Andrés Jarque y Alberto Piedra Martínez del Forn Bertran, situado en el centro de Badalona, elaboran el mejor pan de Sant Jordi 2025, tal y como ha determinado el jurado profesional de este concurso, que celebra este año su octava edición.
Los otros dos finalistas han sido la Pastisseria Larrosa (Flix), de Pau Carranza, en segundo puesto —quedó en tercer puesto en 2024—; y la Pastisseria Faixat (Barcelona), con Enric y Gisela Faixat, en tercer puesto. Por su parte, en la categoría de escuelas, el vencedor ha sido el estudiante Lluc Alqueza.
El pan ganador, tal y como determinaban las bases del certamen, tenía que elaborarse según la receta original de Eduard Crespo, creada en 1989 para el Gremio de Panaderos de Barcelona, con tres masas: de queso, sobrasada y nueces.
Los secretos del pan ganador

El Forn Bertran, un establecimiento con más de cuarenta años de trayectoria en Badalona, ubicado en una de sus calles más céntricas, el carrer del Mar, ha resultado ganador de esta edición. Andrés Jarque nos cuenta que fue él quien enseño a Alberto Piedra, ecuatoriano de origen, pero establecido en Catalunya desde hace décadas, a elaborar este pan.
Piedra, visiblemente emocionado tras recibir esta distinción, nos explica que se habían presentado al concurso en otras cinco ocasiones, por lo que haber conseguido este premio es todo un acontecimiento. "Son tantas veces que hemos participado que al final tenía que funcionar, hemos acertado".

Cuenta que siguen al dedillo la receta de Crespo, y añaden "mucha dedicación, constancia y muchas horas". "Esta mañana, cuando hemos puesto los panes en el horno, he visto que podíamos ganar", añade Jarque. Elaboran tres masas: la de nueces, la de sobrasada y la del queso, a partir de masa madre. "Se amasan por separado, se juntan y cortamos a mano, a ojo", dice. Para ello, afirman, "todo el producto que utilizamos es de aquí", desde las nueces hasta el queso.
Sus piezas tienen entre 200 y 250 gramos y las venderán a un precio de unos 5 euros. Llevan días preparando panes de Sant Jordi, y saben que este año tendrán que multiplicar su producción, que habitualmente era de unos 800 panes (solo el día 23 de abril).
Defienden que lo que da valor a esta tradición es que el pan se coma solo el día de Sant Jordi, aunque también lo elaboran para la Diada del 11 de septiembre: "La gracia es que se coma solo una vez al año", dice Jarque.
El pan del Forn Bertran toma el relevo de L'Obrador dels 15, una panadería y pastelería en el barrio de Horta (Barcelona) que se llevó este galardón en 2024.
Qué opina el jurado

En esta ocasión, se han presentado al VIII concurso del mejor Pan de Sant Jordi 2025, organizado por la Obra Social Ernest Verdaguer de la plataforma Panàtics con el apoyo del Gremio de Panaderos de Barcelona, 40 panes a la categoría profesional —algo menos que en la edición anterior— y 18 panes de alumnos de escuelas de hostelería de Cataluña.
Diferentes jurados, uno para profesionales y el otro para escuelas, han valorado los panes presentados, teniendo en cuenta el aspecto exterior, la forma, el dibujo de las barras que representan la señera, el sabor, la calidad de los ingredientes y la textura (por el tipo de amasado y el trato de la fermentación).

El jurado profesional ha estado integrado por panaderos y pasteleros como Rafa Batalla, de la Escola del Gremi de Flequers de Barcelona, que, en palabras para Hule y Mantel, ha explicado que "el nivel ha sido bastante alto, se va mejorando, que es lo que exige un concurso como este". Ha habido cuatro finalistas y ha estado "muy reñido".
Todos los panes cumplían con las bases del concurso y seguían la receta de Crespo: "No había formas raras como otros años". Del pan ganador, Batalla destaca que "estaba bastante bien equilibrado, también la forma interior y exterior, y no llevaba colorantes, algo imprescindible".
El pan de Sant Jordi se inspira en los colores de la senyera, la bandera de Cataluña, y se trata de un pan artesanal, elaborado con tres masas diferentes: de queso emmental, de sobrasada y de nueces. Todos los panes que han sobrado en el concurso, se donan a la Iglesia de Santa Ana de Barcelona.
Otros miembros del jurado han sido Pere Fàbrega, Jordi Sempere, Manoli Irastorza, Josep Armenteros, Jaume Urgellés, Manel Corbalán o Josep Maria Rodríguez.