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MasterChef 11: robo y mareo de Luca, postres viejunos y Francis Paniego 'on fire'

SEMANA 4 | Entre panes, tartas y platos elaborados con miel, el 'talent' culinario de TVE acaba con tres nuevos expulsados: Izarbe, Manuela y Sergio

Javier Cirujeda, codirector del podcast La Picaeta y autor en Hule y Mantel

Comunicador gastronómico y codirector del podcast La Picaeta

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Luca, el 'tiktoker', durante un cocinado en MasterChef 11 / Foto: RTVE
Luca, el 'tiktoker', durante un cocinado en MasterChef 11 / Foto: RTVE

Tras unos programas accidentados con retrasos e intoxicaciones, por fin fue una semana tranquila en las cocinas de MasterChef 11, aunque la polémica salió de nuevo a relucir, esta vez con claros favoritismos del jurado hacia Luca, el tiktoker. En el programa 7, Izarbe y Manuela, que aspiraban a ser repescadas, quedaron definitivamente eliminadas de esta edición del talent culinario de TVE. Un día después, en el programa 8, despedimos a Sergio, el taxista. Pero no adelantemos acontecimientos y, como diría Jack el Destripador, vayamos por partes.

Programa 7: pan metido con calzador

El panadero Jordi Morera con el jurado de MasterChef / Foto: RTVE
El panadero Jordi Morera con el jurado de MasterChef / Foto: RTVE

La primera prueba de la semana arrancaba con la visita del panadero Jordi Morera, mejor panadero del mundo en 2017, y una mesa con una veintena de panes de distintas procedencias: bagel, pretzel, bao, hokkaido… Los concursantes tenían que acertar de qué panes se trataban y el ganador obtendría el brazalete dorado, que le salvaba de la eliminación. Se lo llevó Marta, hermana del piloto Jaime Alguersuari.

Esa fue toda la participación que tuvo Morera en el programa ya que en el cocinado metieron el pan con calzador y pidieron a los concursantes que hicieran un plato con patatas, cebolla, pan y un montón de “restos” que había en el supermercado. Eran de lo más random ya que lo mismo podías encontrarte anchoas o conejo que carcasas de pollo. No sé lo que entiende por "restos" esta gente.

La prueba fue un auténtico desastre y solo destacaron tres concursantes: Alex, que apunta a ganador claramente; Jorge Juan, el manchego bailongo; y Camino, que se marcó un nido de patatas con huevo poché. Jordi Cruz le dijo que hacía más de quince años que no se comía un nido de patatas. La verdad es que se están perdiendo y son una auténtica maravilla. Make nidos great again.

Tarta Alaska (sin Mario, gracias a Dios)

En la prueba de eliminación el invitado fue Edu Soto, que estuvo en MasterChef Celebrity 2 y que antes había saltado a la fama por su personaje del neng de Castefa. Personalmente nunca me ha hecho ninguna gracia, aunque el tío hace de todo: canta, baila, actúa… todo un hombre orquesta.

La prueba consistió en hacer una tarta Alaska, que viene a ser una tarta helada con merengue por encima y flambeada. Cocina viejuna 100%. Por suerte fue la única Alaska que apareció en la prueba, y no se presentaron por el plató Olvido Gara ni su marido Mario Vaquerizo.

Durante la prueba hubo un robo de helado por parte de Luca, y también cogió levadura del supermercado. Solo por esto, cualquier concursante de otras ediciones hubiera sido expulsado, pero como Luca es el enchufado del programa, no se le puede echar. Lo que se está haciendo este año con este chaval es de auténtica vergüenza.

El expulsado, para mi injustamente, fue David, el primer repescado, que no hizo una tarta Alaska, sino un pastel con merengue. Leti, la jueza, y Luca, lo hicieron mil veces peor, pero vete tú a saber lo que pasa entre bambalinas.

Sorpresa en el plató

Era temprano y ya se había expulsado a alguien, y como es imposible que MasterChef acabe temprano, los jueces decidieron darle una segunda oportunidad a David. Trajeron a Izarbe y Manuela, dos delantales negros del casting inicial, para hacer una prueba final de repesca.

Consistía en hacer una tarta al whisky, otro de los clásicos de la cocina viejuna. Lo de Izarbe y Manuela fue un auténtico desastre y David se sacó la espinita de la prueba anterior haciendo una tarta con muy buen aspecto por la que, evidentemente, fue repescado. En resumen: un primer programa que nos podíamos haber ahorrado.

Programa 8: Francis Paniego se roba el show

Francis Paniego en la prueba por equipos del programa 8 (MasterChef 11) / Foto: RTVE
Francis Paniego en la prueba por equipos del programa 8 (MasterChef 11) / Foto: RTVE

El segundo programa de la semana empezó con la ya clásica y aburrida prueba por equipos, que esta vez se trasladaba a las estaciones de esquí de Andorra. Es acojonante que con la cantidad de estaciones de esquí que hay en nuestro país tengan que ir al paraíso fiscal fronterizo. Una vez más el programa de la televisión pública dándose un tiro en el pie

El cocinero invitado a la prueba por equipos fue Francis Paniego, de El Portal de Echaurren, restaurante con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol. Francis venía motivadisimo y se robó el show. Chistes, arengas, broncas… la verdad es que el riojano hizo la prueba por equipos un poco más llevadera de lo habitual. Mis dieses.

En lo que respecta a los equipos, el liderado por Alex, el caballito ganador de este año, fue mucho mejor y se llevó la victoria en un menú que consistia en un trinxat del Pirineo, garbanzos con espardeñas y tripas de bacalao, albóndiga sobre puré de patata y una tarta de chocolate con vainilla. La mejor de la prueba fue Marta, a quien le esperaba una sorpresa en la prueba de eliminación.

No está hecha la miel para Luca

La prueba final empezaba con Marta teniendo que salvar a un delantal negro, entre los que estaba su amigo Luca, el polémico tiktoker del que ya he hablado unas cuantas veces. Marta salvó a Camino, que para este que escribe es una de las que más posibilidades tienen de llegar lejos. Al tiktoker no le sentó bien esta decisión e intentó fingir un mareo para ver si el jurado se apiadaba de él y le dejaba sin cocinar. El jurado propuso a Marta cambiarse por Luca pero finalmente la catalana se negó, aunque estuvieron a punto de convencerla. Fue uno de los momentos más bochornosos que he visto en MasterChef, y mira que me he tragado horas de este infierno.

En la prueba de eliminación los concursantes tenían que hacer tres elaboraciones con miel: alitas con mostaza y miel; un risotto con miel y berenjena; y un canelón de miel y mató, el queso fresco típico catalán. El invitado a la prueba fue Santiago Segura —concursó en MasterChef Celebrity 3—, que mientras estás leyendo esto seguramente esté estrenando otra película para niños con Leo Harlem y veinte niños insoportables de protagonistas.

La polémica volvió a saltar con el primer cocinado, el de las alitas, en el que el jurado salvó a Jorge Juan, nuestro manchego favorito, y Luca, que no sabía ni lo que era un panal de miel (lo llamó “pamal"). Tras esta decisión, Jhota, el DJ con incontinencia verbal, dijo que eso era injusto, ya que Fray Marcos o Merce habían cocinado mucho mejor. El jurado le dijo que la próxima vez bajase a valorar él, y el DJ dijo que encantado. Más chulo que un ocho el tío, pero con bastante razón, ya que la valoración de los jueces hacía Fray Marcos fue buena, ya que solo le afearon que faltaba sal, mientras que a Luca le dijeron que estaban crudas y poco tostadas. Lo de Luca este año huele muy muy raro.

Tras liarla en las tres elaboraciones el expulsado fue Sergio, el taxista madrileño, al que se le da mejor la bajada de bandera que las cazuelas. La semana que viene más, y veremos si mejor o peor.