Roscones de Reyes solidarios: las pastelerías de Cataluña se vuelcan con distintas causas sociales

Del Gremio de Pastelería de Barcelona a obradores y cadenas artesanas, varias pastelerías destinan parte de la venta de roscones a proyectos sociales y sanitarios

Guardar

El roscón de Reyes de Daniel Jordà es, en efecto, un brioche / Òscar Gómez
El roscón de Reyes de Daniel Jordà es, en efecto, un brioche / Òscar Gómez

Las pastelerías artesanas de Cataluña vuelven a convertir el tradicional roscón de Reyes en un gesto solidario. Con motivo de la próxima festividad del 6 de enero, el Gremio de Pastelería de Barcelona, en colaboración con la Fundación Villavecchia y GoodMax Fundraising Team, impulsa una nueva edición de la campaña solidaria ‘Este año paga el Rey’, para recaudar fondos para niños con cáncer y otras enfermedades graves, así como para sus familias.

La iniciativa propone que los establecimientos adheridos —se puede consultar la lista completa aquí— realicen una donación mínima de un euro por cada roscón vendido, una aportación que se destinará íntegramente a la finalización y equipamiento del Pabellón de la Victoria, ubicado en el recinto histórico del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Con una apertura prevista para 2026, será el primer espacio especializado de cuidados paliativos pediátricos de España, que dará atención integral a niños y jóvenes con enfermedades incurables, en fases avanzadas o en situación de final de vida.

Además de la aportación directa de los pasteleros, los consumidores también podrán colaborar de forma activa. Los roscones solidarios incluirán una figurita del Rey con un código QR, que permitirá a quien la encuentre convertirse en Rey Solidario y realizar una donación voluntaria adicional mediante Bizum a la Fundación de Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia, siguiendo las instrucciones incluidas en el envoltorio.

Elaboración de un roscón de Reyes tradicional / Cedida Escola de Pastisseria del Gremi de Barcelona
Elaboración de un roscón de Reyes tradicional / Cedida Escola de Pastisseria del Gremi de Barcelona

“En una fecha tan señalada para niños y niñas, desde el Gremio de Pastelería de Barcelona queremos apoyar a aquellos que atraviesan situaciones especialmente difíciles, así como a sus familias”, explica Miquel Zaguirre, presidente del Gremio. “Con el roscón de Reyes solidario, además de visibilizar su realidad, contribuimos económicamente e invitamos a nuestros clientes a hacerlo también”.

Por su parte, Anna Varderi, gerente de la Fundación Villavecchia, destaca que “nuestro objetivo es cuidar la vida en todo momento y acompañar a las familias cuando más lo necesitan. Campañas como esta hacen posible seguir avanzando gracias a la implicación de toda la sociedad”.

Otros roscones solidarios en Cataluña

No es la única iniciativa solidaria alrededor de la venta de roscones. Como ya es tradición, la panadería y pastelería Turris colabora con la Fundación Esclerosis Múltiple y destinará una parte de los beneficios recaudados por la venta de sus roscones a la investigación de esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta cerca de 12.000 personas en Cataluña, y al acompañamiento de las personas que la sufren. 

Estos roscones se podrán comprar, a partir del 2 de enero, en las panaderías de Turris de Barcelona, Cornellà, El Prat de Llobregat, Rubí, Sant Cugat, Badalona, Mataró, Sabadell, Terrassa y Granollers. Además, dentro de algunos se esconderá una sorpresa: la oportunidad de ganar entradas de teatro, gracias a la colaboración con ADETCA.

Otro obrador que ya hace años que elabora su roscón solidario para estas fechas es Panes Creativos (Barcelona), con Daniel Jordà a la cabeza. Todavía no ha dado detalles concretos sobre la iniciativa, pero sí que ha avanzado que será "roscón solidario, riquísimo y muy original". Por cada unidad vendida, los beneficios se donarán al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Seguiremos informando. 

Por otro lado, la cadena Santagloria, que termina el 2025 con la apertura de una nueva tienda en Barcelona, donará a Acción contra el Hambre 1 euro por cada roscón de Reyes vendido durante la campaña de Navidad, hasta el 6 de enero de 2026.

Los fondos generados apoyarán, principalmente, los programas de inclusión sociolaboral de la organización en España, centrados en dotar a las personas de las capacidades y competencias necesarias para crear un negocio o trabajar por cuenta ajena, garantizando así un medio de vida que les aleje de la pobreza y la exclusión. También para los programas de transferencias monetarias vinculados a una alimentación saludable, una alternativa más eficiente al tradicional reparto de alimentos que permite a las familias comprar alimentos en supermercados con autonomía, dentro de un listado amplio y saludable de productos básicos.

El roscón clásico sigue siendo el favorito

En paralelo a la vertiente solidaria, el Gremio de Pastelería prevé que las ventas de roscones de Reyes se mantengan en cifras similares a las del año pasado. Como es habitual, el roscón clásico de mazapán y fruta confitada volverá a liderar las preferencias, seguido muy de cerca por el relleno de nata. No obstante, muchas pastelerías artesanas aprovecharán la campaña para ofrecer versiones más innovadoras, con rellenos como chocolate, pistacho, mascarpone o crema de limón.

Desde el Gremio recuerdan que el roscón de pastelería es un producto artesanal, que requiere entre seis y ocho horas de elaboración y se hornea pocas horas antes de su consumo, generalmente la noche de Reyes o el mismo 6 de enero. Por ello, tanto la producción como la venta se concentran en apenas un par de días de intensa actividad para los obradores.

Roscón de Reyes relleno de chocolate / Canva
Roscón de Reyes relleno de chocolate / Canva

También se distingue por el uso de ingredientes naturales y de calidad, como masa madre, harina, huevos frescos, mantequilla y almendra marcona, en el caso del mazapán. Mención especial merece la fruta confitada, elaborada a partir de fruta real —naranja, cerezas y melón— que se cuece lentamente con agua y azúcar. Durante este proceso pierde su color natural, motivo por el cual se tiñe posteriormente con colorantes naturales.

Desde el Gremio insisten en que, cuando es de calidad, la fruta se integra perfectamente en el roscón, aportando jugosidad y textura, a diferencia de muchos productos industriales, donde a menudo se sustituye por calabaza por razones de coste.

Otra de las diferencias clave es la ausencia total de conservantes y colorantes artificiales. Según un estudio de la OCU, los roscones industriales contienen una media de once aditivos, y algunos llegan a superar los veinte.

En cuanto a su origen, se cree que el tortel de Reyes tiene sus raíces en las fiestas de invierno de la antigua Roma, donde se elaboraban tortas con higos, dátiles y miel. En el siglo III se incorporó el haba, símbolo de prosperidad, y más tarde, en la Francia del siglo XVIII, apareció la sorpresa, inicialmente en forma de moneda de oro. En Cataluña, la tradición se consolidó a principios del siglo XX, inspirada en el gateau des Rois francés, y ganó popularidad gracias al atractivo de la figura escondida, especialmente entre los más pequeños.

Archivado en: