Las corbatas que mejor sentarían a Pedro Sánchez

En Unquera (Cantabria) elaboran unas corbatas dulces que causarían sensación entre los ministros. Seguro que el Presidente Pedro Sánchez no se resistiría

Javier Cirujeda, codirector del podcast La Picaeta y autor en Hule y Mantel

Comunicador gastronómico y codirector del podcast La Picaeta

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Elaboración artesanal de las corbatas de Unquera en Junco Pindal / Foto: IG
Elaboración artesanal de las corbatas de Unquera en Junco Pindal / Foto: IG

Nuestros políticos nunca dejan de sorprendernos. Son incapaces de dejar escapar una semana sin soltar un titular para poder echarnos unas risas. Desde el famoso “¿y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí?” de Aznar contra la DGT, a Rajoy y “la cerámica de Talavera no es una cosa menor, es una cosa mayor”, por escoger una de su prolífico repertorio. La última boutade ha venido de Pedro Sánchez —el Presidente, no el chef y titán de Jaén—  que ha pedido a los ministros y ministras que no lleven corbata “para hacer frente al ahorro energético”. Si Berlanga siguiese vivo no sé cuantas obras maestras hubiera rodado estos años con semejante nivel.

Y diréis, ¿qué tendrán que ver los “greatest hits” de nuestros mandatarios con un artículo gastronómico? Pues como aquí solo pensamos en comer y en beber, ha sido inevitable que nos acordemos de unas corbatas que sí podría disfrutar Pedro Sánchez sin miedo: las corbatas de Unquera.

Las corbatas de Unquera

Caja de corbatas de Casa Canal / Foto: Instagram de @GastroyPolitica
Caja de corbatas de Casa Canal / Foto: Instagram de @GastroyPolitica

Allá por 1951, Manuel Canal, fundador de Casa Canal en Unquera, tuvo una idea que a la postre resultaría un negocio redondo, dar a un hojaldre una forma alargada y hacerle una especie de nudo en su punta. Añadió a ese hojaldre una capa de azúcar y almendra, y resultó una auténtica maravilla, pero le faltaba un nombre. Manuel consultó a su padre y este tuvo una ocurrencia reveladora: “son corbatas”.

A partir de ahí, aprovechando la situación estratégica del pueblo, ya que para ir desde Santander o Ribadesella a Potes (pueblo muy turístico) hay que pasar por Unquera, empezó a vender corbatas como si de Massimo Dutti se tratasen. El boom de la corbata se propagó por todo el pueblo, tanto que ahora este dulce no puede ir separado de la denominación “de Unquera”. Otros obradores también se pusieron a hacer sus propias corbatas, y ahora hay hasta cinco que lo elaboran, entre los que destaca Pindal, que llega a vender 3,8 millones de corbatas al año.

Sálvame Hojaldre

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Caja de corbatas de Junco Pindal / Foto: Instagram

Otra de las marcas que podemos comprar es Río Deva, propiedad de los hijos de Manuel Canal. Y diréis: ¿pero la empresa familiar no era “Casa Canal”? Pues bien, os doy la bienvenida a “Sálvame Hojaldre”: según he podido investigar parte de la familia se quedó con Casa Canal y otra parte fundó Río Deva. Estos últimos comparten la receta de sus corbatas:

“Una vez amasada la masa de harina, se le añade la mantequilla para formar "el platón" al que se le dan tres vueltas y pasa a la cámara de frío hasta que alcance la temperatura de 6 a 8 º C. Al llegar a esa temperatura se vuelven a dar otras tres vueltas y pasa al frío. Posteriormente se estira y se corta. En el corte se le añade la glasa real, almendras y se le hace el nudo característico. Finalmente se hornea durante 20 minutos”.

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Elaboración del hojaldre en Pindal / Foto: Instagram

Aparte de las tradicionales, también hay versiones con un baño de chocolate con leche y con chocolate blanco. Y todas, da igual la marca, vienen en esas clásicas cajas con aires “retro” que nos llevan a los dulces arraigados de nuestra geografía, siempre sin conservantes ni colorantes, 100% naturales y que seguro que hacen las delicias de nuestro Presidente del Gobierno, ministras, ministros y menestras. //

Caja tradicional de las corbatas de Unquera / Foto: Río Deva
Caja tradicional de las corbatas de Unquera / Foto: Río Deva