Así elabora Lluc Crusellas sus monas de Pascua de chocolate: visitamos el obrador de Eukarya en Vic

VÍDEO | El mejor chocolatero del mundo nos descubre algunos de los secretos de sus figuras de chocolate, una colección inspirada en el mundo animal

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

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Una de las monas de Pascua de Lluc Crusellas en Vic / GALA ESPÍN
Una de las monas de Pascua de Lluc Crusellas en Vic / GALA ESPÍN

Son días de mucho trabajo en el obrador de Lluc Crusellas en Vic, es momento de monas de Pascua y toca producir sin parar. Desde que en 2022 se hizo con el título de mejor chocolatero del mundo, no ha perdido la oportunidad de lanzar proyectos, uno de ellos su propia marca de chocolates: Eukarya

Bajo este sello ha vuelto a presentar este año una colección de trece monas que reproducen animales, tanto elaboradas mediante patronaje como en forma de figuras 3D, y también otras piezas más pequeñitas que completan la colección. "Siempre con un buen chocolate, pero intentamos tener monas más complejas y otras más simples", dice Crusellas.

Aun así, bromea, "el equipo titular son las figuras de animales", y nos abre las puertas de su espectacular obrador para enseñarnos cómo se elaboran estas monas de chocolate artesanas que arrasan entre ahijados y padrinos.   

Patronaje o 3D: las monas más creativas

Lluc Crusellas con una de sus monas de Pascua 2025 / GALA ESPÍN
Lluc Crusellas con una de sus monas de Pascua 2025 / GALA ESPÍN

Rana, panda, cerdo, león, mona... componen esta familia donde tampoco falta el zorro, una figura de nueva creación que, además, subió al podio del concurso de La Mejor Mona de Pascua de Cataluña en la categoría de chocolate: "Quedó en segundo lugar, con este formato que tanto nos caracteriza y del que estamos tan contentos", apunta.

Se refiere a la técnica del patronaje: cortan las piezas de chocolate manualmente y las montan por capas, "tienen que ser perfectas, es donde se aprecia la técnica de estas figuras", afirma el maestro chocolatero. Todo ello combinando texturas y sabores —cada mona utiliza chocolate negro, con leche, blanco y caramelo, de la calidad habitual en Eukarya— con técnica y precisión para ofrecer una experiencia deliciosa.

También elabora espectaculares figuras en 3D, usando avanzadas técnicas de modelado, con las que obtiene formas voluminosas, en este caso, a base de chocolate negro, blanco y con leche —el más habitual, porque gusta más a niños y niñas—. A Crusellas le gusta "salir del molde, que está bien, pero no deja de ser un molde", reconoce.

Y eso lo consigue gracias a su maestría y, en parte, gracias al equipamiento de alto nivel que tiene en su obrador, como la máquina que sirve para elaborar exclusivamente huevos de chocolate, o la que incorporará en breve para poder realizar corte al agua. "Nos ayudará a optimizar procesos productivos y nos permitirá hacer piezas de chocolate con mucho más detalle".

Sobre sus creaciones de Pascua, concluye que "lo más difícil es elaborar monas que, como pastelero, te sientas satisfecho y que, a la vez, gusten tanto a los niños como a los padrinos. Estas colecciones que hacemos tienen un equilibrio entre lo elegante y artístico, pero también un punto infantil". 

Cómo se monta una figura de chocolate 

Montaje de la mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN
Montaje de la mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN

Es momento de ver cómo el chocolatero realiza el montaje de la figura del mono (o la mona de Pascua), elaborada mediante patronaje. Utiliza diversas piezas de chocolate para el cuerpo, además de la cabeza, y tiene un ensamblaje complejo.

La base de la cara del mono es una pieza de chocolate blanco caramelizado, a la que se van añadiendo piezas, previamente dibujadas y cortadas a mano con la ayuda de unas plantillas, como la nariz, los pelillos de la cabeza, los ojos y la boca "que tienen detalles que le dan mucha personalidad al mono".

Mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN
Mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN

Todas las piezas se van pegando poco a poco con chocolate, en plano. Cuando ha cristalizado y las piezas se aguantan bien, se le da un poquito de textura a los ojos, "buscando que sea lo más elegante posible y que la figura tenga este punto divertido", dice el pastelero.

Ahora toca montar el resto de la figura sobre una base de chocolate con leche, que rayan para que tenga una textura similar a la madera. Igual que sucedía con la cara, las piezas del cuerpo, así como la cola, se han cortado previamente —es importante que tengan todas exactamente el mismo grosor— y se van pegando, con cierta distancia entre ellas, a la base. "En este caso, tenemos cinco capas y cinco separadores que dan el volumen al cuerpo de la mona".

Montaje de la mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN
Montaje de la mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN

A continuación, en una placa caliente, derriten la pieza de chocolate blanco que dará forma a la barriga de este mono, hasta que tenga la medida justa; y luego, se pega en el cuerpo gracias al mismo chocolate derretido. Ahora llega el momento más delicado, pegar la cabeza que ya estaba ensamblada, también con chocolate derretido. 

En este caso, se ayudan con un poco de spray de frío, con el que consiguen que bajar la temperatura del chocolate y que la cabeza quede perfectamente sujeta. La mona mono está lista. "Al final, es como si las figuras acabaran cobrando vida", explica Crusellas. 

Cómo conservar la mona de chocolate

Mona de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN
El almacén de monas de Pascua de Lluc Crusellas / GALA ESPÍN

Visto el proceso de elaboración, es evidente que estamos ante unas monas extremadamente delicadas, por eso solo están disponibles para recoger y comprar en el obrador de Eukarya en Vic y en el córner que tienen en el centro comercial Andorra la Vella- Pyrénées. Quedan pocos días, así que si eres padrino tendrás que correr.

Si ya tienes la mona, un último consejo a una pregunta habitual: ¿cómo hay que conservar la mona de chocolate? "A temperatura ambiente es perfecto, a no ser que tengas la casa a 60 grados y la pongas cerca de un radiador", bromea Crusellas. "El chocolate tiene una fecha de consumo preferente, pero si lo conservas bien, a unos 20-23 grados, puede durarte mucho".

En este sentido, el chocolatero explica que se nota cómo, cada vez más, la clientela valora la calidad del producto, del chocolate. Y destaca ese momento en el que el ahijado escoge la mona con el padrino en la tienda, "es muy bonito, y a nosotros nos hace mucha ilusión poder elaborar este producto que va a ir a una mesa, a una casa, que van a romperlo, a comerlo y a disfrutarlo... Generar emoción, esto es lo más bonito de este oficio".