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Reducetarianismo, comer menos carne ya tiene otro nombre

¿Qué es el reducetarianismo? ¿En qué se diferencia del flexitarianismo? Resolvemos las dudas sobre esta tendencia alimentaria nacida en 2015 que ahora vuelve a estar en boga

Iker Morán, periodista y autor en Hule y Mantel

Periodista

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Ingredientes que podrían integrar una dieta reducetariana o flexitariana / Foto: Canva / Reducetarianismo, comer menos carne ya tiene otro nombre
Ingredientes que podrían integrar una dieta reducetariana o flexitariana / Foto: Canva / Reducetarianismo, comer menos carne ya tiene otro nombre

En la lista de términos que pretenden definirnos según lo que comemos o no hay una que no es nueva pero sí bastante desconocida. Y dicen quienes saben de tendencias alimentarias que en 2023 igual da que hablar: el reducetarianismo. El nombre no deja mucho margen a la imaginación y, como es fácil de suponer, se trata de una forma de alimentarse en la que se reduce la cantidad de productos de origen animal, aunque sin tener que renunciar totalmente a ello.

“El movimiento reducetariano está compuesto por individuos que se han comprometido a comer menos carne —carnes rojas, aves de corral, pescados y mariscos— así como menos productos lácteos y menos huevos, sin importar el grado o la motivación”, leemos en su web oficial.

Una acercamiento a la alimentación a base de vegetales —lo que ahora muchos conocen como plant based— pero desde una posición muy moderada, tanto en el discurso, como en las formas y los tiempos. De hecho, evitar el cansino debate entre veganos y omnívoros se cita como una de las claves de este movimiento que, por cierto, el próximo octubre celebrará en Denver su primer congreso mundial.

Difencias entre reducetarianos y flexitarianos

Alimentos de una dieta flexitariana / Foto: Canva
Alimentos de una dieta flexitariana / Foto: Canva

¿Pero eso no existía ya? ¿Ahora que habíamos aprendido lo que era un flexitariano le cambian el nombre? La pregunta tiene toda su lógica porque la definición de ambos conceptos es tan parecida que parece más un tema de naming que de alimentaciones diferentes. Desde el movimiento reducetariano aclaran el tema: “Mientras los flexitarianos consumen primordialmente verduras y vegetales y ocasionalmente consumen carne, los reducetarianos reducen con atención y de forma gradual, su consumo de carne respecto a sus propias dietas”.

Tampoco es que quede nada claro, pero de nuevo parece insistirse en la idea de que cualquiera puede ser reducetariano y que no es una cuestión de medidas o de días que se come o no carne, sino de actitud. O de conciencia de que reducir la ingesta de alimentos de origen animal es mejor para la salud y para el planeta. Una recomendación que la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) apoya, ya que el excesivo consumo de proteína animal está asociado al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, presión sanguínea elevada, obesidad o diabetes de tipo 2, así como ciertos tipos de cáncer, entre otros.

Frutas, verduras, cereales y otros alimentos de origen vegetal / Foto: Canva
Frutas, verduras, cereales y otros alimentos de origen vegetal / Foto: Canva

Si desde algunos sectores del veganismo ya se critica la idea del flexitarianismo por ser poco más que un lavado de cara a la dieta animal de siempre, cabe suponer que su opinión de los reducetarianos no será mucho mejor. Curiosamente, a la inversa ocurre todo lo contrario, y desde este movimiento incluso se asegura que los veganos son simplemente reducetarianos que han conseguido reducir a cero el consumo de productos de origen animal.

Su origen y... ¿consolidación?

Sopa de calabaza y tacos de jackfruit, dos recetas de la Reduceterian Foundation / Foto: web
Sopa de calabaza y tacos de jackfruit, dos recetas de la Reduceterian Foundation / Foto: web

Lejos de ser una idea nueva, en 2015 Brian Kateman acuña el concepto de reducetarianismo. En realidad, se trata de ponerle nombre a algo que, seguramente, se ha hecho toda la vida por cuestiones culturales o porque, sencillamente, la carne era más cara y el presupuesto no llega. Vaya, que la dieta de muchos países en vías de desarrollo es reducetariana sin ellos saberlo ni mucho menos haberlo elegido.

El caso es que a lo largo de 2016 esta propuesta ya tuvo unos cuantos titulares, y en 2017 el propio Kateman publicaba The Reducetarian Solution, algo así como la guía sobre este sistema de alimentación y sus ventajas. Pese a ello, parece que el término ha estado en letargo unos cuantos años y ahora vuelve a reivindicarse. Algunos aseguran que será una de las modas de este 2023.

Diversos libros publicados por la Reduceterian Foundation / Foto web
Diversos libros publicados por la Reduceterian Foundation / Foto web

Tal vez su discurso conciliador y alejado de los siempre jugosos enfrentamientos entre quienes defienden un tipo de alimentación u otro ha dado poco juego informativo. Se trata del huir del todo o nada, defiende su fundador. Habrá que ver si en este segundo advenimiento de reducetarianismo su mensaje cala. O mejor dicho, si en realidad ya ha calado y ellos simplemente quieren recordar que le han puesto nombre.