Los calendarios de adviento se han convertido en los últimos años en una categoría propia dentro del escaparate navideño. Lo que antes se resolvía con un poco de chocolate, ahora es todo un alarde de creatividad temática. Hay calendarios de adviento de casi cualquier cosa que imaginemos y aunque es verdad que en España vamos un paso por detrás de otros países que hace ya tiempo que ofrecen, por ejemplo, calendarios de vinos o licores —bueno, ahí está Nordés con su calendario de ginebra—, parece que la cosa se va animando últimamente.
La penúltima idea nos pilló por sorpresa en el supermercado. Escondido entre otros elementos navideños, ahí estaba esperándonos el 'Salami Adventskalender' que, para quien domine el alemán, es, efectivamente, un calendario de adviento de salamis. Solo por la inquietante fotografía usada para la ilustración y el despliegue de embutidos germanos que se sugiere en ella merece la pena jugar y pagar los 3 euros que cuesta.

Nos lo llevamos a casa sin fijarnos en un detalle importante de la etiqueta que luego descubrimos. ¿Dónde se puede encontrar esa maravilla?, se estarán preguntando los adictos a los calendarios de adviento raros que, además, tienen un precio moderado. Como era fácil de deducir por el carácter alemán del asunto, en los supermercados Aldi. Había un 50% de posibilidades de acertar, cierto.
Salamis que son corazones y estrellas
Aunque lo suyo sería esperar hasta el día uno para empezar con esta prometida secuencia de salamis que nos lleven hasta Navidad, la curiosidad y, sobre todo, el periodismo gastronómico de investigación, nos han obligado a saltarnos la tradición y ver qué se esconde detrás de cada uno de los 24 huevos de este calendario.

Salami, claro. Pero no uno cualquiera, sino recortado con forma de corazones y estrellitas. Y ya está. La secuencia se repite durante cada día, así que el único misterio es qué forma tendrá el salami en cuestión. Spoiler: el día 24, el último, nos encontraremos con los dos cortes de salami. Que se note que casi es Navidad.
¿Está bueno? Suponiendo que ese sea un requisito imprescindible en un calendario de adviento de embutidos que cuesta tres euros, la verdad es que no está nada mal. Decepciona un poco la falta de variedad, eso sí. Vaya, que entre el banquete que sugiere la imagen del calendario y lo que luego en realidad se esconde tras cada casilla hay una clara promesa incumplida.
Pero lo que, sin duda, más sorprende es el tamaño de cada una de estas 24 degustaciones navideñas de salami. Envasadas al vacío para que se mantengan perfectas, en realidad el tamaño de cada uno de los espacios del calendario ya podía ser una buena pista, pero eso no evita que al abrir y despreciar la primera se escape una pequeña carcajada.
Solo 42,50 gramos de salami
Es entonces cuando leemos la letra pequeña y ahí está: 42,5 gramos de salami. De hecho, también hay una foto de las formas que nos vamos a encontrar en el interior, así que al menos todo queda claro para quien se fije en los detalles y no quede extasiado ante la idea y la presentación gráfica. Eso sí, calculadora en mano, esos 3 euros ya no nos parecen tan poco, porque sitúan este salami navideño por encima de los 60 euros el kilo.

Hacer comparaciones con los excelentes embutidos que se pueden encontrar por ese precio o mucho menos sería injusto o, mejor dicho, no entendería la particular idiosincrasia de los calendarios de adviento en los que asumimos, no por lo que hay dentro, sino por el juego.
Hay ya en el mercado excelentes calendarios de adviento de quesos que, eso sí, cuestan bastante más que este. Imaginamos también que es solo cuestión de tiempo que alguien se anime con uno de ibéricos, si es que no existe ya. Pero mientras tanto, este de salami va directo a nuestra lista de regalos un tanto absurdos, pero divertidos que pueden triunfar en amigos invisibles y demás. Porque, más allá de la decepción con el tamaño y la variedad, cuando lo sacamos en medio de la mesa rodeados de más gente, llamo mucho la atención y el surtido duró menos de cinco minutos.

