La nueva truficultura: cultivar el "diamante negro" en raíces de encinas

Dos hermanas desarrollan este proyecto vinculado al cultivo ecológico de la trufa en Vistabella del Maestrazgo (Castellón), a los pies del macizo Penyagolosa

Nerea Díaz / EFEAgro

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Rocío y Nerea Moliner, hermanas y gerente y presidenta respectivamente de Agroforestal Penyagolosa / Foto: Instagram
Rocío y Nerea Moliner, hermanas y gerente y presidenta respectivamente de Agroforestal Penyagolosa / Foto: Instagram

Cultivar trufa en las raíces de encinas inoculadas con esporas del hongo es el objetivo del proyecto que desarrollan dos emprendedoras en Vistabella del Maestrazgo (Castellón) con el que consiguen recolectar el diamante negro tan preciado en la gastronomía mundial.

Manos con trufa negra / Foto: Canva
Manos con trufa negra / Foto: Canva

Rocío y Nerea Moliner, además de hermanas, son gerente y presidenta respectivamente de Agroforestal Penyagolosa, la firma que empezó en 2011 a desarrollar esta idea a los pies del segundo macizo más grande la Comunidad Valenciana, Penyagolosa.

El método de cultivo

El proceso para cultivar trufa tiene varias fases que arrancan con la recolección de las trufas autóctonas (carpóforos maduros) en el monte, para seleccionar las semillas de la trufa (esporas) que después servirán para realizar el proceso de inoculación de raíces en el laboratorio.

Micorriza de trufa negra vista al estereomicroscopio / Foto: Cedida
Micorriza de trufa negra vista al estereomicroscopio / Foto: Cedida 

"Una vez seleccionadas las esporas, se inyectan en las raíces de las encinas que al final generarán las micorrizas en un proceso simbiótico que dará lugar a la trufa", explica la gerente. Este método de cultivo de trufas permite continuar con la producción a pesar de las "escasa lluvias" y las sequías persistentes.

Cómo hallar la trufa: los perros truferos

Hace pocos años, en el sector trufícola internacional, los cerdos truferos se encargaban de localizar y señalizar la trufa valiéndose de su olfato para encontrar el hongo en medio de un bosque de encinas; sin embargo, hoy en España y en herencia del país vecino, Francia, se trabaja con perros truferos adiestrados para encontrar el diamante negro, como también sucede en Italia y en otros países. El entrenamiento consiste en "una especie de juego, donde ellos buscan y si encuentran reciben un premio", describe Moliner.

Perras truferas en la explotación de Agroforestal Penyagolosa / Foto: Cedida
Perras truferas en la explotación de Agroforestal Penyagolosa / Foto: Cedida 

Trufa de Vistabella, sus usos

Trufa de Vistabella es la marca que identifica al hongo de agricultura ecológica recogido en esta localidad. A partir del mismo, se elaboran productos trufados como el aceite de almazara de Atzeneta del Maestrar y la miel, entre otras "delicatessen" que han denominado "sabores de trufa", pues "la trufa debe entenderse como un condimento y no como un alimento", detalla la emprendedora, cuyo proyecto se extiende más allá del cultivo y la recolección e incluirá una perspectiva de divulgación, a partir de futuras visitas guiadas.

Trufa de Vistabella / Foto: Cedida
Trufa de Vistabella / Foto: Cedida

La restauración, además del sector conservero, es el principal destinatario de este preciado hongo para "enriquecer los platos", señala el presidente de la Asociación de Truficultores de Castellón, Alejo Nebot. La trufa negra (Tuber melanosporum) se recolecta en invierno y esta temporada se prevé superar una tonelada de producción, que en el mercado se mueve en la horquilla de entre los 600 a 900 euros por kilo, recalca Nebot.