Desde que SOLC abriera sus puertas en el hotel Majestic de Barcelona, el restaurante ha ido ganando relevancia. De forma discreta, pero sin pausa, sus cocineros han ido innovando y haciendo crecer su carta, hasta encontrar su apuesta definitiva: el producto de proximidad.
El atún Balfegó con el que crean una flor con tomate, la gamba roja de Vilanova hecha croqueta o las fresas del Maresme que son la base de su gazpacho, son solo un ejemplo de esta voluntad de ofrecer una carta que remita a la esencia catalana.
No hay que olvidar que en este hotel se celebraron las noches electorales de la antigua Convergència i Unió, el partido nacionalista catalán que durante más de dos décadas gobernó Cataluña. Pero por estas dependencias también pasaron Lorca, Picasso, Dalí y hasta durmió el mismísimo Antonio Machado. De hecho, el hotel conserva todavía una habitación bautizada con el nombre del autor de Soledades.
Un hotel con historia
El ascensor que lleva a la primera planta, donde se aloja SOLC, para frente a la suite Antonio Machado y, tras este primer impacto, se recorre un pasadizo que se abre justo para alojar la recepción del restaurante.
Allí, a los comensales le esperan una decena de mesas que buscan ofrecer un ambiente acogedor y tranquilo en medio del bullicioso Passeig de Gràcia. En SOLC reina la comida, pero también la calma.
Todo está pensado para ello. Sus techos de madera y sus paredes de cristal que dan a un íntimo patio interior repleto de vegetación hace del local un pequeño oasis en el centro de Barcelona.
La atención va acorde con el lugar. De manera reposada y tranquila, el servicio habla con voz tenue, sosegada y clara. Dispuestos ayudar en la selección, ellos no solo resuelven dudas y sirven, sino que presentan cada plato al comensal.
Una carta de proximidad
Lo tienen difícil. La carta, que elaboraron juntos Nandu Jubany y el chef ejecutivo David Romero, está organizada en tres apartados, cambia cada temporada. Los entrantes son bautizados como 'Ahora en el mercado' y los principales se dividen en dos: 'De nuestras lonjas”, para los que prefieren el pescado, y 'De nuestros ganaderos', para amantes de la buena carne.
Del mercado son la croqueta de gamba roja de Vilanova, el gazpacho de fresas del Maresme con gamba roja y tartar de crudités, los puerros asados con nuez moscada y queso Serrat, la flor de atún Balfegó con tomate cor de Bou especiado y el foie micuit de pato Coll Verd acompañado de ratafía y guarniciones.
En el capítulo de productos del mar, repite la gamba roja de Vilanova, esta vez preparada a la sal o al ajillo. También aparecen otras propuestas como el bogavante con parmentier de su coral y lámina de Duroc, el lenguado con crema de almendras y judía tierna, o un arroz cremoso de gamba roja con mayonesa de hierbas frescas.
En sección dedicada a las carnes cobra un especial protagonismo el solomillo ecológico de Lleida, acompañado con pimientos confitados y milhojas de patata y calabacín. Tampoco falta un steak tartar de vaca ecológica con pan de coca tostado y un canelón de pollo de payés y cerdo Duroc con colmenillas a la crema —ese gran clásico de Jubany—.
Aunque para muchos, este septiembre, el plato estrella fue la terrina de cordero con berenjena asada y especias. Claro que si uno tiene problemas para elegir puede optar por el menú degustación.
Un menú degustación corto
Estructurado en cuatro pasos principales y un postre, este verano empezaba con puerros asados con nuez moscada y queso Serrat y continuaba con el gazpacho de fresas del Maresme acompañado de gamba roja y tartar de crudités, plato que desaparece en otoño.
Y luego dos principales. Por un lado, de la lonja, sirven un lenguado con crema de almendras y judía tierna. La carne, como no, está representada por la terrina de cordero. Y para el cierre, un bizcocho de pistacho con mermelada de fresa y yogur.
Todo el menú tiene un precio más que asequible para un restaurante que se ha ganado aparecer en las mejores guías gastronómicas y cuya carta la ha diseñado Nandu Jubany. El precio sin bebida son 64 euros por persona y 38 más si se opta por el maridaje.
Si se prefiere la carta. El precio medio por comensal en SOLC se sitúa en torno a los 90 y 110 euros, sin bebida. Y es que la carta de vinos es muy extensa. Hay vinos de todas partes del mundo, aunque SOLC mantiene una relación especial con los caldos de Alta Alella.
Y ‘acabem amb alguna cosa dolça’, como reza el apartado de los postres. Aquí, una vez más, la tradición se fusiona con ingredientes de la alta cocina. La torrija, por ejemplo, viene elaborada con emulsión de yema y servida con helado de caramelo y teja de brioche.
No falla el fondant de chocolate con helado de vainilla y el producto de moda, el pistacho, con el que elaboran un bizcocho con mermelada de fresa y yogur. Ahora, la estrella es, sin duda, el crujiente y suave milhojas de vainilla y caramelo. Una delicia que se deshace en el paladar. // SOLC. Majestic Hotel & Spa Barcelona. Pg. de Gràcia, 68, L'Eixample, 08007 Barcelona. Tel.: 934 967 707.