Osona, comarca enclavada en el interior de Cataluña, despliega una riqueza gastronómica que va más allá de sus icónicos embutidos. En sus mesas conviven la longaniza y el bull blanco, pero también el sabor intenso de quesos curados, el aroma de las setas del Montseny o de las castañas de Viladrau y la contundencia de sus platos cárnicos tradicionales.
Para poner en valor todo su patrimonio gastronómico, y en particular su despensa y sus productores, se celebra la segunda edición del concurso Fet a Osona: Aliments excel·lents que elegirá los mejores alimentos de la zona en siete categorías distintas. Lo más interesante: los ganadores se decidirán por votación popular.
Cómo funciona el concurso

En una primera fase, durante el mes de noviembre de 2024, se presentaron más de cuarenta candidaturas a las diversas categorías que reflejan la riqueza y diversidad gastronómica del territorio de Osona. En enero de 2025, un jurado formado por cerca de profesionales del sector agroalimentario, gastronómico y de la restauración seleccionó los catorce productos finalistas.
La segunda fase del concurso arranca hoy, 7 de febrero, con un proceso de votación popular de los productos finalistas. Se hará a través de la web Fetaosona.cat, y se alargará hasta el 23 de febrero. Las personas que emitan su voto podrán entrar al sorteo de una cesta con los productos ganadores.
Los productos ganadores del concurso Fet a Osona: Aliments excel·lents se anunciarán durante la celebración del Dijous Llarder en la Plaza Mayor de Vic, el próximo 27 de febrero.
Los finalistas
Los productos finalistas se reparten entre siete categorías: longaniza, embutidos cocidos, embutidos curados, quesos, panadería y pastelería no dulce, productos vegetales y bebidas. De las diez categorías propuestas inicialmente, tres de ellas han quedado desiertas por no haberse presentado el número mínimo de candidaturas. Estos son todos los finalistas:
Longaniza
- Longaniza cular de cerda de Colom Vila (Manlleu): una obra maestra de la artesanía carnicera. Elaborada con las partes más selectas de la cerda, destaca por su textura densa, su color oscuro y el sabor profundo e intenso. Solo se hacen tres producciones anuales.
- Longaniza de Fussimanya (Tavèrnoles): referente indiscutible de la comarca de Osona, se elabora a partir de las partes más nobles del cerdo, acompañadas de dados de grasa. La curación se hace en el corazón de Les Guilleries, por lo que adquiere un aroma profundo.

Embutidos cocidos
- Bull blanco de Can Codina (Taradell): toda una celebración de la tradición catalana, hecho con carne del cerdo, riñón, vientre, lengua y papada de cerdo; se amasan los ingredientes y se embuten en tripa natural, sin gluten ni lactosa.
- Bull blanco de Colom Vila (Manlleu): elaborado con las mejores partes del cerdo y la carne del perol, este bull destaca por su textura suave y sabor meloso. La cocción, de tres horas en caldera, preserva su autenticidad.
Embutidos curados
- Somalla de Can Codina (Taradell): con una curación de entre 20 y 30 días, esta somalla está elaborada con magro de cerdo, panxeta, sal y pimienta, y presenta una textura suave y un sabor auténtico.
- Somalla de Colom Vila (Manlleu): elaborada artesanalmente al obrador del mercado municipal de Manlleu, combina espalda y panxeta a partes iguales para conseguir un sabor único e intenso. La curación es corta, de entre 5 y 7 días.
Quesos y lácteos
- Queso azul Cingles de Bertí (Blau d’Osona) de El Molí de la Llavina (Centelles): elaborado con leche cruda de vaca frisona y madurado en cuevas de piedra tosca durante 60 días. Presenta una textura cremosa, un gusto mantecoso y toques picantes. Un reflejo del paisaje de la Plana de Vic.
- Queso madurado de leche cruda de oveja de El Serradet de Barneres (Sant Martí Sescorts, l’Esquirol): elaborado con leche cruda de ovejas criadas en ecológico en pardos de Osona, destaca por su elaboración artesanal. Con un gusto intenso y una textura firme.
Panadería y pastelería no dulce
- Pan rústico de Garba (Manlleu): elaborado con harina de trigo ecológica e integral, masa madre y una fermentación lenta de 16 horas, ofrece un sabor profundo, una costra crujiente, un interior húmedo y denso; y una textura irresistible.
- Coca de Folgueroles de La coca de Folgueroles (Folgueroles): más que un pan de coca, con una elaboración manual y una fermentación lenta, presenta una textura esponjosa y un sabor inconfundible. Una receta transmitida de generación en generación que ha sido reconocida en todo el territorio.

Productos vegetales
- Castanya tostada de Castanya de Viladrau (Viladrau): cosechadas directamente de los castaños de los bosques del Parque Natural del Montseny, estas castañas tostadas artesanalmente con leña de castaño y envasadas al vacío, conservan el sabor y el aroma auténtico de los paisajes donde han crecido.
- Blat escairat de Mas Terricabras (Oristà): una joya del Lluçanès, elaborado con un proceso meticuloso que respeta la integridad del grano. Esta variedad autóctona se trabaja en un molino de baja velocidad, preservando al máximo los nutrientes y el sabor suave y dulce que recuerda al pan integral.
Bebidas
- Ginebra Ginter de Destil·leries Bosch (Sant Quirze de Besora): inspirada en la fórmula original del bisabuelo Jaume Bosch, una receta con más de cien años de historia, se elabora siguiendo el sistema London Dry Gin. Una ginebra seca y cítrica.
- Creveza IPA Montseny de Cervesa del Montseny (Sant Miquel de Balenyà, Seva): una cerveza de alta fermentación, con un grado alcohólico elevado y un punto de amargura marcado,q ue se inspira en las Pale Ale inglesas, pero nacida en el Montseny.