Bares locales en listas globales

COLUMNA | Barcelona ocupa por primera vez el podio mundial de los bares mientras Madrid pierde dos puntas de lanza. El experto en coctelería Miguel Á. Palomo analiza el ránking más importante

Miguel Á. Palomo, periodista gastronómico especializado en coctelería y autor en Hule y Mantel

Periodista gastronómico especializado en coctelería

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Mapamundi tatuado y cóctel en la mano / Foto: Pexels / Bares locales en listas globales
Mapamundi tatuado y cóctel en la mano / Foto: Pexels / Bares locales en listas globales

Tras una borrachera de premios queda la resaca. Con las pulsaciones bajas dejamos atrás la crónica y toca hacer balance. ¿Qué ha pasado aquí? Barcelona, en el foco de la industria del bar por organizar la gala de las bufandas rojas, un acontecimiento ya de por sí noticiable al ser la primera vez que sale de Londres. Pero claro, los 50 Best Bars 2022 dejan en la ciudad tres premiados dentro del top ten, dos de ellos en el podio, Paradiso como campeón absoluto. 

Así que Paradiso es el mejor bar del mundo, toca afirmar, al menos durante un año. El número 1 de los 50 mejores, producto de una votación entre 650 personas. Es decir, Paradiso este año es el mejor de los 50 Best Bars, lo que no siempre es la misma cosa. Siendo un ganador en potencia desde que el año pasado pegara el pelotazo al colarse en el tercer puesto, por detrás de los londinenses Connaught y Tayer + Elementary. Londres y Nueva York ejercían su tiranía y parecía que solo un bar asiático podría algún día toser a las capitales tradicionales. ¿Le tocará el año que viene a Sips (#3) dar el último salto para marcar definitivamente tendencia? Marc y Simone lo tienen todo y se las saben todas. 

¿Es por ello Paradiso el bar donde mejor se bebe? ¿Los martinis de The Connaught ya no son recomendables por caer al puesto 8? ¿Podemos pensar que en compensación se le ha concedido el premio Icono de la Industria a su maestro, Agostino Perrone? ¿Sin la lista sabríamos que hay un bar de Guayaquil como Juliana que merece una visita?  

Un tinglado como 50 Best Bars acaba pareciendo un circo de tres pistas. Pero el morbo da su juego

Un tinglado como 50 Best Bars acaba pareciendo un circo de tres pistas. Pero el morbo da su juego. Lo criticamos pero a la vez escrutamos cada salida o novedad de la lista. Qué cantidad de italianos hay por el mundo, hay qué ver cuánto bar mexicano... ¿Y qué ha pasado con nuestro Savas? Al final esa subjetividad es reflejo de intereses y fluctuaciones. Vaya, y de gustos personales. He asistido a unas cuantas ceremonias parecidas. Carne de ego, como son los premios. No lo censuro sabiendo que un barman, por muy estrella que sea, lo tiene más difícil que un chef estrellado para quemarse a gusto en la hoguera mediática de las vanidades. El sector acabará por encontrar su sitio con imaginación y sin complejos de inferioridad.

Cada cual elige tomarse la lista, la que sea, como un fin en sí mismo o como plataforma de crecimiento. Pero jugar en las grandes ligas supone un esfuerzo: comunicación, evolución constante, viajes, compromisos, relaciones. Presupuesto. Y no todos aceptan. Mis respetos también. ¿Que hay mamoneo? Seguro. Pero también he sido testigo de una sincera y generosa fraternidad, de un ‘si tú me dices ven lo dejo todo’.

Recordemos que esto es business y que la industria es poderosa. ¿Que hay quien ha puesto mucha pasta para que esto suceda en Barcelona? Que sirva para abrir mercados, tan emergentes y conectados con el nuestro como América Latina. Este poder latino del cóctel en español parece imparable (la mitad del top ten son hispanohablantes). El peso específico de Alquímico, Cartagena de Indias, con su guía Jean Trinh al frente, marca el camino. “La revolución está en marcha”, me dijo Diego Cabrera, uno de los artífices de esta conexión entre continentes, al día siguiente de posicionar a Salmon Guru en el puesto 15 de la lista. Se vio en la ruidosa melé que formaron en la gala. Su unión está demostrando ser también su fuerza.

Un barman, por muy estrella que sea, lo tiene más difícil que un chef estrellado para quemarse a gusto en la hoguera mediática de las vanidades

Muchos echaron de menos más presencia de Madrid. 1862 Dry Bar y Savas fuera de un año para otro. Si hubo razones para estar, las hay para salir, y no necesariamente tienen que ver con el servicio o la exigencia del cóctel. Muchos otros bares del mundo se dan este gustazo efímero. No hay que fustigarse, Madrid viene de ser un erial hasta hace nada y el futuro está ahí para bebérselo. Vendrán más bares. Alguno tengo en mente, pero mejor no gafarlo. 

Pensemos además en próximas listas por fin con dueñas de bares subiendo al escenario, igual que se han ido incorporando más mujeres al plantel del jurado. El cambio social espera. Mientras, que siga la fiesta y brindemos para que no sea un mal trago.