Café con crema catalana: probamos la última ocurrencia de Starbucks, que en realidad no es nueva

Tomamos una de las nuevas bebidas virales de la cadena de cafeterías: ¿es buena idea combinar café con este postre tradicional? ¿Sabe a crema catalana o a café?

Iker Morán, periodista y autor en Hule y Mantel

Periodista

Guardar

Uno de los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán
Uno de los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán

Algunos dicen que ha sido un actor clave a la hora de llevar por todo el mundo la cultura del café. Otros no dudan en señalar a Starbucks como el paradigma del café muy corriente vendido a precio de oro. Y, si preguntamos a cualquier purista del café de especialidad, es posible que defienda que lo que vende esta cadena son batidos, no café.

Seguramente algo de verdad hay en todos esos discursos, pero como cualquier otra gran cadena, hay que reconocer que Starbucks tiene una gran capacidad a la hora de convertir en virales algunas de sus bebidas. O polémicas, porque la reciente campaña alrededor de sus cafés con crema catalana ha sorprendido a muchos.

Pero, ¿es buena idea combinar café con este postre tradicional? ¿Sabrá a crema catalana o a café? ¿Realmente hace falta que un café sepa a crema catalana? ¿Está Starbucks sumándose a su manera a esa reciente campaña de defensa de la cocina catalana? Solo hay una manera de intentar resolver estas dudas existenciales: probar los nuevos cafés que, lógicamente, solo están disponibles en los locales de la cadena en Cataluña. Promocionar la crema catalana en, por ejemplo, Madrid, sería seguramente más gracioso, pero quizás menos efectivo para las ventas.

¿'Crème brûlée' o crema catalana?

Los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán
Los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán

Y es que, para sorpresa de nadie, esto no parece parte de ese autoproclamado movimiento de autodefensa de la cuina catalana, sino una idea de los de marketing para intentar hacer un guiño al público local. O a los turistas que andan por Barcelona en busca de experiencias, ejem, auténticas. 

Hay tres bebidas dentro de esta gama de crema catalana: cold brew, brown sugar frapuccino y el iced shaken expresso. El mundo del café es muy dado a los anglicismos, así que tampoco vamos a afearles esos enrevesados nombres porque es parte de la política habitual de la casa. Aquí lo raro sería pedirse un café con leche así, a secas.

La primera bofetada de realidad llega al ver otro cartel en el que los baristas recomiendan sus favoritos y, sorpresa, el café de crema catalana se ha convertido de repente en un "Crème Brûlée Iced". Tampoco es que uno espere encontrar en Starbucks una copia del Corpus de Cuina Catalana, pero mencionar este postre francés mundialmente conocido para hablar de crema catalana suena casi ofensivo. "Son muy parecidos", dirán algunos con razón. "¡Pero no son lo mismo!", bramarán otros.

Pero que no cunda el pánico, porque hay una explicación muy sencilla: en realidad estas bebidas con crema catalana no son nuevas, sino una adaptación local de la gama crème brûlée lanzada en diversos países de Europa, incluido España, la primavera del año pasado. De hecho, tirando de hemeroteca se puede ver como en Reino Unido existe un café crème brûlée latte desde, por lo menos, 2018. Aquí lo único nuevo parece el nombre.

Cafés con crema catalana: la cata

Los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán

Los cafés con crema catalana de Starbucks / Iker Morán

Aclarado el tema, toca probarlos. Con tres tamaños disponibles y precios entre 4,40 y 7,40 euros según el café elegido y el volumen, nos hemos conformado con la versión más pequeña del frapuccino y del espresso helado y agitado, ambos con crema catalana. Incluso compartidos, el nivel de azúcar es suficientemente alto como para que, salvo golosos empedernidos, acabe resultando un tanto empalagoso.

Y es que, como ocurre con muchas bebidas de esta cadena, aquí el error es ir pensando en un café y no en una suerte de batido que tiene, entre sus muchos ingredientes, un shot de café. Su sabor se percibe con algo más de claridad en el caso del iced shaken espresso pero cuesta mucho más encontrar rastros de café en el frapuccino entre tanto dulzor mezclado con vainilla y caramelo.

Porque, básicamente, a eso saben estas dos bebidas que homenajean a la crema catalana o a la crème brûlée a base de una buena dosis de estos dos sabores. Es verdad que ambos están presentes en la receta del postre y que por ahí se pueden buscar los parecidos entre la crema catalana y lo que estamos bebiendo. Cremoso, muy dulce y bien frío, sería mentira decir que no está bueno porque la mezcla de café poco con vainilla y caramelo es un éxito asegurado para los amantes de este tipo de bebidas tan de Starbucks.

Eso sí, considerarlo café o crema catalana, lo dejamos a gusto del consumidor. Quienes se animen a probarlo, no está muy claro cuánto durarán en el menú porque, por ejemplo, ahora mismo la cadena ya está promocionando sus cafés con sabor y color lavanda, pero cabe su poner que al menos aguantarán como parte de la oferta durante al menos la primavera.

Archivado en: