El sindicato agrario Unió de Pagesos ha alertado de la "nefasta" campaña de fruta dulce en la Plana de Lleida debido a las pérdidas de producción provocadas por el clima y el aumento de los costes de conservación por la inflación, que aseguran no se ha traducido en un incremento del precio.
![Cultivo de peras / Foto: Canva Cultivo de peras / Foto: Canva](/uploads/s1/37/14/52/2_5_659x371.png)
Unió de Pagesos hizo balance de la campaña de fruta dulce, mermada este año por las heladas de principio de abri, que han afectado a 32.765 hectáreas, y el granizo caído en los últimos meses, que ha causado una pérdida de producción de entre el 50 y el 90%.
Precios extremadamente bajos
Para el sindicato, se trata de una campaña "nefasta", a la que se suma un incremento en las importaciones de pera y unos costes más elevados de conservación de la fruta, lo que augura unos "precios extraordinariamente bajos" para los agricultores.
![Diversos tipos de manzana / Foto: Canva Diversos tipos de manzana / Foto: Canva](/uploads/s1/37/14/66/3_5_659x371.png)
Temen también que la inflación provoque un descenso del consumo de fruta dulce, lo que, advierten, repercutirá en los precios de las liquidaciones que las centrales hacen a los agricultores. Asimismo, recuerdan que mientras el IPC de los alimentos y las bebidas no alcohólicas ha sido del 13,8% en agosto, los precios en origen de la fruta dulce se han mantenido al nivel del año pasado.
Estrategia de colaboración
Para atajar las pérdidas, Unió de Pagesos propone a las organizaciones de productores que utilicen "al máximo" las medidas que permite la normativa comunitaria, como retirar fruta del mercado para destinarla a la distribución gratuita. También reclaman a las centrales frutícolas que dejen de competir entre ellas e inicien una estrategia de colaboración para "obtener unos precios dignos" ante la competencia de otros países, especialmente en la fruta de semilla.
Para la próxima campaña, el sindicato urge a que se activen los préstamos bonificados del Institut Català de Finances, imprescindibles para hacer frente a los costes de producción, así como las ayudas destinadas al alojamiento de temporeros.