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El mejor chocolatero del mundo ofrece meriendas por 9 euros en el hotel Mandarin Oriental Barcelona

El chocolatero Lluc Crusellas, de la pastelería El Carme (Vic), presenta cinco pasteles individuales que se podrán degustar por tiempo limitado en este hotel y también para llevar

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

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Los pasteles de Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental / Òscar Gil
Los pasteles de Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental / Òscar Gil

Cinco pasteles individuales con el sello de Lluc Crusellas, ganador del World Chocolate Masters 2022 —título que ostenta durante tres años—, llegan a Barcelona para endulzar las meriendas del hotel Mandarin Oriental. Y lo hacen por tiempo limitado, del 4 de marzo al 26 de abril.

Esta colaboración surge a raíz de una propuesta que le hizo Josep Esturi, chef pastelero del hotel, que buscaba revisitar la idea del afternoon tea y decidió apostar por otra alternativa: la merienda. "Es algo muy nuestro, también el hecho de ir a una pastelería a merendar, que es muy típico de Barcelona", nos cuenta Esturi. 

Los 5 pasteles: precio y disponibilidad

Los pasteleros Josep Esturi y Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona / Òscar Gil
Los pasteleros Josep Esturi y Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona / Òscar Gil

La propuesta de Crusellas consta de cinco creaciones, todas ellas con el chocolate como hilo conductor —"como era de esperar", bromea el Chocolate Masters— de las cuales cuatro son postres estrella en su pastelería El Carme y en su obrador-tienda abierto a finales de 2023, ambos situados en Vic.

Una de ellas es la tarta tatin de manzana caramelizada, con caramelo con galleta speculoos y chantilly. "El caramelizado sabe mucho a toffee, no tanto a caramelo amargo, es muy agradable en boca y lleva dentro un cremoso de nata", matiza Crusellas, y confiesa que éste es uno de sus individuales favoritos. 

También ha optado por otros "clásicos llevados a nuestro terreno", como la sacher, con distintas texturas de cacao y compota de albaricoque; y el xocosù, con crujiente de cacao con mascarpone y café. "Es la versión más chocolatera del tiramisú". Sin olvidar el Ferrero Bombón, una versión XL de estos conocidos bombones, con mousse de chocolate con leche e interior semilíquido de avellana.

La última creación, que es 100% nueva, se llama Mandarin y reproduce el logo de la cadena hotelera. Está elaborada a base de chocolate negro, avellana y galleta de mantequilla, y es la única que sólo se puede degustar en el hotel. Todas estarán disponibles de 15 a 19h, todos los días de la semana, y su precio es de 9 euros cada una. También se podrán comprar para llevar.

Más dulces para Pascua y Sant Jordi

Lluc Crusellas con una de sus monas para la Pascua 2024 / Òscar Gil
Lluc Crusellas con una de sus monas para la Pascua 2024 / Òscar Gil

Los pasteles se elaborarán en el obrador de Vic y se traerán a Barcelona. "De Vic al mundo", dice el chef, en una frase que ya se ha convertido en habitual. Y es que no esconde que esta es una buena oportunidad para tantear Barcelona y ver si definitivamente hacen el salto. ¿Abrir una pastelería? Quizás, no se moja. 

Hace unos meses ya trajeron los chocolates y turrones de su nueva línea Eukarya al barcelonés hotel Yurbban Trafalgar, y funcionó. Aún así, reconoce, "somos prudentes, más vale comer poco y digerir bien". 

Crusellas recuerda que el calendario pastelero viene cargado en las próximas semanas y, por eso, también preparará algunas propuestas especiales para Pascua, que todavía están definir, y para Sant Jordi, unos individuales de rosa, que se podrán degustar en el hotel Mandarin Oriental. 

De hecho, para Pascua ya ha lanzado una colección de siete monas inspiradas en el mundo animal, unas reproducen la textura de sus chocolates Eukarya y otras se presentan laminadas —un sistema que le permite trabajar sin moldes—. "La idea es que la imagen de marca se asocie a estas texturas tan geométricas". Para esta campaña preparan unas 2.500 monas, que sólo se podrán comprar en sus establecimientos de Vic. 

Más 'pop ups' pasteleros en Mandarin

Los pasteles de Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental / Foto cedida
Los pasteles de Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental / Foto cedida

Esturi ya tanteó esto de las colaboraciones dulces hace unos meses con La Dramerie, el proyecto pastelero de Víctor y Sofía, exconcursantes de MasterChef 6; y ahora inicia con Crusellas una serie de tres pop ups, que tendrán lugar a lo largo de 2024.

Todos son "amigos, pero sobre todo grandes profesionales", comenta el pastelero del hotel. Y reconoce que Mandarin "apuesta mucho por la gastronomía, y también por la pastelería, aquí en el hotel somos nueve pasteleros —algo de lo más inusual—, un equipo muy potente. Pero cada hotel tiene su personalidad y hace su propia propuesta", comenta. 

Uno de los confirmados para estas colaboraciones efímeras, según nos avanzan, será Miquel Guarro, que se presenta a nivel personal ya que recientemente se ha desvinculado de la pastelería Hofmann. Será la primera vez que muestre elaboraciones propias para la venta al público. 

Otro proyecto: qué es Taula Dolça

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Los pasteles de Lluc Crusellas en el hotel Mandarin Oriental / Foto cedida

Esturi y Crusellas comparten otro proyecto llamado Taula Dolça, "una asociación de pasteleros, bastante jóvenes en general, aunque no es un requisito, todos de Osona, con inquietud y que tenemos la finalidad de divulgar la pastelería", explica Crusellas.

Empezaron siendo cinco pasteleros, y ahora ya son trece. "Osona es muy potente en gastronomía, tenemos el referente de Osona Cuina —un colectivo que agrupa diferentes restaurantes de esta comarca—, que lleva muchos años. Empezó con Nandu Jubany y otros cocineros, y ahora muchos de los que están son alumnos de ellos", comentan.

Con Taula Dolça, reitera el maestro chocolatero, "no hay pretensión de vender nada, sólo de cuidar la pastelería de nuestro territorio y de difundir la cultura pastelera mediante eventos —el próximo, una intervención en el salón Alimentaria & Hostelco— charlas y otras actividades. Que la gente sepa qué es un buñuelo y si después quiere ir a comprarlo al supermercado, genial, pero ya lo sabe".

Estas colaboraciones son también una magnífica oportunidad para salir de la rutina del día a día, porque "del trabajo con otros pasteleros siempre surgen cosas interesantes, parece que todo sea jauja, pero detrás hay mucho trabajo", dice Esturi.