Barcelona empezó a tomar carrerilla en las aperturas de restaurantes a finales de año y la vida gastronómica ha vuelto de manera exponencial. Esta primavera viene cargadita de estrenos, marcada sobre todo por la reciente puesta en marcha de Teatro, que reemplaza a Tickets, ya sin Albert Adrià, que prepara la vuelta de Enigma; la unión de Rafa Zafra y el Hotel Palace; así como la izakaya que han construido Hideki Matsuhisa de Shunka (con estrella Michelin) e Iñaki López de Viñaspre de Grupo Sagardi.
Además, mucho local donde el brunch o el vermut se alargan, cartas vegetales que certifican proximidad y la siempre latente influencia de las cocinas de Japón y México. Barcelona recupera la efervescencia turística (no lo podemos evitar), y los hoteles vuelven a ponerse las pilas. Por último, una noticia que no nos puede dar más alegría: la reapertura del Cafè del Centre, un bar histórico, que además es patrimonio arquitectónico de la ciudad, y que hemos logrado salvar de la quema uniformizadora. Victoria.
Cafè del Centre
Sus guirnaldas modernistas, sus mesas de mármol... todo lo han conservado y restaurado para que el Cafè del Centre mantenga esa esencia especial, la de uno de los bares más históricos de Barcelona, cuyos orígenes se remontan al 1873 o antes. Así lo reivindica el Grupo Confiteria, su nuevo propietario, que acaba de reabrirlo con una propuesta gastronómica informal y que hace salivar: desde el croissant de ensaladilla rusa, pasando por las bombas de bacalao y los puerros escalivados con cecina, hasta la terrina de carrillera de ternera y capipota. Tradición moderna en toda regla. El plus: una carta de vinos naturales "arriesgada, para gente con ganas de probar cosas nuevas", dicen, y otra de cocktails con los "greatest hits" del grupo (Dr. Stravinski, Paradiso, La Confiteria, Balius). // Cafè del Centre. c/ Girona, 69. Tel.: 935 630 497. Precio: 25-30€
Amar Barcelona
Quizás sea una de las aperturas más esperadas del año, la que une al chef Rafa Zafra (Estimar) con el histórico hotel El Palace Barcelona. Aquí también confluyen su pasión por el producto del mar y por las cocciones. Hay homenajes a las ostras y al caviar, y guiños a los clásicos del antiguo Ritz y a la cocina tradicional catalana, con platos que van del mar a la montaña, pero sobre todo hay una despensa de máxima calidad. Le acompañan en el camino los socios habituales Anna Gotanegra, familia de reconocidos proveedores de pescado de Roses, y Ricardo Acquista; también el chef Gonzalo Hernández, su mano derecha, y aquí jefe de cocina. De la bodega se encarga Diana D’Urso, y de la pasteleria Cristina Ramon. Un lujo, con sabor a mar. // Amar Barcelona. Gran Via de les Corts Catalanes, 668. Tel.: 931 039 988. Precio: 100-120€
Funky Bakers Eatery
El proyecto funky de Seyma Ozkaya ha crecido desde que abrió su primera casa en el Born, un espacio consolidado a la pastelería y la panadería —su pan hebreo challah es una delicia—. A su primer deli, una tienda de productos gourmet y vinos que inauguró en el Eixample, suma ahora el nuevo Funky Bakers Eatery, que combina restauración y panadería. Su doble carta es interesante, con una propuesta de desayunos, desde smørrebrød daneses hasta gachas de arroz negro con fruta; y otra para comidas y cenas, que se inspira en la herencia cultural turca y viajera de su fundadora. A la sartén, al horno o a la cazuela hay buenas recetas por descubrir. Y, atentos, porque también se atreven con los vinos naturales. A favor. // Funky Bakers Deli. c/ Bailén, 61.Tel.: 681 952 313. Precio: 25-35€
Carmina
Los tentáculos del Grupo Isabella’s avanzan implacables: tras la apertura de Gala, en el antiguo El Principal, con su combo de cocina mediterránea, cocteleria y club nocturno; llega Carmina, en el local del Senyor Parellada, emblema de la cocina catalana en el Born, que cerró afectado por la fatídica fórmula COVID más jubilación que también se ha llevado a otros por delante. Dicen que respetan su legado haciendo una "cocina de fonda reconfortante, para gente joven (de espíritu)". Encaja, esa mezcla de gente guapa y buena comida es algo a lo que nos tienen acostumbrados. En la carta, de Josep Maria Masó, hay desayunos "de forquilla", cocina de mercado y un final apoteósico en forma de carro de quesos y postres. // Carmina. c/ Argenteria, 37. Tel.: 936 061 524. Precio: 40€
Teatro (antes Tickets)
La posible pérdida de Tickets tocó la fibra de muchos paladares de dentro y fuera de la ciudad. El primer proyecto que unió los apellidos Adrià e Iglesias, supuso un revulsivo positivo para la restauración y perderlo por completo se leía como el fin de una etapa muy fructífera en Barcelona. Finalmente cayó el rótulo y la asociación Adrià, pero no su esencia. Ahora es Teatro, una reformulación que mantiene a la mayor parte del equipo de cocineros, sala y proveedores. La carta ha menguado, pero los clásicos de antaño se mantienen y se han incorporado platos realmente buenos, de fondo y guiso. También los precios han decrecido, mucho más asequibles que en su anterior etapa. Escribimos largo y tendido sobre qué se come, cuánto se paga y qué significa Teatro en una crónica inmediata a su apertura. // Teatro Kitchen & Bar. Av. Paralelo, 164 / Mediodías de martes a sábado de 13h a 15h. Noches de martes a sábados de 20h a 22.30 / Precio: 50-60€ // Nuestra crítica:
The Egg Lab
Seria raro hablar de aperturas y no listar un local entregado al brunch, así que aquí lo tenemos. De todo modos, hay que reconocer que The Egg Lab es especial: pan de masa madre del Forn de Sant Josep, huevos camperos de Calaf, verduras de proximidad, salsas elaboradas por ellos a diario y café del maestro torrefactor Guido Buitenhuis (Tornado Coffee Roasters). Hay mimo, hay proximidad en el producto, y también hay internacionalidad en los diez platos que ha planteado la chef Adnaloy Osío. Oriol Martínez inauguró el local en 2019, pero que ahora lo ha reabierto con interiorismo y carta renovados, en el mismo lugar donde sus abuelos servían desayunos y meriendas, la Granja Giol de Sant Antoni. La evolución. // The Egg Lab. c/ Sepúlveda, 80. Tel.: 934 236 123. Precio: 20€
Gringa All Day
La calle Trafalgar es el nuevo epicentro de las galerías de arte de Barcelona y también va sumando propuestas de restauración, como la novísima casa de la gente de Gringa. La primera está en el Raval, y antes fueron foodtruck. Aquí se han inspirado en la estética dinner, colocando unos confortables sofás, y ofreciendo una propuesta de desayunos y comidas ininterrumpidos para los que aman la contundencia: pollo frito en bun o sobre gofre, pancakes, tacos, hamburguesas, micheladas... Vamos, los clásicos cura resacas. El café es de especialidad, de los barceloneses Three Marks Coffee, y las tartas las hornea a diario Nina Kasp (Violent Bakes). // Gringa All Day. Trafalgar, 39. Tel.: 934 608 175. Precio: 20€
Ikoya Izakaya
Aunque abrió a finales de diciembre, vale la pena mencionar la unión que han hecho Hideki Matsuhisa, chef japonés con una estrella Michelin, e Iñaki López de Viñaspre, del Grupo Sagardi, en esta enorme taberna o izakaya japonesa, que encontramos frente al Mercado de Santa Caterina. Técnica, buen producto y puro fuego, en una gran cocina a la vista de los comensales que hace las delicias de los más curiosos. Los platos que llegan a la mesa tienen forma de sashimis, niguiris, hosomakis y uramakis, pero también de ostras a la brasa, karaage de pollo o cocochas. Hay barra de sakes, no decimos más. // Ikoya Izakaya. Av. de Francesc Cambó, 23. Tel.: 933 101 818. Precio: 50€
Contraban
La actualidad gastronómica pasa inevitablemente por los hoteles, como el Wittmore Hotel, en el barrio Gótico, que acaba de reabrir tras dos años de cierre pandémico con un nuevo concepto de restaurante: Contraban. Su chef ejecutivo, Alain Guiard (La Mundana, Neri), que le tiene bien tomado el pulso a la cocina de hotel, se inspira en las emociones que conlleva todo proceso creativo —concepto, libertad, exaltación, frustración— y propone platos como la pizza/brioche con tomate picante, ricota y chorizo, la berenjena escalivada con miel de pino y piñones o un helado que recuerda ese eterno polo Drácula de nuestra infancia. Elegante, pero informal. // Contraban. c/ Riudarenes, 7. Tel.: 935 500 885. Precio: 40€
Alapar (antes Pakta)
Pakta no solo fue uno de los restaurantes más emocionantes y genuinos de la última década, también fue cantera de talentos. Entre ellos Jorge Muñoz, del que nuestra corresponsal Paola Miglio escribió sobre su regreso al Perú y sus aportaciones en los fogones de Gastón Acurio; pero también Jaume Marambio, exjefe de cocina en la etapa prepandémica. Es él quien ahora está a cargo junto a su socia y cómplice Victoria Maccarone, directora de sala muy joven, pero muy experimentada, también ex de elBarri. Es la apertura más reciente en Barcelona y una de las que más dará que hablar esta primavera gracias al nivel y riesgo de su cocina, el confort de su sala y la madurez de su carta de vinos. La definen como una izakaya mediterránea, pero para nosotras, por ahora, no atiende a ninguna etiqueta. // Alapar c/ Lleida, 5. Tel: 93 887 20 96. Precio: 60-70€ // Nuestra crónica:
Come
Como sucede en Alapar, aquí vemos como los discípulos de El Barri siguen haciendo de las suyas. Ahora es el chef mexicano Paco Méndez quien acaba de abrir, hace apenas unas semanas, Come en el espacio que ocupó Hoja Santa de Adrià, totalmente renovado. Méndez fue su jefe de cocina y, junto con su mujer, Erinna Mariciano, vuelve a llenar el lugar con botanas, tacos, ceviches, guisos, moles y alta cocina mexicana. Cocina a la vista y una propuesta especial: la “Selección festival”, un menú con platos seleccionados de la carta, elaboraciones del día según mercado y un final para mesa completa a elegir: cochinita pibil, king crab con pipián papanteco, taco de lomo bajo de Wagyu. Acierto asegurado. // Come. Av. de Mistral, 54. Tel.: 627 568 768. Precio: 70€
Cafè de l'Arquitecte
Acabadito de inaugurar, el hotel Casa Sagnier se ubica en la que fue vivienda familiar y estudio de otro gran modernista, con permiso de Gaudí, de la ciudad: Enric Sagnier. En la planta baja, han instalado el Cafè de l’Arquitecte, un bar y restaurante que parece un baúl de los recuerdos del arquitecto, obra del estudio Turull Sorensen. Todavía está en sus primeras semanas de rodaje, y más allá de las tapas tradicionales, su chef, Armando Jesus Alvarez, despierta nuestra curiosidad con platillos como el puerro asado con romesco de calabaza, la tortilla abierta con taquitos de anguila ahumada y huevas de trucha, o sus arroces. Sabores mediterráneos y productos de proximidad, en resumen. Si no tienes miedo al turista, tienen terraza, en plena Rambla Catalunya. // Cafè de l'Arquitecte. Rambla de Catalunya, 104. Tel.: 935 959 565. Precio: 40€
Ah-Un
¿Listos para explorar otra faceta más de la gastronomía japonesa? En Ah-Un podemos gozar con el yakiniku, la barbacoa japonesa —una tradición originaria de Corea que los immigrantes exportaron a Japón—, preparando nosotros mismos las piezas de carne ibérica, pollo alimentado con maíz o verduras sobre la parrilla, que encontraremos encastada en la mesa. A nuestro gusto y a nuestro ritmo. Una oportunidad para degustar cortes de ternera wagyu, en este caso, procedente del norte de España y de la región japonesa de Miyazaki, y otras piezas de sushi y sashimi que también se coronan con esta delicia cárnica. ¿Sushi rolls de salmón y atún? Tranquilos, los hay, junto con una estupenda carta de sakes para rubricar. // Ah-Un. c/ Balmes, 55. Tel.: 938 095 281. Precio: 35€
