Las bebidas naturales viven un momento de expansión, de reconocimiento. Sus elaboradores las defienden y las ponen en valor y los comunicadores divulgan sobre ellas mucho más. Pero esta nueva etapa se debe, principalmente, al crecimiento sustancial en el número de consumidores que se plantean pedir una kombucha, probar un vino con características completamente distintas a las que está acostumbrado o apostar por tomarse una cerveza que se salga de las grandes marcas.
Existe un interés y una curiosidad crecientes, y en parte inéditos, por conocer más allá de lo que, en términos generales, hemos bebido toda la vida. En este contexto nace BENA (BEbida NAtural), de la mano de Arlette Herreros, profesional de sala, como primera feria que se celebra en Santander (Cantabria), dedicada en su totalidad a las bebidas que pueden etiquetarse dentro de la categoría de “naturales”, tanto alcohólicas como sin alcohol.
Sin intermediarios
Cuando le pregunto a Herreros, responsable de la sala y de la oferta vínica del restaurante santanderino Umma, por el nacimiento de BENA, su respuesta es clara. Tenían ganas de innovar en Cantabria y de poner en valor este tipo de bebida, acercando el elaborador al consumidor y viceversa, “mostrando pequeños proyectos con mucho trabajo detrás, que hacen las cosas muy bien, con respeto por el terroir, por la zona”.
El formato de feria, en la que cada asistente dispone de una copa y puede ir probando aquí y allá, en cada uno de los estands, es idóneo para su propósito. Fomenta la conversación, facilita un flujo directo de intercambio de información y permite que sean los propios elaboradores los expliquen sus proyectos al público sin intermediarios. Se trata de "generar un nuevo punto de vista y de muestra de este tipo de bebidas”, afirma.
Si hablamos de vino, una de las bebidas estrella de BENA, Herreros apunta que lo que buscan es posicionarlo como una bebida para todo el mundo, no solo para quienes manejan grandes presupuestos o tienen mucho conocimiento sobre esta bebida, permitiendo que el consumidor salga de las referencias que maneja normalmente en la hostelería y animándole a probar cosas nuevas, “fuera de lo que se ve normalmente en todos los sitios”, indica. ¿Su deseo? “Que la gente beba bien y que pueda beber todo el mundo”.
El germen: Umma Restaurante
En el número 47 de la calle del Sol, en Santander, Miki —Miguel Ángel Rodríguez—, Arlette y su equipo son Umma. El espacio, de techos altos con reproducciones de pinturas rupestres, paredes de ladrillo visto y obras de artistas locales se divide en una barra y un comedor en dos alturas, con la cocina “escondida” tras la escalera, en una cápsula de cristal que permite observar al comensal curioso.
Umma es, en esta capital de provincia norteña, uno de los pocos estandartes en los que lo local, la cercanía y el producto se practican más allá de los cánones del clasicismo y la tradición. Son capaces de diseñar una oferta en la que los ingredientes de proximidad se combinan con grandes dosis de creatividad y se comprenden de maneras más actualizadas, bien puestas al día.
Por eso, no es de extrañar que BENA nazca precisamente en esta sala, a iniciativa de quien es la defensora de los proyectos y referencias que se incluyen en su carta de vinos. Con una oferta de bebida alineada con la esencia de su cocina, en un concepto total de coherencia en el que se priorizan los vinos naturales —muy poco frecuentes en la oferta gastronómica de la restauración en Santander— y otras bebidas artesanas de la misma categoría.
Herreros apunta que de este modus operandi en Umma surge BENA como nuevo movimiento para dar a conocer su filosofía, la del restaurante y la de su departamento de bebidas. Una feria con la que quieren “generar otra visión” y demostrar que “hay más cosas fuera de lo que se ve normalmente en todos los sitios”.
Coge tu copa, prueba y pregunta
Los elaboradores han respondido entusiasmados a la llamada de Arlette y suman ya más de treinta las confirmaciones para esta primera edición, que reunirá una gran cantidad de referencias de vinos, cervezas, orujos, kombuchas y zumos naturales elaborados en la región, pero también llegados desde otros puntos de España.
Una oportunidad perfecta para acercarnos a sus elaboradores, conocer su historia y, por supuesto, catar sus bebidas.
El próximo domingo, 21 de enero, en la misma calle del Sol, la galería Inder Espacio será punto de encuentro para proyectos como Microbio Wines, bodega segoviana junto a la cual Umma elabora su propio coupage de tinto y blanco, un vino llamado Jarto que puede probarse en el restaurante.
Pero también reunirá elaboradores regionales como Bodega Sel D’Aiz; Orulisa, el precioso proyecto de Isabel, tercera generación de destiladores en la comarca de Liébana; las cervezas artesanas Dougall’s de Liérganes o La Lleldiría, proyecto de elaboración de quesos y kombuchas en Merilla.
Además, otros tantos, llegados de todo el país: Bodega Makatzak, Vinos Al Margen, Coruña del Conde, Clos Lentiscus, Oriol Artigues, Cyclic, Cal Xurriu, Bodegas La Cueva, Daniel Ramos, Vinificate, Agrícola Calcarea, Parés Baltà, Pego de Tolina, Raúl Moreno, Goyo García, Microbodeha de Alumbro, Caminos de Aliste o Alto do Joa.
Horarios y precio
Sus elaboraciones se podrán catar, desde las 11 hasta las 19.30 horas, aunque será desde las 18 horas cuando haya, además, una sesión de música pinchada por un DJ. Y es que en Umma siempre han sabido combinar gastronomía con otras disciplinas, siendo la música un pilar fundamental de los eventos que organizan.
La entrada a BENA cuesta 15 euros y puede adquirirse el mismo día (21 de enero) en la puerta del evento. ¿Qué incluye? La copa de cristal con el logo de BENA grabado (disponible para los primeros 250 asistentes) y todas las consumiciones que se hagan dentro de la feria.
Al más puro estilo francés, el visitante irá probando tantas bebidas como desee y limpiando él o ella mismo su copa en los puntos habilitados para este fin. Al finalizar el día, podrá llevarse la copa. Y para complementar la bebida, ese domingo Umma permanecerá abierto mientras dure la feria con una oferta especial en una carta corta que incluirá algunos de sus imperdibles, perfectos para picar y compartir.
