Ya llegó el otoño. El Día de Todos los Santos lo confirma, especialmente en Cataluña. Allí, no se celebra tanto Halloween como la Castañada. Alrededor del 1 y del 2 de noviembre, las familias se reúnen en la mesa para recordar a sus seres queridos, con castañas y boniatos asados sobre la mesa. Los días anteriores, algunas familias y colegios han ido a seleccionar el producto al bosque.
Esta costumbre no es más que una excusa más para unir a la familia y comer algo caliente. Pasa en toda España. A la que llega el otoño, apetece comer algo calentito y las castañas asadas se convierten en el snack perfecto para esta época del año.
El método de Dani García para asar castañas
En Cataluña, como en otras comunidades autónomas, en las calles aparecen pequeñas paradas callejeras que ofrecen este manjar. Otros, prefieren hacerlas en sus casas. Lo tradicional siempre ha sido asarlas en el fuego con una sartén llena de agujeros que escalfan este fruto. A falta de fuego, siempre se pueden hacer al horno, pero hay trucos.

El chef Dani García ha encontrado un camino alternativo. No hace falta fuego ni horno. Asegura que una sartén normal y saber cómo hacerlas.
En un vídeo compartido en sus redes sociales, el cocinero malagueño ha desvelado su secreto para asar las castañas y dejarlas en el punto perfecto. Y hay un básico: “Hay que taparlas para que se cocinen”. Las castañas no son palomitas, no saltan, pero deben hacerse bien. El chef señala que al taparlas, el fruto empieza a “sudar”.
Este alimento, al fuego, libera la poca agua del que se ha alimentado y genera su propio vapor “suden” y se hagan con su propio vapor. Con ese vapor, concentrado al poner la tapa, la castaña se asa poco a poco. De este modo, el interior queda tierno y la piel se despega fácilmente.
Cómo preparar castañas con sartén
Su método es sencillo y rápido: las castañas se cocinan a fuego medio durante unos 18 minutos, y a mitad de tiempo se les añade un toque de sal en escamas, lo que intensifica su sabor. Además, recomienda usar una sartén vieja, de esas en las que “se pega todo”, ya que estará varios minutos al fuego sin líquido y sufrirá el calor directo. Aquí la receta:

Ingredientes
- Castañas frescas (la cantidad que se desee)
- Sal gruesa o en escamas, al gusto
Paso a paso
- Con un cuchillo afilado, haz un corte longitudinal en la cáscara de cada castaña, sin llegar a cortar el fruto por completo. Este paso es esencial para evitar que revienten durante la cocción y para facilitar el pelado posterior.
- Coloca las castañas en una sartén amplia, en una sola capa, a fuego medio-alto (nivel 7 sobre 10).
- Tapa la sartén y deja que se cocinen unos ocho minutos. El vapor que se forma dentro ayudará a que la cáscara se ablande y el interior quede jugoso.
- Destapa, remueve las castañas y espolvorea un poco de sal.
- Vuelve a tapar y deja que se terminen de asar unos diez minutos más, removiendo de vez en cuando para que se doren de manera uniforme.
- Retira del fuego y deja reposar un par de minutos. Para mantenerlas calientes y facilitar que se pelen, guárdalas en una bolsa de papel o envuélvelas en un paño limpio.
No hay más. Tras seguir estos pasos, el último es comerlo sin cargo de conciencia. A diferencia de otros frutos secos, las castañas tiene muy poca grasa.
Según la Fundación Española de la Nutrición, aportan unas 200 kilocalorías por 100 gramos, menos de la mitad que otros frutos secos. Incluso por debajo de las nueces o las almendras. A su favor, este fruto contiene muchos más hidratos de carbono complejos, lo que las convierte en una fuente de energía sostenida, ideal para los más deportistas. Eso sin contar que son ricas en fibra, potasio, magnesio y vitaminas del grupo B. Un snack perfecto para consumir entre horas. Y, además, saludable.

