• Home

  • Menú del día

Un ceramista de Barcelona acusa a Zara de plagiar su horno cerámico de pan

"Me han robado el dinero, el tiempo y el ingenio". Hablamos con el maestro ceramista Kim Toribio que se siente indefenso a la hora de litigar contra la multinacional Zara

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

Guardar

El horno Mica de Kim Toribio (izquierda) y el de Zara (derecha) / Foto: cedida Kim Toribio
El horno Mica de Kim Toribio (izquierda) y el de Zara (derecha) / Foto: cedida Kim Toribio

No es la primera vez (ni será la última) que Zara es acusada de plagio. Diseñadores, ilustradores y artistas de todo el mundo han denunciado el uso ilícito, y obviamente no remunerado, de sus creaciones por parte de la multinacional. Ahora le ha tocado recibir a un maestro artesano ceramista de Barcelona, Kim Toribio, que hace cinco meses descubrió que el modelo de horno cerámico de pan que había patentado se vende en las tiendas Zara Home del gigante gallego.

Así lo adelantaba al medio local barcelonés Betévé, que recoge las acusaciones que Toribio hacia la empresa, manteniendo que su producto ha sido copiado, aunque hayan hecho algunos cambios estéticos. Desde Hule y Mantel hemos hablado con el ceramista y nos ha reconocido que la situación es "frustrante". "Me han robado el dinero, el tiempo y el ingenio", afirma visiblemente enfadado. 

Un diseño patentado

Los dos hornos cerámicos de pan / Foto: cedida Kim Toribio
Los dos hornos cerámicos de pan / Foto: cedida Kim Toribio

Su proyecto empezó durante la pandemia, en medio de esa ola por elaborar pan en casa a la que se sumó medio mundo, aunque su pasión por el pan venía de lejos. "Antes ya intercambiaba panes por piezas de cerámica con algunos amigos panarras", nos dice. Investigó algunos hornos tradicionales para hacer pan y profundizó en el funcionamiento de un horno de cerámica greco-romano, conocido como clibanus o testum. "Lo usaban los legionarios romanos", apunta.

A partir de ahí, creó y desarrolló su propio diseño, un objeto cerámico, configurado por un plato y una cúpula, que se pudiera colocar dentro del horno de casa. La innovación: "Tiene un sistema de agujeros para que salgan los gases de cocción y no haya que destaparlo para que se tueste y se dore el pan", afirma. Un sistema que, lógicamente, patentó. "El plato del horno que vende Zara es exactamente igual, los pitorros de la cúpula los han variado ligeramente, pero el funcionamiento es el mismo", denuncia. 

Ataque informático

Los hornos de Micapanis y los de Zara / Foto: cedida Kim Toribio
Los hornos de Micapanis y los de Zara / Foto: cedida Kim Toribio

Además, el ceramista, que lleva más de 45 años en la profesión y trabaja en el taller Cerámica Sot —encargado de restaurar piezas cerámicas de espacios como el Parc Güell o la Casa Golferichs—, denuncia que también le han copiado parte de las instrucciones de su horno. "Incluyo una receta para hacer el pan y han hecho un recorta y pega. Solo que han cambiado los tiempos de elaboración y, lo más gracioso, es que así la receta no funciona", prosigue. 

Toribio ha recurrido a la oficina de patentes, que le ha dado la razón, pero a la hora de enfrentarse a Zara se siente indefenso. La empresa argumenta que su horno "es diferente, que hay muchos así en el mercado", dice al artesano que sigue defendiendo su sistema patentado. Sobre la receta, "reconocen que se parece, pero defienden que no está registrada". "Ellos tienen un gran equipo de abogados, así que solo me queda el derecho a pataleta", afirma indignado. 

Por si esto fuera poco, la página de Instagram de Micapanis, la marca bajo la que comercializa este horno cerámico —que a día de hoy sigue produciendo—, fue pirateada hace unos meses. "Perdimos el contenido, los más de seis mil seguidores que teníamos y el valor añadido que eso daba a nuestro producto. Sucedió en octubre y Zara lanzó el horno en enero, no les puedo acusar de esto pero ahí está y ha coincidido en el tiempo". 

El ceramista lamenta que todo el trabajo de investigación para diferenciar su producto e innovar, sea utilizado por terceros con tanta impunidad. "Ellos solo lo quieren para llenar la tienda y así vender miles de objetos Made in China relacionados con los hornos. Lo fabrican de manera masiva, con una calidad inferior y lo venden solo dos euros más barato que el mío. Su margen de beneficio es brutal". "Igual tendré que regalar máquinas de resonancias al Hospital de la Vall d'Hebron, como hace Amancio, a ver si así me hacen caso", sentencia. 

Archivado en: