe ha supuesto más de nueve años de trámites que se iniciaron con los preparativos para la declaración de la cultura sidrera como Bien de Interés Cultural Inmaterial. Posteriormente, el Gobierno de Asturias constituyó un grupo de trabajo, formado por representantes de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias, antropólogos, historiadores y estudiosos, que se encargó del expediente técnico.

Reforzar la comunidad

La obtención de este reconocimiento internacional reforzaría la estima que la comunidad asturiana siente hacia su producto más identitario y contribuiría también de modo decisivo a difundir el respeto por unas prácticas y tradiciones que otorgan sostenibilidad al mundo rural autóctono. Además, ayudaría a revitalizar las actividades agrarias ligadas a la producción de la bebida y a dinamizar el sector, además de impulsar las actividades turísticas y hosteleras.

España cuenta ya con veinte elementos inscritos en dicha clasficación como el Misterio de Elche (Comunidad Valenciana), la Patum de Berga (Cataluña), el Silbo Gomero (Islas Canarias), el flamenco (Andalucía) y las Fallas de Valencia (Comunidad Valenciana), entre otros.

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