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¿Hay un verdadero auge del vino blanco? Expertos opinan en la Barcelona Wine Week 2025

Preguntamos a elaboradores, sumilleres y representantes de bodegas en la Barcelona Wine Week sobre cómo se vive esta macro tendencia del mundo del vino en nuestro país

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

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Mujer alcanzando una copa de vino blanco en un viñedo / Canva
Mujer alcanzando una copa de vino blanco en un viñedo / Canva

El vino blanco está experimentando un incremento de demanda en todo el mundo. Es una realidad y una de las macro tendencias sobre las que se está reflexionando estos días en la Barcelona Wine Week, que se celebra del 3 al 5 de febrero en Fira de Barcelona (Recinto Montjuïc), en una edición que bate récords de espacio y que ocupa ya dos pabellones. 

En esta jornada inaugural, el auditorio ha acogido una mesa redonda titulada El auge del vino blanco para reflexionar sobre este tema, pero antes, en Hule y Mantel, hemos querido captar las impresiones de algunos de los elaboradores y profesionales del vino presentes en la feria y les hemos preguntado por esta cuestión. La respuesta es unánime: el vino blanco está de moda. Así que vamos a descubrir los motivos...

Los blancos no estaban bien considerados

Copas de vino tinto, rosado y blanco / Canva
Copas de vino tinto, rosado y blanco / Canva

Juan Príncipe, alma mater de Bodega César Príncipe (Fuensaldaña, Valladolid) —que en el episodio episodio 2x03 de nuestro podcast Vino y Mantel no habló de cómo reivindicar el clarete y conseguir nuevos consumidores— afirma que hay un auge "de los vinos más frescos, en general, de los rosados, y también una tendencia a aligerar los tintos".

Para el elaborador, el motivo radica en que "veníamos de unos vinos más opulentos, los toro, los ribera, los rioja... y se solía decir que 'el mejor blanco es un tinto'. Esto es lo que ha pasado en España, que los vinos blancos no estaban bien considerados. Poco a poco se han dado cuenta de que pueden ser unos vinazos, que además conjugan mejor con la dieta actual". La prueba está en que sus vinos, especialmente sus rosados y claretes, registran actualmente grandes aumentos de ventas.

Con solo seis años de existencia, también han notado un incremento de ventas de sus vinos blancos en El Lagar de Moha (Rueda, Valladolid), una bodega boutique que elabora pocas cantidades y que es la única con Denominación de Origen Rueda que ofrece exclusivamente vinos biodinámicos

Ángeles Ortega, responsable comercial de esta bodega familiar cuyo portfolio es mayoritariamente de vinos blancos, aunque tienen algunas referencias de tintos, reafirma ese "cambio de tendencia en el consumo hacia vinos que son más sencillos de beber, donde la madera no esté muy presente... la frescura y la fruta de los vinos blancos son el combo ideal".

Siguiendo esta línea, y coincidiendo plenamente con su colega Juan Príncipe, nuestro sumiller de cabecera y colaborador, Òscar Soneira, apunta al cambio generacional: "En España, venimos de una dictadura de unos vinos muy extractivos, alcohólicos, pesados... pero las nuevas generaciones están dejando de lado el vino tinto". Eso se debe a que el vino blanco "tiene unos matices y un abanico aromático muy amplio y encima tiene baja graduación, por eso es normal que la gente tire hacia los blancos o los rosados".

También apunta a que "las bodegas menospreciaron el vino blanco, pero ahora se han dado cuenta de que genera más interés y se han empezado a producir blancos de mayor calidad. Es normal que haya un auge, aunque en realidad creo que lo que hubo es una pérdida. Recordemos que España era un gran país de blancos e incluso teníamos algunos de los mejores blancos de guarda de Europa. Que se estén recuperando y se elaboren nuevos vinos es, en cierto modo, como restaurar un orden que estaba desequilibrado".

Y resume que lo que viene no es "solo un auge de blancos, sino una mayor presencia de vinos de tintos de menor graduación, para adaptarnos a los gustos nuevos". En este sentido, preguntado por los vinos sin alcohol, Soneira lo tiene claro: "No es que sea tendencia, es una necesidad. Y más ahora que, en España, tomar una copa si conduces ya da positivo". Pero, matiza, "no van a copar el mercado".

Blancos de mayor calidad

Persona sirviendo vino blanco con una comida ligera / Canva
Persona sirviendo vino blanco con una comida ligera / Canva

Por su parte, Margot López, responsable de ventas de Bodegas Riojanas (Cenicero, La Rioja), resume varios motivos ya apuntados: la tendencia a consumir vinos de graduaciones más bajas y la incorporación de nuevos consumidores al mercado. "Acercarse al vino vuelve a estar en auge, los jóvenes consumidores que tenían miedo al vino o que habían renunciado a él, ven por ahí una entrada". 

Asimismo, los consumidores habituales, tanto hombres como mujeres, "buscan vinos blancos de mayor calidad, más trabajados, que tienen barrica, y se experimentan mucho más con nuevas uvas. La tempranillo blanco, por ejemplo, en La Rioja, es una uva que es relativamente nueva, aprobada oficialmente por el Consejo Regulador en 2007".

Ellos la utilizan en algunos de sus vinos, como el Monte Real Tempranillo Blanco Colección Larrendant, que presentan en la feria, un blanco reserva, untuoso, y de producción limitada. "Nos gustan los blancos que tienen un cierto empaque, que tienen cosas que expresar", afirma y reconoce que con este y otros vinos han demostrado su "capacidad de innovación, de evolución y de escuchar al consumidor, no solo de escucharnos a nosotros".

Así lo indica también Francesc Ortiz, sumiller y responsable comercial y de ventas de la bodega Maria Rigol Ordi (Sant Sadurní d'Anoia, Barcelona) —a quien entrevistamos en el episodio 2x07 de nuestro podcast Vino y Mantel— que pone en valor la "tremenda cantidad de varietales y de vinificaciones posibles para el vino blanco, además de que da muchas alternativas para el maridaje".

Y matiza: "No quiero decir que el vino tinto no lo haga, pero te acota un poco más. Los blancos te dan más juego, y son más fáciles de interpretar, por eso la gente está más abierta a descubrir ese mundo. En el Penedès, hay muy buenos vinos de uva xarel·lo y buenos blancos, pero en cambio hay pocos tintos. En Galicia, con los albariños y las treixaduras, estas variedades más desconocidas, se está haciendo un trabajo fantástico...". Y, como sumiller, entona un mea culpa reconociendo que quizás a la hora de servir los vinos tintos se ha puesto demasiada parafernalia, algo que ha podido distanciar al consumidor. 

Aunque no elaboran vinos blancos en la Bodega Carmelo Rodero (Pedrosa de Duero, Burgos), son inevitablemente conscientes de esta nueva tendencia: "El papel del tinto y del blanco ha cambiado, pero no creo que sea negativo. El consumidor tiene más conocimiento y los gustos se van modificando", dice María Rodero, directora comercial de la bodega y segunda generación.

"Hay una demanda y nos piden que incorporemos un blanco, pero no todo vale. Lo haremos cuando consigamos un producto que cumpla nuestro estándares de calidad, aunque bajo nuestro paraguas de la D.O. Ribera del Duero lo vemos complicado", agrega. 

Los jóvenes y el vino

Jóvenes bebiendo vino blanco en copas / Canva
Jóvenes bebiendo vino blanco en copas / Canva

Para acabar de rubricar estas opiniones, nos hemos acercado a la mencionada mesa redonda El auge del vino blanco, para escuchar como Rodrigo Briseño, sumiller del restaurante Disfrutar (Barcelona) apuntaba a que la conquista del público más joven todavía se tiene que trabajar: "No está tan claro que empiecen con vinos blancos, aunque evidentemente los vinos más refrescantes van a entrar mejor. Tienen muchos otros productos: cócteles, ready to drink, sidras... todavía tenemos que pensar cómo engancharlos".

Y ha insistido en la idea de que, en los restaurantes, hay que democratizar un poco más el vino y hacerlo más entendible para los jóvenes, "a veces solemos ser muy técnicos en la mesa y hay que ser un poco más directos".

Otro punto interesante es el que ha destacado María José Huerta, sumiller del restaurante Paco Roncero (Madrid): "Los jóvenes salen a la una de la mañana, y no hay bares de vino. Lugares con música y donde puedas bailar con la copa de vino, no existen". En este sentido, Pilar Cavero, crítica de vinos, ha mencionado la fiesta Jóvenes por el Vino que, precisamente, organiza Juan Príncipe en Valladolid, en la que la música de los DJs va acompañada con opciones de vino.

"Es un modelo que podríamos copiar, y que ayudaría mucho", apunta la crítica. A lo que Huerta añade: "Se puede asociar la fiesta y el baile a que, en vez de estar tomando vodka con naranja, estés tomando copas de vino bien servidas en una copa digna y vas introduciendo el vino a la gente joven de una forma divertida".

Y destaca otro motivo por el que los blancos están de moda: "Gastronómicamente encajan más (...) entre los tintos muy potentes y los blancos muy ligeros, tenemos blancos con mucha personalidad, rosados muy serios y tintos ligeros, que nos dan un abanico enorme y eso es lo más importante para mí como consumidora y como sumiller en un restaurante donde tenemos muchísimas elaboraciones complejas".

Como las tendencias son cíclicas, para finalizar, se preguntaban si en unos años estaremos hablando del auge del vino tinto. "Comemos más ligero, más informal, a horas distintas, y la clave es ver qué bebidas están acompañando al consumidor con esos cambios", apuntaba Juan Park, uno de los directores de la empresa Wine Intelligence. "El contexto es lo que está cambiando, más que los vinos en si", concluía.