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La guerra en Ucrania amenaza la cadena mundial de alimentos y fertilizantes

La FAO advierte de que el conflicto bélico amenaza con agravar la inseguridad alimentaria encareciendo los productos debido al papel de ambos países implicados como gigantes exportadores

Un hombre en una cosecha de alimentos en una imagen de archivo / PEXELS
Un hombre en una cosecha de alimentos en una imagen de archivo / PEXELS

La guerra en Ucrania tras el inicio de la invasión rusa hace dos semanas amenaza con “agravar seriamente la inseguridad alimentaria” en todo el mundo debido al papel que tienen ambos países como gigantes exportadores de cereal y fertilizantes, encareciendo los productos.

Así lo ha advertido la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe en el que su director, Qu Dongyu, afirma que “las perturbaciones de la cadena de suministro y la logística de la producción de cereales y semillas oleaginosas de Ucrania y Rusia, así como las restricciones a las exportaciones rusas, tendrán importantes repercusiones” en la cadena de alimentos.

Un tercio de las exportaciones

Esto se debe a que ambas acumulan un tercio de las exportaciones. Por ejemplo, Rusia es el mayor vendedor de trigo del planeta y Ucrania es el quinto, por lo que ambos proporcionan el 19% del suministro de cebada, el 14% del trigo y el 4% del maíz del planeta, mientras que venden el 52% del aceite de girasol. Por tanto, las “perturbaciones” del conflicto a buen seguro impactarán en el mercado global ante la “dependencia” a dichos países que actualmente se encuentran en guerra.

Estos factores provocarán también un encarecimiento de los alimentos, como ya está ocurriendo. Esto se suma al hecho de que los precios ya emprendieron la senda alcista en el segundo trimestre de 2020 y alcanzaron su “nivel máximo histórico” el pasado febrero a causa de la alta demanda, los costes de insumos y trasportes, y las perturbaciones en los puertos.

Dudas sobre la cosecha ucraniana

En este sentido, y a tres meses de la cosecha de junio, la FAO duda acerca de si los agricultores ucranianos podrán cosechar y vender sus productos debido a los “desplazamientos masivos” de una población que huye de los ataques del régimen de Vladimir Putin. De hecho, los puertos de este país del este en el Mar Negro han cerrado, asediados por las tropas rusas, y el envío por tren sería “imposible” por la ausencia de una red ferroviaria funcional a gran escala.

Por el contrario, los puertos rusos permanecen abiertos, pero las sanciones financieras de Occidente “han provocado una importante depreciación que, si se mantiene, podría socavar la productividad y el crecimiento y, en última instancia, elevar aún más los costos de la producción agrícola”, sostiene el escrito de la FAO. El cereal podría transitar por los buques a través del Bósforo –o estrecho de Estambul–, aunque es una zona en guerra y peligrosa, lo que implica un encarecimiento de las primas de los seguros y, por ende, un nuevo plus al precio de la mercancía.

Encarecimiento de la energía

La energía es otro de los sectores que también ha sufrido un encarecimiento y precisamente Rusia es uno de los principales actores del mundo de este sector, pues representa un 18% de las exportaciones mundiales de carbón, un 11% de petróleo y un 10% de gas.

FAO advierte de que la agricultura requiere energía a través del uso de combustible, gas y electricidad, así como fertilizantes, plaguicidas y lubricantes. Lo mismo ocurre con la fabricación de piensos y de sus ingredientes. “

Buscar proveedores alternativos

Nadie sabe cuánto durará la guerra ni sus repercuriones finales y, por ello, la FAO aconsejó a todos los países buscar nuevos y más diversos proveedores de alimentos. “También deberían aprovechar las actuales reservas de alimentos y diversificar su producción interna para garantizar el acceso de la población a una dieta saludable”, ha emplazado.

Por último, el organismo ha pedido hacer “todo lo posible” para mantener abierto el comercio mundial de alimentos y fertilizantes, así como apoyar a las personas más vulnerables y valorar las repercusiones en el sector primario global de cada medida que se tome durante esta crisis.