Seguramente Dani García ni es ni pretende ser el mejor cocinero del país. Lo que no es discutible es que es, con diferencia, el más rápido a la hora de ver nuevos mercados para su cocina. No hablamos de sus restaurantes y su expansión por el mundo, tampoco de sus discutidas colaboraciones con multinacionales de comida rápida o con gamers que residen en Andorra, sino de ese ojo para poner en la mesa algunos platos que vemos en la televisión.
Primero fue MasterChef. A través de La Gran Familia Mediterránea, su servicio de comida a domicilio, permitía degustar algunos de los platos que se iban a preparar cada semana en el programa. Y ahora es el turno de la serie de moda, al menos dentro del mundillo gastronómico: The Bear. En colaboración con Disney+ y hasta el 4 de diciembre, quienes tras ver la serie tengan antojo del bocadillo de ternera que casi es un protagonista más de la trama podrá hacerlo en casa. Eso sí, en versión Dani García.
Un "storytelling" efectivo
La idea es magnífica, la verdad. Y tiene mucho potencial. Llega tarde, pero en su momento Los Soprano daba para unos cuantos menús. O ese chili de Kevin en The Office. Poca broma que Brian Baumgartner, el actor que le interpreta, tiene un libro dedicado exclusivamente a recetas de chili.
Pero volviendo al bocadillo de The Bear, según leemos en la nota de prensa, “para elaborarlo se buscó un chef que tuviera una historia similar a la del protagonista”. ¿Cómo? ¿Nos hemos perdido algo? Seguimos leyendo: “Dani García respondía a ese perfil, ya que después de una dilatada y exitosa carrera en las cocinas con estrellas Michelin, apostó por aplicar sus conocimientos y trasladarlos a La Gran Familia Mediterránea”
Confesamos que lo de Dani García como el Carmy español no lo vimos venir. Y no sabemos si reírnos o aplaudir fuerte a la agencia que ha tenido la idea. Que sí, que las dos estrellas de Smoked House. O que imaginar al protagonista de The Bear en el escenario de Madrid Fusión cuando ya se había bajado de lo de la alta cocina chirría un poco. Pero da igual, el storytelling es de los mejores que nos hemos topado en mucho tiempo.
La cata del bocadillo
¿Estará el bocadillo a la altura? Llega a casa con unas patatas fritas que, de entrada, no lo están. La caja viene decorada para la ocasión, pero tiene algo de trampa en el interior, porque es algo más grande que el bocadillo que contiene. No pasa nada, es generoso en cantidad y relleno y con uno quedas más que comido.
No hemos probado el original Chicago Italian beef sandwich en el que se basa el de la serie, así que no podemos compararlo. Tampoco es la intención, porque este se presenta como una versión, un homenaje, un guiño o como queramos llamarlo. De hecho, las diferencias son más que los parecidos con la receta original, que usa solomillo de ternera, una combinación de encurtidos (giardiniera) y suele presentarse en pan blando untado con bien de salsa de la propia carne.
En la versión García hablamos de un bocadillo con carne de rabo de ternera, queso y tomates cherry confitados —buen guiño, pero no haremos spoilers— servido en pan tipo barra rústica, para entendernos. Salta a la vista que tiene que ver lo justo con el popular sándwich de Chicago. Pese a ello, la verdad es que está rico, aguanta bien el transporte, la melosidad de la carne junto al queso hace que la combinación sea infalible y el tomate le da un toque diferente. ¿Es el sándwich de The Bear? La verdad es que no. Tampoco Dani García es Carmy, ni creemos que quiera su vida y su estrés. Eso sí, una cosa está clara: quien tuvo la idea merece un aumento de sueldo inmediato.
