Esta cerveza de Asturias brota de un manantial del siglo XIX

Esta es la historia de cómo el balneario de Borines (Asturias) pasó a ser una planta embotelladora de agua y, actualmente, es sede de la cervecera artesana Ordum

Javier Llavona

Periodista de viajes y gastronomía

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Camarero con un tirador de cerveza Ordum / Foto: Guillermo Álvares
Camarero con un tirador de cerveza Ordum / Foto: Guillermo Álvares

La roca caliza del oriente de Asturias es perfecta para que el subsuelo se llene de cavidades y simas. Como sucede en la sierra del Sueve —hogar del asturcón, caballo endémico del Principado—, que cobija uno de los manantiales más conocidos en el norte de España. Está en la pequeña aldea de Borines, rodeada de casas de indianos, en un bucólico punto donde las aguas kársticas vierten su lengua cristalina hacia el exterior. 

Cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez
Cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez

Durante casi un siglo, Borines ha sido conocida por su agua mineral, rica en carbohidratos sódicos, ahora lo es por su cerveza artesana. Llegan nuevos tiempos para el municipio, con proyectos ilusionantes que recuperan activos industriales únicos, al servicio de la ciudadanía y que dan una vuelta de tuerca al entorno. 

Los orígenes del balneario

La historia de Borines no se entiende sin su balneario. En 1855, el doctor Arto descubrió unas aguas sulfurosas y ricas en bicarbonatos en un pequeño reguero a los pies de la sierra del Sueve, muy cerca de la cueva del Sidrón. Inaugurado como recinto sanitario en 1892, fue todo un polo de atracción de lo mejor de la sociedad de finales del siglo XIX, con visitas de personajes como Sagasta.

Antiguo salón de baile del balneario de Borines  / Foto: Guillermo Álvarez
Antiguo salón de baile del balneario de Borines  / Foto: Guillermo Álvarez

El balneario, que contaba con sauna, comedor, capilla y habitaciones para los huéspedes, disponía de unas instalaciones a la vanguardia para la época. Pero el comienzo del siglo XX fue el declive de las instalaciones terapéuticas, dando lugar al cierre del mismo en 1920 y reabriendo como planta embotelladora de aguas naturales y carbonatadas. Así es como nació Aguas de Borines.

Un agua emblemática

Hasta hace poco, no era difícil encontrar una botella de Aguas de Borines en las mesas y chigres asturianos. Emblema de la gastronomía asturiana, su etiqueta azul marino era símbolo de calidad y de unas traslúcidas aguas ricas en carbonato sódico, que le conferían un característico tono al paladar que, hasta la fecha, era difícil de igualar. 

Botellas de la desaparecida Aguas de Borines / Foto: web
Botellas de la desaparecida Aguas de Borines / Foto: web

Con menciones y premios a nivel nacional e internacional, Aguas de Borines había puesto en el mapa esta pequeña localidad del concejo asturiano de Piloña. En los últimos años, la planta se había especializado en la hostelería. Pero la necesaria reforma del sector, y posteriormente la llegada de la pandemia, han sido la puntilla para que el legado de Borines quedase abocado al olvido. 

Cerveza artesanal “fecha” en Asturias

Aunque, quizás, no del todo. Porque la cervecera Ordum, cuyo nombre hace referencia a hordeum —lúpulo, en latín—, ocupa, desde 2018, y por caprichos del destino, las antiguas instalaciones de Borines. Ordum nació en todo un clásico de la noche ovetense, Ca’Beleño, un imperio de música en directo, folk en clave celta y cervezas artesanales con arraigo. Y el proyecto, lejos sumarse al carro del boom de las cervezas artesanales, demuestra que ha llegado para quedarse. 

Cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez
Cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez

Muchos asemejan su elixir dorado a las cervezas lager. Y es que el agua que utilizan, proveniente del manantial La Victoria, nada tiene que envidiar a las características de los manantiales de Pilsen, en la República Checa, cuyas concentraciones minerales y dureza hacen que sean perfectas para esta variedad de cervezas doradas y transparentes, con abundante espuma y que desechan la imagen tosca y ruda de las cervezas artesanales. 

Al igual que la checa, su baja fermentación rompe espuma en vaso, como se hacía en el siglo XIX en los icónicos cristales de Bohemia. Y aunque hoy en día las bañeras históricas son recuerdo ahogado de lo que fue Borines, siempre se puede disfrutar de una jarra fría en medio de un bosque asturiano. 

Una visita a Ordum 

El proyecto que el equipo de Ordum ha establecido en Borines va más allá de la simple producción de cervezas artesanales. El antiguo chalé del propietario del balneario se recupera como laboratorio donde el lúpulo, la cebada y el agua de La Victoria juegan para crear la esencia de este especial líquido dorado. 

Zona de elaboración de la cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez
Zona de elaboración de la cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez

Conocer de primera mano este proceso de elaboración es posible gracias a las visitas guiadas que se organizan los viernes, sábados y domingos y que tienen un precio de diez euros —se devuelve la mitad si se hace una compra en su tienda—. Además, se puede contemplar el comedor del antiguo balneario y disfrutar de una pequeña degustación de cervezas que no te dejarán indiferente. 

Espacio de arte

El antiguo balneario, asimismo, se ha recuperado para abrirse como lugar de celebración de eventos y exposiciones. Mantiene el halo de elegancia de finales del siglo XIX, con un precioso hall de entrada o el salón de baile donde parece que el tiempo se ha detenido, y es posible visitar exposiciones de artistas locales que complementan el incipiente tejido cultural independiente —se han creado espacios como La Benéfica de Piloña o el festival Una señora fiesta— que está naciendo en este concejo asturiano.

Food truck de la cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez
Food truck de la cerveza artesana Ordum (Asturias) / Foto: Guillermo Álvarez

Durante los meses estivales, el área recreativa de El Chorrón, muy cerca de la fábrica, cuenta además con un food truck singular. Un 4x4 aparatoso donde disfrutar las diferentes cervezas que Ordum ofrece en su catálogo mientras se degustan tortos con cordero xaldu —raza autóctona asturiana— y ternera criada en casa. Una singular forma de saborear la gastronomía asturiana, mientras que el ruido de la cercana cascada rompe el silencio del corazón del bosque. // Cervezas Ordum. Ctra de Borines, s/n, Boriñes, Piloña (Asturias). Tel.: 985 210 960

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