El tentempié popular en España que los nutricionistas recomiendan para mejorar tu sistema inmune

¿Las pipas son frutos secos? ¿Qué pipas engordan menos? ¿Cómo comerlas para que sean buenas para la salud? Tenemos todas las respuestas

Laia Shamirian, escritora gastronómica. Hule y Mantel

Periodista gastronómica, nutricionista y bióloga

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Mano con pipas / Foto: Canva / El tentempié popular en España que los nutricionistas recomiendan para mejorar tu sistema inmune
Mano con pipas / Foto: Canva / El tentempié popular en España que los nutricionistas recomiendan para mejorar tu sistema inmune

Las pipas son el eterno tentempié de la adolescencia. A medida que nos hacemos mayores dejamos de consumirlas o bien nos pasamos a las versiones más cómodas de tomar, esas que vienen peladas con sal y son menos nutritivas que las pipas con cáscara. ¿Hasta qué punto lo son?

Unas pipas peladas con sal contienen un 20% más de sodio, la mitad de calcio y de magnesio y hasta 4 veces menos vitamina B1 que las pipas naturales. Ni mencionar las pipas fritas y con sal, que no sólo nos aportan menos nutrientes, sino que cuentan con un aporte calórico tan alto que contribuyen a que ganemos peso, lo deseemos o no.

5 razones por las que volver a comer pipas

Entonces, ¿por qué es una buena idea comer pipas? ¿Cómo podemos añadirlas a nuestra dieta para que no sean perjudiciales? Te damos 5 razones por las que volver a comer pipas es bueno para nuestra salud. 

Para tener una piel reluciente

Pipas de girasol / Foto: Canva
Pipas de girasol / Foto: Canva

Una piel jugosa, luminosa y bien hidratada puede favorecerse consumiendo pipas naturales. Estas semillas son una fuente incomparable de vitamina E, una vitamina liposoluble que ayuda a conservar la hidratación, lo que hace que la piel se vea más jugosa.

Por otro lado, la vitamina E es un gran antioxidante, de tal forma que cuida de nuestras células y contribuye a proteger la piel del daño solar. De hecho, muchas cremas hidratantes incorporan vitamina E para sumar todos estos beneficios.

Sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero, las pipas nos lo ponen muy fácil. En unas dos o tres cucharadas soperas de pipas peladas naturales encontramos hasta un 76% de la cantidad de vitamina E diaria recomendada. Basta con añadir un puñado sobre nuestro próximo pan casero o desestresarnos comiendo pipas con cáscara a modo de tentempié para empezar a disfrutar de los efectos sobre nuestra piel.

Para rendir al máximo en el gimnasio 

Mujer haciendo ejercicio en el gimnasio / Foto: Canva
Mujer haciendo ejercicio en el gimnasio / Foto: Canva

Mezclar unas pipas con nuestro bol de yogur y fruta, nuestro batido de plátano o para quién tiene a bien entretenerse, añadirlas en nuestras barritas energéticas caseras de frutos secos y dátiles, es una fantástica idea para rendir al máximo en nuestros entrenamientos.

La razón es que las pipas de girasol (al natural) son muy ricas en magnesio y fósforo dos minerales esenciales para el deporte. La función del magnesio es totalmente básica y necesaria. Sin este mineral no habría contracción y relajación muscular, además, participa manteniendo constantes los latidos del corazón

Por su lado el fósforo, tiene un par de funciones importantes. Es un mineral que literalmente sirve para sintetizar tejido nuevo y que también permite convertir los alimentos en la energía que el músculo necesita, el ATP. Sin el fósforo, por más reservas que tuviésemos no podríamos convertirlas en la fuerza mecánica que necesitamos a lo largo del entreno. Por todo ello, las pipas son uno de los superalimentos que estabas buscando para rendir al máximo en el deporte.

Porque aporta una buena dosis de proteína

Pan con pipas de girasol / Foto: Canva
Pan con pipas de girasol / Foto: Canva

El estudio de 2021 de la consultora privada Lantern mostró que hasta un 13% de la población adulta en España era vegetariana. Este valor reflejaba una tendencia que no había dejado de crecer en la última década. Esta es probablemente la razón por la que hoy en día estamos familiarizados con conceptos como: proteína vegetal, proteína animal y proteína completa. Y es que, aunque el vegetarianismo ya no está al alza, su paso ha dejado tras de sí mucho conocimiento y nuevas miradas hacia los ingredientes de siempre.

En el caso de las pipas de girasol, esta filosofía nos hizo darnos cuenta de que las pipas no son sólo un elemento mítico de tardes de verano y de partidos de fútbol, sino que, además, también son un alimento muy rico en proteína vegetal

Por cada 100 gramos de pipas naturales consumimos 27 gramos de proteína. Un valor muy alto que tan sólo encontramos en legumbres como la soja. Eso sí, al ser proteína vegetal no completa requiere de una ligera ayuda para aportarnos todo lo que nuestro organismo necesita.

La recomendación es acompañar las pipas con pan. No hablamos sólo de la posibilidad de tomar los panecillos decorados con semillas sino de animarnos a probar la crema de semilla de girasol con su particular sabor a un suave tostado sobre unas rodajas de pan de masa madre. Coronarlo con brotes de semillas, convierte el bocado en toda una nueva experiencia y una forma distinta de incorporar proteína en nuestro menú.

Para un sistema inmune fuerte y un organismo joven

Mujer comiendo bol de yogur con frutas, pipas y otros frutos secos / Foto: Canva
Mujer comiendo bol de yogur con frutas, pipas y otros frutos secos / Foto: Canva

El poder antioxidante es muy importante para mantenernos fuertes, sanos y con un cuerpo rejuvenecido. Esto se debe a que el proceso mismo de respirar junto con hábitos como fumar o factores externos como la polución generan una avalancha de radicales libres en nuestras células que provocan su rápido envejecimiento e incluso la muerte celular. 

El selenio y el zinc son elementos con una elevada capacidad de reducir y eliminar radicales libres, protegiendo nuestros tejidos. Los dos minerales están presenten en las pipas de girasol aportando más del 50% de la cantidad diaria recomendada. 

Como extra, la función antioxidante se ve reforzada por la ayuda a la cicatrización del zinc y la contribución a la síntesis de anticuerpos de la vitamina B6, convirtiendo a las pipas en pequeñas píldoras naturales que nos mantienen jóvenes y con un sistema inmune fuerte.

Porque asegura un buen nivel de energía 

Pipas de girasol mezcladas con otras semillas en un cuenco / Foto: Canva
Pipas de girasol mezcladas con otras semillas en un cuenco / Foto: Canva

En ocasiones considerados un enemigo, los hidratos de carbono son un macronutriente muy importante para obtener energía. Sin ir más lejos, nuestro cerebro usa los carbohidratos como combustible principal.

Las pipas tienen una media de 20 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos, lo que se considera un aporte alto. Además, contienen un 160% de tiamina (vitamina B1) que es una vitamina esencial para convertir los carbohidratos en energía.

Debido a que la cantidad de carbohidratos, así como grasas insaturadas de las pipas son elevadas, también tienen un aporte calórico alto. Esto no es una contradicción, sino que nos indica que lo ideal es acostumbrarnos a tomar las pipas en pequeñas cantidades. Como decíamos, tres cucharadas soperas o 30 gramos o dos puñados de pipas con cáscara máximo al día son buenas medidas de referencia. Así aseguramos nos ayudan a mantener la energía sin aportar reservas que no necesitamos.

Última recomendación

Siempre que buscamos incorporar un nuevo ingrediente en nuestra dieta, corremos el riesgo de desplazar otros alimentos saludables. Con las pipas de girasol podría ocurrir lo mismo, así que la mejor recomendación para que eso no pase es tomar las pipas en las cantidades mencionadas anteriormente o incluso animarnos a hacer nuestra propia mezcla de pipas peladas con otras semillas tan enriquecedoras como las semillas de lino, de chía y de calabaza.

De esta forma, seguro que no nos dejaremos ningún nutriente fuera y podremos continuar disfrutando del toque crujiente que las semillas aportan a panes, ensaladas y cremas de verduras.