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Despensa

Probamos los mejores panellets de supermercado: ¿cuáles valen la pena y cuáles no?

Hemos catado los panellets tradicionales y creativos de los supermercados Mercadona, bonÀrea, Aldi, Bonpreu y Ametller Origen y esta es nuestra opinión: solo unos se salvan

6 minutos

Caja de panellets variados del supermercado Ametller Origen / Iker Morán

Esta es la crónica de un trabajo de investigación condenado al fracaso desde su inicio. No todo el mundo puede o quiere pagar lo que cuesta un panellet artesano, cierto. Pero ofrecer calidad a precio de saldo teniendo en cuenta que hablamos de un dulce elaborado con almendras y piñones, dos ingredientes que se cotizan a precio de sangre de unicornio suena muy complicado. Pese a ello, hemos recorrido los lineales de algunos de los supermercados más populares, comprado sus bandejas de paneles variados y catado en busca de algo decente. No ha sido fácil.

Y es que en pocos dulces la calidad de los ingredientes queda tan al desnudo como en los panellets. Usar más patata que almendra —hola Mercadona— evidentemente ayuda a mantener los precios bajos, pero también a que lo que se está comiendo no sepa absolutamente a nada y obliga a preguntarse, tras muchos bocados prescindibles, si realmente merece la pena mantener la tradición a toda costa o ponerse sibaritas y reivindicar que es mejor no comer panellets que comer uno malo.

Porque, no nos engañemos, con otros productos como el panettone o incluso la coca, es más fácil hacer que la bollería industrial de turno resulte, al menos, golosa. Con todas sus carencias y grasas vegetales de calidad cuestionable, pero al menos atractivas al primer mordisco. En el caso de los panellets, hemos comprobado que hay mucho menos margen y la diferencia entre los buenos y los que no lo son es muchísimo mayor.

Los panellets de Carrió como referencia

Detalle de los panellets de la Pastisseria Carrió (Barcelona) / Iker Morán 

Antes de empezar a catar la selección de varios supermercados, nada mejor que marcar el nivel comiendo unos buenos panellets artesanales. Los de la Pastisseria Carrió (Barcelona), por ejemplo. Los tradicionales saben a almendra en su masa y los piñones son ricos —en 2024, ganaron el premio al mejor panellet de piñones—.

Los más creativos —de Sacher, mango, tiramisú, limón o, como novedad, de coco con chocolate y canela— mantienen una masa de calidad en la que se nota claramente la presencia de la almendra. Su precio es de 2,25 euros en el caso de los de piñones y de 1,95 euros el resto.

Esta calidad y precio es, por tanto, nuestra particular vara de medir para el resto. Haberlos probado en primer lugar es lo normal, pero marca un inevitable y a veces terrible camino de descenso en los siguientes bocados.

Mercadona: poco bueno que decir

Caja de panellets variados del supermercado Mercadona / Iker Morán 

Primera parada en Mercadona, con dos opciones: paneles de piñones a 15,50 euros la docena (275 gramos, el kilo sale a más de 56 euros) y el surtido con la misma cantidad y peso que incluye dos de piñones, dos de almendra y el resto creativos por 7,60 euros. La dinámica se repite en la mayoría de supermercados, con diferencias en cantidades, pero básicamente estas dos mismas propuestas.

Elaborados en el Berguedà por la empresa Ballarà —especializada en cakes, por lo que leemos— la verdad es que no hay mucho bueno que decir de estos panellets de El horno de Marcadona. No son siquiera los más baratos de los probados, pero sí los más insulsos. Ni rastro de sabor de almendra en la masa ni piñones en la cobertura y, en el caso de los más creativos, tampoco les salva ni el marcado dulzor. Por decir algo bueno, son aparentes a primera vista.

Los más baratos: bonÀrea y Aldi

Caja de panellets variados del supermercado bonÀrea / Iker Morán

Aunque ya hemos dicho que regatear con el precio de almendras y piñones puede tener consecuencias terribles en la calidad, si se trata de comprar lo más barato posible, bonÀrea es nuestro destino. Venden a 6,75 euros el pack de ocho panellets tradicionales, la mitad de almendra y la otra mitad de piñones. Eso son menos de 34 euros el kilo. La cosa mejora todavía más —es un decir— con el surtido variado que nos va a permitir comprar una decena de panellets, incluidos dos de piñones y dos de almendras, por 4,95 euros.

¿Una ganga? No, porque en realidad la calidad está muy lejos de unos artesanales. Que el piñón sea nacional —como presumen— está bien, pero el problema es que se nota enseguida que no es bueno. De nuevo falta sabor, aunque a su favor hay que decir que el dulzor es moderado. No ayuda a disimular defectos en los clásicos, pero hace que los más creativos no resulten tan empalagosos.

Caja de panellets variados del supermercado Aldi / Iker Morán 

En Aldi también tiran la casa por la ventana, con un surtido de una docena de panellets variados por 5,95 euros. Fabricados por La Fleca de L'Empordà, de nuevo se presume de piñón nacional, pero eso no supone un plus de calidad en este caso. Los tradicionales son bastante difíciles de defender, los creativos (con mermeladas, café, cocó…) podrían llegar a tener un pase, siendo muy optimistas.

Parecidos más que razonables: Bonpreu

Caja de panellets variados del supermercado Bonpreu / Iker Morán

Los supermercados Bonpreu son los que ofrecen una mayor variedad de paneles en su lineal, incluyendo opciones “sin azúcares añadidos”. Nos quedamos en la gama normal, con opciones de piñones a unos 9 euros las nueve unidades. Es decir, un euro el panellet, la mitad que el primero de Carrió que hemos probado. Los de almendra están de oferta a 6 euros la docena, pero nos hemos quedado con el surtido variado que se vende a 6,45 euros la docena.

El fabricante es el mismo que el de Aldi, La Fleca de L’Emporda y aunque salta a la vista que son exactamente los mismos, aquí el precio es 50 céntimos más caro y desaparece la referencia al piñón nacional. Por si quedaba alguna duda, los probamos y, efectivamente, son los mismos, así que las conclusiones también.

Además de estos envasados en sus lineales, Bonpreu también vende a peso en sus mostradores de panaderías otra gama de mayor precio y, suponemos, mayor calidad. Fabricados por Mas Ramon los de piñones van a 47,5 euros el kilo, los de almendra y variados a 33,5 euros. No vale asustarse porque son más baratos que los envasados de Mercadona, por ejemplo.

De apariencia más artesanal que el resto, son generosos en piñones, pero la cobertura de, suponemos, huevo, al hornear no les hace ningún favor. El dulzor es algo más marcado de lo que nos gustaría y los piñones está claro que no son como los de Carrió, pero se podrían salvar. Lo mismo con los de almendra u otros más creativos, que, de nuevo, resultan los más interesantes del conjunto y donde cualquier defecto pasa más desapercibido.

Ametller Origen: los más pasables

Caja de panellets variados del supermercado Ametller Origen / Iker Morán

Terminamos esta ruta en Ametller Origen. Como era de esperar, el precio es algo mayor para el típico surtido de una docena de panellets variados, que rondan los 10 euros, frente a los 6 o 6,5 euros en otros supermercados. Los de piñones, andan sobre 8 euros la media docena. Aunque el packaging es similar al de Aldi y Bonpreu, nos hemos tomado la molestia de comprobar que no es el mismo fabricante.

En realidad da igual porque el resultado tampoco destaca especialmente. Los de piñones no son los peores, pero en otros se apuesta por una masa tipo mazapán de textura un tanto harinosa. El potente dulzor ayuda a hacer pasables los más creativos, pero tampoco es una buena señal. No son buenos porque en realidad ninguno lo son, pero sí estarían entre los más pasables de los probados, si no fuera porque el precio elimina la única razón de ser de este producto.

Conclusiones sobre los panellets de supermercado 

Aunque dábamos por hecho que era casi una misión suicida y había riesgo de que el equipo de cata habitual me dejara de hablar hasta que compensara la afrenta con algún panettone artesanal bueno, los resultados sirven en bandeja una conclusión bastante contundente: mejor comprar un par de paneles buenos en una pastelería artesanal que una docena del supermercado.

Puede sonar un tanto snob, pero es que los resultados no dejan mucho margen. Si se trata de comprar barato, los de bonÀrea podrían llegar a tener un pase si hablamos de eso, de relación cantidad-precio y dejamos en manos de los creativos salvar un poco la papeleta. Los de piñones resultan difíciles de defender tras probar los de Carrió y comprobar que sus 1,95 euros tampoco son mucho en comparación a lo que ofrece el resto por algo menos, pero tampoco tanto como para tolerar la diferencia de calidad.

Está claro que cuando hablamos de almendras y piñones, los clásicos trucos de la bollería industrial no sirven.