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Miscelánea

Siete lugares de España donde comer y divertirse

La gastronomía de nuestro país, variada y atractiva, se combina con otras ofertas de entretenimiento que atrae a millones de turistas cada año

4 minutos

Plato de paella recién servido / PEXELS

Los turistas que llegan a España tienen mucho donde elegir. San Sebastián suele ser considerada como la capital culinaria del país y en ella se pueden encontrar desde elegantes restaurantes con estrellas Michelin hasta bares repletos de pintxos. Valencia es la cuna de la paella y casi todas las ciudades españolas presumen de preparar los mejores churros. Hay varias opciones que son las preferidas de los españoles a la hora de comer y vivir una buena experiencia. Si tras ir a un restaurante apetece buscar más entretenimiento, España también cuenta con una gran oferta online. Por ejemplo, participar en los juegos de casino en sweepstakes casino puede ser una buena opción si se quiere aprovechar la estancia y, al mismo tiempo, acceder al juego online en el país.

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Madrid

Visitantes en la Plaza Mayor de Madrid / Foto: Pexels

La capital española es la ciudad más dinámica de España para comer y beber, pues cuenta con un asombroso número de restaurantes. La cocina madrileña es más popular que nunca: el cochinillo asado y el cocido madrileño son dos de los platos favoritos. Tampoco puede faltar el bocadillo de calamares, que siempre se degusta de pie en un concurrido acompañado de una cerveza. A mediodía, un vermut en una taberna de azulejos detrás de la Plaza Mayor es la mejor manera de entrar en calor, para luego seguir la ruta, tomando una tapa en cada sitio.

Barcelona

De compras en el Mercado de La Boquería / Foto: Pexels

Desde las antiguas tabernas del Barrio Gótico hasta los elegantes palacios gourmet del Eixample, pasando por los cafés de moda del Raval y la zona gastronómica del Paralelo, comer en esta la capital catalana es siempre una experiencia cultural y gastronómica. Para paellas y arroces, dirígete al barrio de la Barceloneta, junto al mar. Pasa la mañana en La Boquería, el espectacular mercado; pero no te limites a mirar, usa todos tus sentidos y degusta lo que encuentres. Puedes pedir una copa de cava en uno de los bares y unas alcachofas con almejas, escalivada de verduras asadas y lo que haya en la pizarra de ofertas.

Sevilla

Jamón serrano y vino tinto / Foto: Pexels

¿La receta de la felicidad? Una copa de fino, unas aceitunas y una tabla de jamón ibérico cortada con maestría en la barra de un bar tradicional de Sevilla. ¿Qué más se puede pedir? En realidad, mucho, y hay tantos platos de tapas gratis que probar en sus bares que es muy posible que nunca te sientes a comer durante tu estancia. Empieza por el bonito barrio de Santa Cruz, baja hasta el del Arenal, cruza el río Betis hasta los bares de azulejos de Triana y, aun así, no habrás probado casi nada de todo lo que ofrece la ciudad.

San Sebastián

La icónica barandilla de la playa de la Concha en San Sebastián / Foto: Canva

Con numerosas estrellas Michelin, la elegante San Sebastián figura entre los mejores destinos gastronómicos del mundo. Mientras los pintxos de la Parte Vieja llaman la atención, los expertos locales siempre tienen los ojos puestos en los pequeños platos de comida caliente que salen de las cocinas. Cada local tiene sus especialidades, como las piparras en tempura, la ternera al vino tinto cocinada a fuego lento o los raviolis de mollejas. Cruza el río para encontrar más gastrobares en Gros y prueba un vaso de txakoli, un vino blanco local con un poco de chispa.

Valencia

Fachada del Mercado Central de Valencia / Foto: Canva

En el exuberante Mercado Central, donde las vidrieras y los mosaicos adornan la estructura de hierro, se amontonan cerca de 1000 puestos con productos de las huertas de toda la ciudad. Tómate una refrescante horchata (chufa con hielo picado) mientras paseas. Ya junto a la playa, instálate en una mesa de terraza y pide una tradicional paella valenciana de pollo y conejo o una de marisco. En el antiguo barrio de pescadores del Cabanyal, busca esas bodegas de azulejos en las que sirvan gambas chisporroteantes, raciones de mejillones y habas con chipirones. Incluso el aceite de oliva es divino: devóralo con un trozo de pan antes de empezar a saborear tu plato principal.

Palma

Vista de la catedral de Palma de Mallorca / Foto: Canva

La capital mallorquina se ha convertido silenciosamente en un punto de encuentro gastronómico. Los mejores chefs de la isla han acudido a la ciudad para abrir gastrobares y elegantes restaurantes a lo largo de las callejuelas medievales de los barrios de Sa Llotja y Sa Gerreria. Las casas de pescadores de Santa Catalina, detrás del puerto, albergan ahora tranquilos cafés con terrazas a la sombra. Prueba la sobrasada, un embutido blando de cerdo y pimentón, aplastado en pan con un vaso de vino mallorquín, y busca el tumbet, con sus capas de berenjena y pimientos con salsa de tomate.

Bilbao

Surtido de pintxos / Foto: Canva

Despierta tus sentidos en el mercado de la Ribera, junto a la ría. Cualquier amante de la gastronomía que curiosee por los puestos, embobado con el marisco y las verduras, se hará una idea de por qué la cocina del País Vasco es una de las mejores del mundo. Desde los elaborados pintxos de las callejuelas del casco viejo hasta los gastrobares de Bilbao La Vieja y las comidas con estrella Michelin de la zona del Ensanche, la calidad es sobresaliente. No te vayas sin pedir bacalao a la vizcaína —bacalao salado en una rica salsa de pimiento rojo— con un aterciopelado vino de La Rioja Alavesa.

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