Las últimas palabras de "Pinotxo": maltrato familiar, humillación y preservación de su legado

Juan Bayén no reconoce a su sobrino como continuador de su legado en el bar Pinotxo (La Boquería). Un comunicado de sus abogados recoge las últimas voluntades del restaurador

Joan Bayen, Juanito, delante del mercado de La Boquería / Foto: Pau Fabregat / Las últimas palabras de "Pinotxo": mal trato familiar, humillación y la preservación de su legado
Joan Bayen, Juanito, delante del mercado de La Boquería / Foto: Pau Fabregat / Las últimas palabras de "Pinotxo": mal trato familiar, humillación y la preservación de su legado

Tras conocerse la muerte de Juan Bayén, Juanito, antiguo propietario del bar Pinotxo de La Boquería, este martes, 11 de abril, y por expreso deseo de su viuda, se ha lanzado un comunicado para poner de manifiesto su punto de vista sobre todo lo sucedido en relación al traspaso de las licencias de las paradas del mercado de la Boqueria donde Pinotxo trabajó durante más de 75 años. Según el Estudio Jurídico Enrique Moreno, el bufete de abogados de Bayén, este comunicado se publica "a fin de cumplir con la última voluntad expresada por Pinotxo, y exactamente tal como quedó redactada según sus deseos". Así se reume el comunicado: 

Sin acceso a las cuentas 

"Pinotxo se ponía en contacto con nosotros puntualmente para referirnos cuál era su situación en el bar, siempre entre lágrimas, y se quejaba amargamente del mal trato que recibía por parte de los familiares que estaban trabajando en su negocio. A pesar de que lo animábamos a reconducir esa situación y clarificar todo lo que sucedía, el temor a sus sobrinos y familiares y la secreta esperanza de que algún día cambiarían su actitud para con él, bloqueaba sus decisiones", explica el comunicado del Estudio Jurídico Enrique Moreno.

Añade que Pinotxo no tenía documentación alguna de su sociedad, salvo unos borradores, y que "no sabía nada de la marcha cotidiana de la gestión del bar a nivel administrativo y económico, no veía un solo arqueo de caja, no sabía el destino que se le daba a lo recaudado y se le limitaba al cobro de la nómina. No tenía datos de las cuentas bancarias, ni sabía cuáles eran los saldos de las mismas, ni conocía los resultados de la sociedad, ni tenía constancia del cobro de beneficios".

El comunicado prosigue: "Juanito era todo miedo y angustia, y ni siquiera se atrevía a preguntar a sus sobrinos por la situación económica de la gestión de su negocio o del patrimonio inmobiliario —que la familia le administra a través de una Comunidad de Bienes de la que no hay noticia de actas—, por miedo a su reacción. Hasta tal punto llegaba el alcance del secuestro emocional de Pinotxo".

Angustia por el trato recibido

Ante esta situación, y viendo que su sobrino y familia no eran los sucesores adecuados Bayén "decidió escuchar las ofertas que venía teniendo por el bar desde hacía años". "Pinotxo ha tenido poderosas razones para actuar como lo ha hecho. Y uno de estos motivos es el trato que el Sr. Asín —su sobrino, Jordi Asín-- y sus familiares han venido dispensando a Pinotxo a lo largo de los años, pero, en especial, en esta última fase de la relación. Hay decenas, cuando no centenares de personas, que son testimonio de lo que venía ocurriendo en la parada, que, si nos vemos obligados, llamaremos a testificar ante los tribunales", afirma el comunicado.

"La eterna sonrisa de Pinotxo, su proverbial alegría, su afabilidad, su natural bondad y su capacidad de dar servicio durante años, tenía la cara oculta de la angustia y tristeza que le generaba el trato que recibía, del que el propio letrado firmante ha sido testigo", añade.

Por la puerta de atrás

"Pinotxo" con su placa homenaje / Foto: La Boquería
"Pinotxo" con su placa homenaje / Foto: La Boquería

El Estudio Jurídico Enrique Moreno tuvo conocimiento de que el Sr. Asín había registrado la marca Pinotxo Bar en noviembre de 2011 a su nombre y referenciando su domicilio particular como sede de la marca. "Su tío, el único y verdadero Pinotxo’, desconocía esta situación, era totalmente ignorante", reza el comunicado. Y agrega: "No hace falta que les destaque el disgusto y la decepción de Pinotxo. Ahora resulta que Pinotxo no es él... que el Sr. Asín pretende ser el verdadero Pinotxo".

Además, explica que mientras los letrados negociaban un acuerdo para la liquidación pacífica de la sociedad gestora y la recuperación de la marca por su legítimo titular, "el Sr. Asín corrió a los medios de comunicación a presentarse como destinatario, sin serlo, de una herencia inigualable: la de un personaje irrepetible, Pinotxo, Juan Bayén". Así, el pasado 27 de octubre de 2022, "vimos como el Sr. Jordi Asín “lideraba” una especie de revuelta contra Pinotxo. (...) él y sus familiares habían salido de la barra, negándose a trabajar y a atender al público, para presionar a Pinotxo a fin de que se fuera de su bar, el bar que había regentado y hecho célebre desde hacía décadas".

Todo esta situación afectó Juan Bayén que, según el comunicado, "detrás de la barra, solo, presentaba, fruto de la situación, un aspecto deplorable, totalmente desconcertado. Hubo que ayudarle a reaccionar, y fue personalmente el firmante —del comunicado, el administrador Enrique Moreno— quien lo convenció para que saliera de allí: lo llevamos a la Asociación de Comerciantes, donde se repuso, y luego se trasladó a su casa. Este fue el último día de Pinotxo en su bar, su última vivencia: el espectáculo del Sr. Asín echándolo de su negocio". Una "humillación pública" para “el hombre que había puesto la Boqueria en el mundo”.

La posible estrategia de Asín

Según el comunicado, Jordi Asín "cada vez que cuenta su versión de la historia intenta minimizar o desprestigiar a Juan Bayén. Su relato está lleno de referencias a la abuela Catalina, citándola siempre de este modo. Pero olvida que la abuela Catalina, antes, mucho antes que ser abuela del Sr. Asín, fue la madre de Pinotxo. Y fueron ella y su marido quienes pusieron al frente del negocio a Pinotxo y posteriormente le cedieron las paradas por herencia y, lo que es importante, la licencia de base asociada a las mismas".

Últimas aclaraciones

El texto desmiente que Pinotxo estuviera “teledirigido”, como ha declarado su sobrino. "La diferencia está en que, hasta hace poco, el Sr. Jordi Asín lo podía manejar a su antojo. Y ahora, como está asesorado, puede tomar sus decisiones y defender sus legítimos derechos. Las decisiones que ha tomado han sido debidamente reflexionadas y, a su entender, son la justa consecuencia a las actuaciones llevadas a cabo previamente por el Sr. Asín respecto de su persona y de su negocio".

Asimismo, Pinotxo no reconoce a su sobrino como continuador de su obra. Su legado "descansa en su bondad, su desbordante humanidad, su legendaria simpatía, su entrega al trabajo y su acrisolada lealtad". También se ha publicado Jordi Asín pretende abrir, con la ayuda de un inversor, otro bar bajo el nombre de Bar Pinotxo. "Cualquier inversor debe saber que la marca que dice ostentar el Sr. Asín es litigiosa y que los documentos en los que basa su derecho no son fiables", informa el comunicado.

Y concluye: "Está presentada la oportuna acción legal para que Pinotxo recupere su marca (...) y preservar su legado para que el bar Pinotxo continue con un digno sucesor. Porque es esa imagen que la ciudadanía le ha atribuido como alma y sonrisa eterna de la Boqueria, maestro del oficio y embajador del mercado y de esta ciudad la que Pinotxo quiere conservar". El despacho de abogados finaliza diciendo que no van a polemizar "por nada ni con nadie en relación con este asunto". "A partir de ahora, todas las diferencias se dirimirán en los tribunales”.

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