El sinsentido del Dry January

COLUMNA | El consumo indiscriminado de alcohol es una realidad que se soluciona con educación y responsabilidad y no con iniciativas frívolas como el Dry January

Óscar Soneira, autor de Hule y Mantel

Comunicador, sumiller y elaborador de vino

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Persona que rechaza beber alcohol en el Dry January / Canva
Persona que rechaza beber alcohol en el Dry January / Canva

¿Qué es el Dry January? Es un movimiento creado en 2013 por la asociación Alcohol Change UK que, como bien indica su nombre, invita a pasar el mes de enero sin consumir alcohol. Como si eso reservara a las personas que participan en esta iniciativa un pequeño espacio en el universo o los elevara a un estatus superior. 

Si no tengo mal entendido, una tal Emily Robinson (inglesa ella) se inscribió para correr una media maratón en febrero. Antes, decidió limpiar su cuerpo de todos los excesos de las fiestas navideñas, entre ellos el alcohol. Durante ese mes pudo dormir mejor, perder peso e iba por la vida con más energía. Así nació el Dry January. 

Es un movimiento creado en 2013 por la asociación Alcohol Change UK que, como bien indica su nombre, invita a pasar el mes de enero sin consumir alcohol.

Es cierto que diciembre es un mes en el que se da rienda suelta al bebercio, a todo tipo de excesos. Porque, como muchas veces bromeo, la única forma de aguantar las fiestas familiares o de trabajo es borracho. También es cierto que en Inglaterra tienen un serio problema con el alcohol, igual que lo tenemos en nuestro país. Si te levantas y antes que un vaso de agua te tomas un sol y sombra, si para almorzar un bocadillo te bebes una copa o dos de vino, o una o dos cervezas… y ahí es donde radica el problema. 

Alcohol Change UK precisamente da visibilidad a este problema, el del consumo indiscriminado de alcohol, y ayuda a las personas que lo sufren. Fenomenal, felicidades de corazón. Pero su apoyo al Dry January solo da alas a uno de esos movimientos que lejos de ayudar, frivolizan. Me puedo poner como las Grecas durante las Navidades, pero en enero soy una persona mejor y reciclo mi cuerpo. Ni los Monty Python te hacen un sketch tan bueno. ¡Así nos va! 

El apoyo al Dry January solo da alas a uno de esos movimientos que lejos de ayudar, frivolizan.

Tengo un montón de amigos y conocidos a los que aprecio, aunque los miro con cierta incredulidad cuando me comentan que están haciendo el Dry January. Yo, como muchos compañeros de profesión, solemos beber entre semana. Pero, por lo menos en mi caso, el agua es una parte importantísima de mi día a día, también el hecho de no tomar vino a todas horas. Sí, nos dedicamos a esto, pero no abusamos. A fin de cuentas, este trabajo es pasión y no te debes dejar llevar por ella. La responsabilidad parte de cada uno, y es importante tener conciencia de ello y actuar como adultos. 

Frivolizar con este asunto me parece infantil, y el Dry January es parte de eso. He sufrido, desde bien pequeño hasta mi edad adulta, los estragos que el alcohol puede causar en una persona, y, por ende, en una familia. Intentar desde el “ayuno” mensual de alcohol exponer estos hechos es, por lo menos, vergonzante.

Así pues, estoy a favor de cualquier iniciativa que dé voz al problema que hay tras el consumo excesivo de alcohol o de comida basura, tras los malos hábitos alimenticios con los preparados o los cereales transgénicos. Me vais a encontrar ahí, pero no con iniciativas de demonicen el vino y los espirituosos.

Si se impartiera cátedra desde los colegios estudiando la historia de las bebidas, las que son parte intrínseca de las culturas. Si se educara desde bien temprano y se hablara del consumo responsable, quizás, y puede que me equivoque, no tendríamos estos sinsentidos como el Dry January. Recuerden, una de las cosas más importantes en este mundo es el conocimiento, desde este podremos abordar muchos de los sinsentidos que la vida nos pone delante.

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