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Despensa

10 alimentos que facilitan la digestión y te hacen sentir ligero en Navidad

Descubre cómo incluir frutas, verduras y especias digestivas en tus menús navideños para disfrutar de las fiestas sin sensación de pesadez

6 minutos

Comida ligera en una mesa de Navidad / Canva

La Navidad es sinónimo de mesas largas, platos que solo aparecen una vez al año y sobremesas que se alargan sin mirar el reloj. Disfrutar de la comida forma parte de la celebración, pero también es habitual que, entre cenas copiosas, horarios desordenados y algún exceso puntual, la digestión se vuelva más pesada de lo habitual. La buena noticia es que no hace falta renunciar al placer para sentirse mejor.

Incorporar ciertos alimentos que favorecen la digestión puede marcar la diferencia durante las fiestas. No se trata de “compensar” ni de seguir reglas estrictas, sino de ayudar al cuerpo a procesar mejor lo que comemos, tanto durante los días señalados como en las jornadas intermedias.

¿Por qué en Navidad cuesta más hacer la digestión?

Durante las fiestas navideñas se juntan varios factores que influyen directamente en el sistema digestivo. Las comidas suelen ser más abundantes, ricas en grasas y azúcares, se alargan en el tiempo y, a menudo, se acompañan de alcohol. A esto se suman horarios poco habituales y menos movimiento del que tenemos en el día a día.

Todo ello puede traducirse en sensación de hinchazón, pesadez, digestiones lentas o malestar general. Por eso, prestar atención a lo que comemos —sin obsesionarnos— puede ayudar a que las celebraciones se vivan con más bienestar.

Alimentos que ayudan a la digestión en Navidad

Para disfrutar de las fiestas sin sensación de pesadez, ciertos alimentos pueden ayudar a facilitar la digestión tras comidas copiosas. Incorporarlos a tu menú navideño, o a las comidas postfiestas, es una forma sencilla y deliciosa de cuidarte. Estos 10 alimentos y elaboraciones serán tus aliados:

Piña

Piñas listas para comer / Canva

La piña es uno de los alimentos digestivos más populares, y no es casualidad. Contiene bromelina, una enzima que facilita la digestión de las proteínas y ayuda a aliviar la sensación de pesadez tras comidas copiosas, muy habituales en estas fechas. Además, es refrescante y aporta agua, algo que también favorece la digestión.

Cómo comerla en Navidad: como postre ligero tras la comida principal, en macedonia, sola o combinada con otras frutas. También funciona bien en pequeñas cantidades, tras la comida principal.

Papaya

Papaya cortada y zumo de papaya / Canva

Similar a la piña, la papaya aporta papaína, una enzima digestiva especialmente útil para procesar comidas ricas en grasas y proteínas. Es suave para el estómago y ayuda a reducir la hinchazón abdominal.

Cómo comerla en Navidad: en dados como postre, en ensaladas de fruta o incluso en desayunos o meriendas, entre banquetes, en forma de zumo o smoothie, cuando apetece algo ligero y fácil de digerir.

Jengibre

Raíz de jengibre / Canva

El jengibre es un potente aliado digestivo gracias a su capacidad para estimular los jugos gástricos, mejorar el vaciado del estómago y reducir náuseas e hinchazón. Además, su aroma y sabor especiado encajan perfectamente con la cocina navideña.

Cómo comerlo en Navidad: en infusión caliente, solo o combinado con limón, naranja o miel, después de las comidas; rallado en caldos y cremas de verduras, como las de calabaza, zanahoria o boniato, donde encaja bien por su perfil aromático; o en vinagretas y aliños, mezclado con aceite de oliva y cítricos para ensaladas más digestivas.

Alcachofa

Alcachofas cortadas / Canva

Tradicionalmente vinculada al bienestar digestivo y hepático, la alcachofa favorece la digestión de las grasas y ayuda a aliviar la sensación de pesadez tras varios días de excesos. También es rica en fibra, lo que contribuye a una digestión más regular.

Cómo comerla en Navidadal vapor con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y limón, como entrante ligero, es perfecto. También en cremas, en ensaladas templadas o asada al horno, cortada por la mitad y dorada lentamente, ideal para acompañar pescados o carnes blancas, en comidas o cenas posteriores a los días más copiosos.

Yogur y kéfir

Bebida de leche fermentada con kéfir y granos de kéfir / Canva

Los fermentados como el yogur natural o el kéfir ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal, algo especialmente importante cuando cambiamos rutinas y comemos más de lo habitual. Una microbiota equilibrada favorece digestiones más cómodas.

Cuándo tomarlos en Navidad: en desayunos o meriendas entre celebraciones, mejor en versiones naturales, sin azúcar añadido ni edulcorantes.

Hinojo

Infusión de hinojo / Canva

El hinojo es conocido por su efecto carminativo, es decir, ayuda a reducir gases y distensión abdominal. Además, es rico en fibra, por lo que contribuye a una mejor regulación del tránsito intestinal; y tiene un alto contenido en agua, que favorece la hidratación y ayuda a reducir la sensación de hinchazón.

Cómo tomarlo en Navidad: se recomienda beberlo en infusión después de comer; como verdura fresca en ensaladas y guarniciones ligeras; así como en caldos y fondos, aportando aroma y ayudando a hacerlos más digestivos. Una idea divertida: conviértelo en encurtido, un aperitivo perfecto para comidas festivas.

Anís

Anís en una cuchara / Canva

El anís es uno de los digestivos clásicos de las sobremesas navideñas, por sus propiedades carminativas y su acción calmante. Contribuye a relajar el sistema digestivo y aliviar molestias leves tras comidas abundantes. Además, es bajo en calorías, especialmente en su versión en infusión.

Cómo tomarlo en Navidad: en infusión caliente, solo o combinado con hinojo, manzanilla o menta, después de la comida o la cena, si has acumulado varios días de celebraciones largas. Pruébalo en compotas de fruta, especialmente de manzana, pera o ciruela, te seducirá por su aroma cálido y además facilitará tu digestión.

Manzana cocida

Bol con manzana cocida y canela / Canva

La manzana, sobre todo cuando está cocida o asada, es fácil de digerir y aporta fibra soluble, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a calmar el estómago. Su contenido en vitamina C contribuye al sistema inmunitario durante el invierno y contiene minerales como el potasio, que ayudan al equilibrio de líquidos y a la función muscular.

Cómo consumirla en Navidad: es ideal asada al horno, sola o rellena de frutos secos, pasas y un toque de canela; también en compota casera o en puré suave, para acompañar carnes blancas o platos de pescado. Si la mezclas con yogur natural o kéfir, como postre o snack ligero que combina fibra y probióticos, harás doblete.

Caldos y cremas suaves

Vasito con caldo / Canva

Tras las sesiones copiosas de cocidos y escudellas, es momento de los caldos vegetales y las cremas ligeras, ya que hidratan, reconfortan y facilitan la digestión. Además, ayudan a equilibrar tus comidas postfiestas sin renunciar al placer de comer caliente.

Cuándo tomarlos en Navidad: caldos depurativos, cremas de legumbres suaves, caldos de aves o de verduras... cómelos en cenas o como primer plato al día siguiente de una comida especialmente abundante. También los puedes incluir en los ágapes navideños, servidos en copas o vasos, como aperitivo saludable.

Verduras amargas

Bolsa de papel llena de endivias / Canva

Es buena idea incorporar verduras como la rúcula, la escarola, la endivia o los canónigos a tus comidas festivas, ya que estimulan la producción de jugos digestivos y favorecen la saciedad

Cómo integrarlas a las comidas de Navidad: en conservas caseras rápidas, escaldadas y aliñadas con aceite y vinagre suave, para tener un aperitivo saludable; en ensaladas sencillas; o salteadas con aceite de oliva y ajo, como guarnición ligera de carnes blancas y pescados.

Cuándo consumir estos alimentos para notar sus beneficios

No solo importa qué alimentos eliges, sino cuándo incorporarlos a tus comidas para que tu digestión se beneficie al máximo. Ten en cuenta estas pautas: 

  • Antes de las comidas: verduras amargas o ensaladas ligeras para preparar la digestión.
  • Durante la comida: acompañar los platos con guarniciones vegetales.
  • Después: fruta digestiva o infusiones.
  • Al día siguiente: caldos, cremas suaves y alimentos fáciles de digerir.

Y no hay que olvidar que, más allá de la alimentación, hay hábitos sencillos que favorecen una mejor digestión en Navidad: comer despacio, hidratarse bien, dar un paseo tras la comida o apostar por cenas más ligeras cuando la comida ha sido abundante.