El chef José Andrés es una auténtica estrella en Estados Unidos. Le hemos visto en todas partes —incluida la portada de Time—, es uno de los mejores embajadores de los productos españoles y, más allá de debates sobre su gusto por ser el protagonista, la excelente labor humanitaria que desarrolla a través de World Central Kitchen es indiscutible.
Toda su trayectoria la hemos visto retratada recientemente en Chef’s Table Legends, en la plataforma Netflix. Un episodio del que os hablamos en este artículo, que profundiza en algunas (no todas) de las facetas del personaje.
Lo que es menos habitual es ver a este chef cocinar. Pero hay que reconocer que, cuando se pone, consigue convertir cualquier receta en viral. Incluso una sencilla tortilla que preparó hace unos días en el podcast de Joe Rogan se ha convertido en un auténtico fenómeno. Y no es de extrañar porque la verdad es que llama la atención por su sencillez (se prepara en apenas un minuto y sin sartén) y por incluir un ingrediente de lo más curioso: mahonesa.
La idea ya ha aparecido en decenas de medios, pero, por lo visto, pocos se han animado a probar si realmente el truco de José Andrés funciona y, como promete, estamos ante "la mejor tortilla de la historia de la humanidad”. Nada menos. Un spoiler: sencilla, resultona, diferente, pero ni de lejos es perfecta o la mejor tortilla.
Un huevo, una cucharada de mahonesa, batir y al microondas. Así de fácil. Es la gracia de esta receta en la que apenas hay que manchar nada en la cocina ni encender el fuego. Suponiendo que usar una sartén sea un reto insuperable, claro.
La receta: cómo cocinar la tortilla
Quien necesite instrucciones más concretas, ahí van: se bate un huevo, se añade una cucharada de mahonesa y se sigue batiendo hasta conseguir una mezcla con cierta consistencia y cremosidad. En un bol bajo apto para microondas, engrasamos con un poco de aceite, vertemos la mezcla y 45 segundos al microondas a máxima potencia.

Dependerá, claro, del tamaño del huevo y de la potencia del microondas, pero en las pruebas hechas, en realidad hemos necesitado alrededor de minuto y medio para conseguir que la tortilla quede cuajada. La idea sería cocinar inicialmente 45 segundos y luego seguir probando poco a poco, de 10 en 10 segundos, por ejemplo, hasta que veamos el huevo cuajado.
Desmoldamos con cuidado para no quemarnos y listo. La presencia es buena, el resultado es esponjoso y, además, hemos comprobado que aguanta así un tiempo, sin quedarse reseca o dura. ¿Hace falta sal? Dependerá de la mahonesa usada, pero por lo que hemos podido comprobar, si usamos una convencional del supermercado, la sal que lleva de serie será suficiente en la mayoría de casos.
¿Y el sabor? Está sabrosa y, sorpresa, sabe bastante a mahonesa. "Prefiero la normal", nos dice el experto catador de 7 años que anda por casa. Y eso que le gusta —a quién no— la mahonesa, pero la mezcla con lo que parece una tortilla francesa triunfa menos de lo esperado.
En cualquier caso, el invento puede funcionar para un antojo rápido de tortilla, aunque tampoco se tarda mucho menos que con el método habitual. Por textura, tamaño y sabor es una tortilla que puede funcionar muy bien para montar un sandwich o también la hemos visto en hamburguesas. Pero para comer sola, la verdad, seguimos prefiriendo la de siempre.