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¿Sabías que el brócoli, las almendras o la piña podrían ser aliados contra la COVID-19?

La inmunidad adquirida contra alérgenos alimentarios puede proteger contra la COVID-19, según un estudio publicado en "Frontiers in Immunology"

Europa Press / Redacción

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Mujer comprando piña en un supermercado / Foto: Pexels
Mujer comprando piña en un supermercado / Foto: Pexels

Un estudio publicado recientemente en la revista de acceso abierto Frontiers in Immunology concluye que ciertos alimentos comunes, vacunas, bacterias y virus, pueden preparar a nuestro sistema inmunitario para atacar el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Esto se debe a que estos agentes contienen proteínas similares a las que se encuentran en el SARS-CoV-2 y, por ello, la exposición a estas proteínas puede entrenar a nuestro sistema inmunitario para que responda cuando se encuentre con el virus.

La memoria inmunitaria

Hombre poniéndose una mascarilla para protegerse de la COVID-19
Hombre poniéndose una mascarilla para protegerse de la COVID-19

Cuando el organismo es atacado por un patógeno, como un virus o una bacteria, lanza una respuesta inmunitaria que incluye anticuerpos. Estas proteínas inmunitarias se adhieren a partes específicas del patógeno y contribuyen a su destrucción. Una vez que la infección inicial ha remitido, los glóbulos blancos conservarán un recuerdo del patógeno, o al menos de ciertas partes de su estructura. Estas células estarán preparadas para montar una respuesta inmunitaria muy rápidamente si vuelven a encontrarse con el patógeno.  

Los investigadores se preguntaron si podría esta "memoria inmunitaria" respecto a las proteínas que hemos encontrado en el pasado ser la base de la resistencia inmunitaria y la reducción de la susceptibilidad a COVID-19. Para empezar a probar esta hipótesis, estudiaron si los anticuerpos que se dirigen a las proteínas del virus del SARS-CoV-2 podían unirse también a las proteínas de otros agentes, como los alimentos o las bacterias comunes.

Proteínas en alimentos comunes

Cuencos con almendras y anacardos / Foto: Canva
Cuencos con almendras y anacardos / Foto: Canva

Probaron la capacidad de estos anticuerpos para unirse a 180 proteínas diferentes de alimentos comunes, dos vacunas diferentes y quince proteínas bacterianas y virales. Los anticuerpos reaccionaron con más fuerza con una bacteria intestinal común llamada E. faecalis y con una vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Curiosamente, también reaccionaron con mucha fuerza contra las proteínas que se encuentran en alimentos comunes, como el brócoli, las almendras tostadas, la carne de cerdo, los anacardos, la leche, la soja y la piña.

Desgraciadamente, señalan, es probable que la inmunidad a la COVID-19 no se consiga solo comiendo. La "inmunidad" contra un tipo de alimento, por ejemplo, suele caracterizarse por una alergia alimentaria. "Por lo general, solo las personas con intestino permeable pueden fabricar anticuerpos contra los alimentos, por lo que yo no recomendaría comer alimentos que le produzcan un intestino permeable, porque esto le daría toda una serie de nuevos problemas", señala el doctor Aristo Vodjani de los Laboratorios Cyrex en Arizona, autor principal del estudio.

Buscando nuevas inmunoterapias

Mujer recibiendo la vacuna de la COVID-19 / Foto: Canva
Mujer recibiendo la vacuna de la COVID-19 / Foto: Canva

De hecho, los investigadores advierten que, aunque estos agentes podrían proporcionar cierta protección contra el SARS-CoV-2, no prevén que puedan sustituir a las vacunas actuales. Además, es necesario realizar más pruebas para confirmar que estas proteínas confieren efectivamente cierta protección y, en caso afirmativo, si esta se produce a través de una respuesta de anticuerpos de corta duración o de una respuesta celular de memoria a más largo plazo.

Con más investigación, estos resultados podrían conducir a tratamientos más eficaces, nuevas inmunoterapias o a mejores vacunas contra el virus. Otra aplicación podría consistir en evaluar la susceptibilidad de un individuo al virus antes incluso de que se haya infectado.