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Las 11 mejores hamburguesas de Nueva York

La hamburguesa es uno de los iconos culturales de Nueva York, por ello es difícil seleccionar las reinas de la Gran Manzana. Aún más cuando el ejercicio consiste en señalar las mejores de las mejores. El académico Rogelio Enríquez lista sus favoritas

Rogelio Enríquez

Miembro de la Academia Madrileña de Gastronomía

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Hamburguesa / Foto: Pexels / Las 11 mejores hamburguesas de Nueva York
Hamburguesa / Foto: Pexels / Las 11 mejores hamburguesas de Nueva York

Los neoyorquinos se toman muy en serio sus hamburguesas, tanto que hasta existen teorías que indican que la hamburguesa, tal y la conocemos hoy en día, se inventó en Nueva York durante los años veinte del siglo pasado, como comida callejera para alimentar a los marineros alemanes que arribaban a una ciudad a la que todavía no le habían crecido los rascacielos. 

Hamburguesa servida con guantes blancos / Foto: Pexels
Hamburguesa servida con guantes blancos / Foto: Pexels

Es un plato tan arraigado en la cultura neoyorquina que conceptos como patty (la forma de moldear la carne), stack (la disposición de los ingredientes en la hamburguesa) o bun (el tipo de pan) forman parte del catón de cualquier ciudadano oriundo de la Gran Manzana. Todo el mundo tiene claro cómo tiene que ser la hamburguesa perfecta y las discusiones sobre cuál es la mejor de la ciudad pueden llegar a ser encarnizadas. Solo las supera el debate sobre la mejor pizza o el mejor bagel, las otras dos estrellas gastronómicas locales.

Hoy en día, la hamburguesa en Nueva York es un plato comodín que triunfa en todo tipo de restaurantes: desde los puestos callejeros menos recomendables hasta los comedores más elegantes. Todo el mundo tiene su preferida y nosotros no vamos a ser menos. Esta es una selección de nuestras favoritas, para que podáis elegir entre los diferentes estilos que existen: clásicas, lujosas e iconoclastas.

***LAS CLÁSICAS***

P.J. Clarke’s

La hamburguesa de PJ Clarke's / Foto: Facebook
La hamburguesa de PJ Clarke's / Foto: Facebook

Nat King Cole definió su bacon cheeseburger como el "Cadillac" de las hamburguesas y lleva, desde los años 50 siendo el plato estrella de este entrañable saloon. Hoy en día también las hacen de falafel, cordero y wagyu, pero la Cadillac, con queso derretido, dos lonchas de –fantástico– bacon, lechuga, tomate y 185 gramos (6.5 onzas) de carne de vaca angus sigue siendo nuestra preferida. // P.J. Clarke’s915 Third Avenue, at 55th Street

J.G. Melon 

La hamburguesa con queso y bacon de J.G. Melon / Foto: Facebook
La hamburguesa con queso y bacon de J.G. Melon / Foto: Facebook

La cheeseburger de Melon ha sido durante décadas la favorita de los neoyorquinos: estrellas de cine, políticos, escritores, artistas y familias que, desde 1972, han sido fieles a este pequeño, oscuro y abigarradamente decorado “saloon con comida” del Upper East Side en el que no se admiten reservas ni tarjetas de crédito.

Para probar sus jugosas hamburguesas, en una de sus estrechas mesas con mantel de cuadros verdes y blancos, hay que hacer una cola que, por suerte, avanza con bastante rapidez. Son de gran tamaño y llegan abiertas en el plato, acompañadas de pan tostado y unas estupendas y crujientes patatas fritas. Ideal para ponerse hasta arriba de bloody marys. // J.G. Melon. 1291 3rd Ave

Corner Bistro

La hamburguesa de Corner Bistró / Foto: Facebook
La hamburguesa de Corner Bistró / Foto: Facebook

Otra de nuestras hamburguesas favoritas se sirve en este pequeño local abierto desde 1961 en el corazón de Greenwich Village. Conserva su aspecto retro, recargado con el ruido de los locales, turistas y la tele. Aquí podemos disfrutar de la clásica Bistro Burger con queso y bacon, por menos de 15 dólares.

Una hamburguesa que, curiosamente, viene servida en un bun que resulta excesivamente pequeño en comparación con la cantidad de carne que contiene. Un sitio ideal para almorzar después de una larga noche de fiesta y volver a casa con un olor a hamburguesa en las manos que dura días. Recomendación: reserva con antelación para evitar sus largas colas. // Corner Bistro. 331 West 4th Street


***LAS DE LUJO***

Gramercy Tavern

La hamburguesa clásica de Gramercy Tavern / Foto: Instagram
La hamburguesa clásica de Gramercy Tavern / Foto: Instagram

Podríamos decir que la de Gramercy Tavern es la hamburguesa más perfecta que conocemos. Solo disponible en la parte de la taberna, que es nuestra favorita. Se trata de una hamburguesa consistente en un grueso patty acompañado por bacon ahumado, queso cheddar derretido, cebolla caramelizada y alioli, pero en proporciones tan ideales que todos los sabores quedan perfectamente equilibrados y ninguno de ellos predomina sobre los demás.

Incluso el bacon está cortado de tal manera que te permite incluir una porción en cada bocado.  Además viene acompañada por unas deliciosas patatas chips fritas en grasa de pato. Una delicatesen no barata, 35 machacantes, pero Gramercy bien vale un dispendio. // Gramercy Tavern42 E 20th St.

Minetta Tavern

La hamburguesa de Minetta Tavern / Foto: web
La hamburguesa de Minetta Tavern / Foto: web

La Black Label Burger puede que sea la hamburguesa más cara de Manhattan. Y probablemente sea la mejor. Minetta Tavern fueron los pioneros de las hamburguesas “de lujo”, pero sin chorradas de ingredientes superfluos: ni foie, ni trufas, ni siquiera queso. Y por 36$ ya puede estar buena. (Espoiler, lo está). Es nuestra favorita de siempre, no falla.

Puede que sea por el grueso patty elaborado con una mezcla de carnes maduradas de primera calidad -extraídas de chuleta, costilla y falda- cocinada sobre una base de mantequilla y que se sirve bajo una capa de cebolla caramelizada sobre un bun tostado a la plancha. El resultado es fantástico. Un bocado que eleva las hamburguesas a otro nivel. Lo mismo que ocurre con la generosísima ración de patatas fritas con las que se acompaña. // Minetta Tavern. 113 MacDougal St

Peter Luger

Hamburguesa de Peter Luger / Foto: web
Hamburguesa de Peter Luger / Foto: web

Aunque todo el mundo acude a Peter Luger por sus espléndidos chuletones de carne madurada y bañada en salsa de mantequilla, uno de sus secretos mejor guardados es la hamburguesa que solo se sirve a mediodía y que es ideal para los que, como nosotros, valoramos en una hamburguesa la calidad de la carne sobre el resto de ingredientes.

Más de media libra de carne picada madurada, servida con el único acompañamiento de una lámina de queso fundido y una rodaja de cebolla cruda. Pero, estando aquí, uno no puede dejar de acompañarla por una gruesa loncha de su delicioso bacon. La carne es tierna, jugosa y muy sabrosa. Probablemente sea nuestra hamburguesa favorita de todo Nueva York. // Peter Luger. 178 Broadway, Brooklyn.

Au Cheval

La hamburguesa de Au Cheval / Foto: Facebook
La hamburguesa de Au Cheval / Foto: Facebook

La hamburguesa más famosa de Chicago llegó a Nueva York con tanta fanfarria como cuando la Familia Real Inglesa aparece en Wimbledon y aun así sobrevivió al hype. Brendan Sodikoff, el hostelero chicagüense que se encuentra detrás de otros exitosos conceptos como Gilt Bar o Bavette's, y el originario Au Cheval, ha credo en Mahattan un oscuro garito en un estrecho callejón perpendicular a canal Street, al que se llega sorteando puestos callejeros de bolsos falsificados chinos y fábricas de ropa. Dentro, la estética de techos altos, paredes de ladrillo y columnas metálicas crean una atmosfera a mitad de camino entre un dinner clásico y un club de Chicago.

La burger simple en realidad es doble (y la doble triple), contiene dos patties fuertemente marcados en la plancha de forma que deja una crujiente costra en el exterior y un jugoso interior cubiertos por una pegajosa lámina de queso americano, mayonesa y encurtidos dentro de un tierno brioche y, lo cierto es que está muy buena tal cual, pero a nosotros nos gusta aún más si le añadimos una gruesa loncha de bacon. Los más glotones, además, le añaden un huevo frito. Costando la versión básica 17$ y la completa 26$. A los que hay que sumar tasas y propinas. No es barata, pero está muy buena. // Au Cheval. 33 Cortlandt Alley

4 Charles Prime Rib 

Los guantes blancos cortando la hamburguesa de 4 Charles Prime Rib / Foto: Foursquare
Los guantes blancos cortando la hamburguesa de 4 Charles Prime Rib / Foto: Foursquare

Este encantador local del West Village es ahora mismo, la sensación de la ciudad. Decorado al estilo de un club inglés, donde uno espera encontrarse a venerables señores fumando puro, es prácticamente imposible conseguir una reserva antes de las 11 de la noche. Pero, una vez que uno está dentro, comerse una burger allí es una de las mejores experiencias que se pueden tener en la Gran Manzana. 

De los mismos propietarios que Au Cheval, la hamburguesa es exactamente igual que la de su hermano mayor: con dos patties, toneladas de queso, mucha salsa y un bun que absorbe todos los jugos formando un todo delicioso. Pero, aunque las de Au Cheval y 4 Charles sean iguales, el ambiente es totalmente diferente, para empezar porque aquí la hamburguesa te la prepara directamente en la mesa un camarero ataviado con guantes blancos y se sirve con unas deliciosas patatas fritas. Toda una experiencia. // 4 Charles Prime Rib. 4 Charles St.

Detalle del interior de 4 Charles Prime Rib / Foto: Facebook
Detalle del interior de 4 Charles Prime Rib / Foto: Facebook

***LAS ICONOCLASTAS***

Burger Joint

Hamburguesas del Burger Joint / Foto: Facebook
Hamburguesas del Burger Joint / Foto: Facebook

Durante las últimas dos décadas el Burger Joint ha sido uno de los locales más divertidos y renovadores de la escena de los speakeasy neoyorkinos. Escondido tras una pequeña entrada de gruesas cortinas de terciopelo rojo en el vestíbulo del lujoso Hotel Thompson Central Park (anteriormente Parker Meridien) donde la única indicación de lo que se oculta detrás es un pequeño letrero con una hamburguesa de neón. 

Una vez atravesadas las cortinas, un estrecho pasillo nos transporta a un auténtico garito de rock and roll de finales de los años 70: paredes de madera llenas de pintadas, viejos pósters e incluso una vieja televisión. Todo ello acompañado por el aroma de las hamburguesas, brownies y batidos que emanan de la cocina abierta. Una vez en la cola (que ya no son tan largas como antaño) se tiene que ir pensando la comanda. Ojo, porque si no lo tienes claro cuando te toca el turno el dependiente te manda de nuevo al final de la fila para que te decidas. Aquí son inmisericordes con los indecisos.

Pero, si uno se bloquea, siempre puede balbucear algo parecido a “The Works” que es la contraseña pura pedir la hamburguesa completa con todos sus acompañamientos: lechuga, tomate, cebolla, pepinillos, mostaza, kétchup y mayonesa. También, tienen una vegana y otra con queso picante, pero a nosotros solo nos interesa esa burger de tierna y sabrosa carne de prime angus beef certificada, picada a diario y tan suculenta como la mejor que te puedas comer en Manhattan. Aunque han abierto varias sucursales por la ciudad, el encanto del speakeasy del hotel no lo tienen ninguna otra. // Burger Joint. Thompson Central Park New York Hotel. 119 W 56th St

Shake Shack 

Una de las hamburguesas de Shake Shack, en Nueva York / Foto: Facebook
Una de las hamburguesas de Shake Shack, en Nueva York / Foto: Facebook

Dany Meyer, uno de los hosteleros más exitosos de Nueva York, empezó a servir las hamburguesas que elaboraban en Eleven Madison Park (uno de sus restaurantes estrella) en una caravana, como parte de un proyecto de rehabilitación del Madison Square Park. Tal fue el éxito que acabaron poniendo un kiosco en medio del parque que, en apenas 20 años, se ha convertido en el buque insignia de la cadena de comida rápida que más crece ahora mismo en Estado Unidos.  

La hamburguesa del Shake Shack fue la responsable de la moda de las smash burgers (finas y aplastadas) y consta un fino pattie (que nosotros preferimos doble) perfectamente caramelizado por fuera y jugoso por dentro, servido con queso, lechuga batavia (una de sus señas de identidad) y la salsa especial Shacksauce, que es una mezcla de mayonesa, kétchup, mostaza y pepinillos picados. Todo ello dentro de un bun elaborado con fécula de patata. Una hamburguesa de franquicia pero muy superior a la media. // Shake Shack. Madison Square Park. E 23rd St and Madison Avenue Madison Square

Emily’s Pizza

Hamburguesa de Emily's Pizza / Foto: Facebook
Diseño sin tíHamburguesa de Emily's Pizza / Foto: Facebook

La historia de Emily no deja de ser sorpréndete. Emily y Matthew Hyland abrieron su primer local en 2014, una pizzería en Clinton Hill (Brooklyn), para, posteriormente, trasladarse a Williamsburg en 2016. Como se aburrían con las pizzas se propusieron hacer una hamburguesa original que rápidamente se convirtió en la sensación del barrio. Tanto que en 2017 abrieron un nuevo local en el West Village de Manhattan (y otro en Nashville, Tennessee).

La hamburguesa de Emily tiene de todo: dos patties de carne madurada, cebolla caramelizada, queso y encurtidos, todo ello bañado por una salsa súper secreta, que es una mezcla de mayonesa japonesa y gochujang koreano, y que aporta una sabor dulce y picante a la vez, además de embutido dentro de un pan de pretzel. Se deshace en las manos, bañando el plato de salsa y dejándote pringado mientras mojas lo que queda de burger en la salsa. Una guarrada deliciosa que acompañan con patatas fritas cortadas en forma de rejilla. Emily, además, sirve unas pizzas estupendas así que, si te quedas con hambre, te la puedes pedir de guarnición. // Emily's Pizza. 35 Downing St, New York

Emily y Matthew Hyland en el exterior de su hamburguesería / Foto: Facebook
Emily y Matthew Hyland en el exterior de su hamburguesería / Foto: Facebook