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Despensa

El As de las Carnes: el carnicero y la ganadería que hicieron match vía Instagram

La alianza entre Prado Alegre y El As de las Carnes, ganaderos y carnicero de primera generación, tiene el bienestar animal y la máxima calidad de las carnes por bandera

5 minutos

Alberto Salto (El As de las Carnes) en la ganadería Prado Alegre / Foto: Instagram

Su canal de Youtube suma 14.400 suscriptores. En Tiktok son ya 34.300 y nada menos que 42.500 personas siguen su perfil en Instagram. No tiene departamento de marketing ni community manager, ni falta que le hace. Alberto Salto, propietario de El As de las Carnes, ha dado con la fórmula para comunicar su negocio. Su éxito se construye sobre dos pilares: la confianza absoluta en el producto que pone a la venta y la naturalidad a la hora de transmitir su valor al público. 

Emprendedor con experiencia previa en el sector, Alberto comenzó a construir su propio sello en diciembre de 2016. Fue entonces cuando se quedó con la carnicería en la que trabajaba hasta entonces, en San Fernando de Henares, para reabrirla con su propia marca. Tenía experiencia previa en la gestión de contenido en redes sociales vinculado a negocios de venta al público, pues había creado y administrado páginas de Facebook mientras trabajaba en varias carnicerías. Consiguió buenos resultados y supo que aquello estaba teniendo impacto cuando una chica le paró por la calle para pedirle una foto al “carnicero de Facebook”. 

Cuando creó El As de las Carnes aplicó la misma receta, pero actualizada a los tiempos: stories, vídeos y reels donde muestra las carnes que corta con su correspondiente explicación o, como él lo llama, un ejercicio de “marketing real”. El número de seguidores crecía, las ventas también. Redimensionó su negocio tras la pandemia concentrando la venta en la tienda de San Fernando de Henares y en su canal online, que existía hacía tiempo (fue la primera carnicería de España en tener una APP móvil de pedidos en 2017 y envía a toda España en 48 horas). Buscó una nave para aumentar su capacidad de elaboración (son famosos sus cachopos y hamburguesas) y empezó a trabajar buscando el origen de la carne, adquiriendo la materia prima directamente de mataderos

El flechazo con Prado Alegre

Nunca había comprado animales en vivo cuando, un día, recibió un mensaje en Instagram. “Y entonces llegó ella”. Solo que en esta historia del match perfecto, “ella” era una ganadería llamada Prado Alegre y situada en Salmoral, en la provincia de Salamanca. Irene, su dueña, la creó junto a su marido, Javier, en el pueblo de él. Sin experiencia previa, contando con el consejo de amigos ganaderos y junto a un mayoral experto en ganadería, han sacado el negocio adelante. En mayo hará cuatro años que apostaron por este proyecto, en el que tienen un compromiso de entrega total para garantizar el bienestar animal. 

Cuando el As de las Carnes y Prado Alegre se conocieron, en febrero de 2022, “fue un flechazo”, señala Alberto, e indica “priorizan el bienestar animal, el cuidado de los animales, su alimentación... muchas cosas que en el mundo de la ganadería no se hacen”. Ganaderos y carnicero, todos ellos de primera generación, comenzaron esta sinergia que hoy articula sus negocios. Dos empresas distintas, entregadas la una a la otra, en una historia que comenzó con la compra de tres animales. 

Cómo cuidan el bienestar animal

Bueyes y vacas de la ganadería Prado Alegre / Foto: Instagram

Actualmente, la totalidad de las vacas y bueyes de Prado Alegre se comercializan en El As de las Carnes, siendo su carnicería el único punto de venta de estas carnes. Pero, ¿qué significa que Prado Alegre sea una ganadería de bienestar animal? Y, ¿cómo repercute este adjetivo en el producto final? ¿Cómo lo transmite el carnicero al consumidor final?

En primer lugar, hablar de bienestar pasa por dejar que los animales vivan toda su vida en libertad, incluso durante el cebo. Alberto señala que la gran diferencia reside precisamente en esa fase, “que es la más importante”. Normalmente, el cebado se hace en un corral, comiendo el animal su porción de pienso diaria sin apenas moverse. “Nuestro cebadero es al aire libre y los animales tienen más o menos 500 metros cuadrados para cada uno, cuando la legislación establece entre 5 y 10 metros cuadrados por animal”, subraya el carnicero. "Que los animales estén en libertad hasta el día final para nosotros es clave”. También tienen rascadores, una ayuda extra que permite a vacas y bueyes sentirse mejor y ahuyentar las moscas.

A todo ello le sigue la alimentación, que se hace en comederos (no en suelo) situados sobre una base de hormigón, para que el pisoteo de los animales no desgaste la zona y les sea de cómodo acceso. De menú, un pienso natural creado a medida con una fórmula exclusiva para Prado Alegre, además de forraje y paja de recolección propia y heno de una zona cercana. Y todo eso suma, y se nota en la calidad del producto final. 

Qué caracteriza su carne

Solomillo de vaca simmental y de wagyu / Foto: Instagram

“La carne de Prado Alegre tiene algo especial. En textura, en sabor… no son carnes fuertes”, afirma Alberto, que acude frecuentemente a la finca para conocer al ganado y ver su proceso de crecimiento. Hace vídeos y fotos, posa con ellos y los presenta a sus seguidores, para que sepan de dónde viene la carne que después podrán comprar en su tienda, tal y como reza su lema “del prado a la mesa”.

Como ganadería, Prado Alegre se ha centrado en vacas y bueyes. Al comprarlos enteros, en el As de las Carnes no se desperdicia ninguna pieza y todos los cortes se ponen a la venta. Entre sus hits, la hamburguesa con la que Bdp Burguer se hizo con el título de “Mejor hamburguesa de Madrid” en 2022, en el concurso Madrid Burguer Showdown y que se elabora con un 70% de carne de vaca madurada durante 90 días y un 30% de buey berrendo.

Comunicar el producto

Sello de calidad de El As de las Carnes y Prado Alegre y chuletón de vaca simmental / Foto: Instagram

Alberto tiene clarísimo que hay que contarle al cliente de dónde viene la calidad con la que trabaja y explicarle por qué paga más por una carne que por otra. Practica el corte “estilo As”, que también enseña a su joven equipo. Prioriza que la carne salga de la mejor manera posible, aunque implique generar más desperdicio y cobrarla un poco más cara. También asesora, “la gente se va con manual de instrucciones”. Sería una pena apostar por un producto de tanta calidad, pagar lo que vale y, una vez en casa, no saber cómo enfrentarse a la pieza en los fogones. Esta tarea de divulgación llega hasta las nuevas generaciones, jóvenes de entre 25 y 35 años que, según indica el carnicero, son su perfil más habitual de cliente.

El As de las Carnes se muda próximamente a un local más grande, apenas a doscientos metros del actual, también en San Fernando de Henares. Este cambio responde al objetivo de ampliar espacio y poder hacer más cosas y ampliar a otro tipo de experiencias, entre las que se incluirán degustaciones. En el nuevo capítulo, a su lado, Prado Alegre. Porque en este “match” ya no se entiende el futuro si no es de la mano.