Está en Calpe (Alicante) y es uno de los 50 mejores restaurantes italianos del mundo, según el listado 50 Top Italy. Pero ese no es su único reconocimiento, ya que el restaurante Orobianco ostenta también una estrella Michelin desde hace dos años, y un Sol Repsol.
Todos estos galardones llegan después de que Paolo Casagrande —conocido por su excepcional trabajo en el triestrellado Lasarte del Monument Hotel (Barcelona)—, como director gastronómico, y Andrea Drago —su mano derecha durante años, también pupilo de Martín Berasategui—, como chef, se pusieran al frente de este restaurante que se entrega a la "alta cocina italiana".
El establecimiento, que se ubica en la lujosa urbanización Colina del Sol, no es nuevo, celebra justo ahora su décimo aniversario, pero fue en 2022 cuando decidió cerrar sus puertas para actualizar las instalaciones y renovar su oferta culinaria —ya tenían una estrella Michelin, que luego rápidamente recuperaron—.
"Siempre hemos hecho alta cocina italiana, pero cuando se hicieron los cambios pensamos que no había mejor candidato que Paolo para seguir y mejorar este concepto. Llevamos dos años con esta nueva etapa y es la mejor de toda nuestra historia", nos explicaba Inna Skriabina, gerente de Orobianco, hace apenas unas horas en Barcelona.
Su visita se debe a que ambos chefs, acompañados de su equipo de cocina y sala, han querido traer a la capital catalana un pop up temporal de Orobianco, para que podamos acercarnos a su cocina. "La llamamos alta cocina italiana, pero no es solo eso, es un concepto que va evolucionando, a través de una cocina creativa muy bien hecha, italiana, sin duda", comentaba Casagrande.
La esencia de Orobianco en un menú

De lo que no hay duda es de que se trata de un menú diseñado y ejecutado con excelencia, equilibrado en sus pases y excelso en sabores que miran al Mediterráneo. Sello Casagrande. Aunque el chef deja vía libre a Drago y a su equipo. "Cada vez que les visito me quedo acojonado con todo lo que está haciendo", bromeaba Casagrande.
En esta ocasión, han optado por algunos de los pases de su menú degustación corto y han añadido un par de platos especiales. Así, empiezan con un acertadísimo juego de snacks: el bloody mary, acompañado de pizza al vapor de gamba blanca y garum; la bruschetta —un homenaje a este antipasto italiano en forma de explosión líquida—; el taco de setas y queso de anacardos, y el cannolo salado de anguila ahumada. Difícil elegir un único favorito.
Uno de los platos principales es el pez limón marinado —curado en cámara durante siete días—, servido sobre crema de escarola a la brasa, emulsión de agua de tomate, aceituna nocellara y caviar osietra. En sus menús nunca faltan la pasta ni los risottos, y aquí se han decidido por unos tubetti de calabaza, cocidos al dente, como toca, con un sabroso miso de parmesano y una buena abundancia de láminas de trufa de temporada. Otro 10. También hay un risotto, ahumado.

Y no habría que perderse su servicio de pan, regado con aceite de oliva virgen extra de origen siciliano, y con varias modalidades de grissini caseros. Uno de ellos lo elaboran con 'nduja, un embutido típico italiano similar a nuestra sobrasada, y su punto picante es realmente adictivo.
Para cerrar —nos reservamos otros platos que os animamos fervientemente a descubrir—, el tiernísimo pichón a la veneciana es otro acierto; y luego los postres, con una pannacotta de cardamomo que invita a hincar cuchara, y los indispensables petit fours. La satisfacción final está asegurada.
'Pop up' en el espacio Santaló 86

La cita es en el espacio Santaló 86, situado junto al Mercat de Galvany, en el barrio de Sant Gervasi, un lugar —también propiedad de Casagrande— pensado para cenas privadas, con zona de showcooking y una mesa con capacidad solo para 14 comensales.
El entorno perfecto para disfrutar del impecable trabajo de Inês Correia —maître formada en Lasarte, entre otros— y de la sumiller Rita Oliveira, que también se han desplazado a Barcelona.
El pop up estará abierto del 12 al 14 de marzo y del 18 al 22 del mismo mes, en horario de cena. El menú tiene un precio de 140 euros (con 68 euros el maridaje) y hay posibilidad de reservar en diversos tramos, entre las 20 y las 21 horas. En Barcelona no podremos disfrutar de las vistas espectaculares del restaurante Orobianco sobre Peñón de Ifach, pero sí de su cocina que, avisamos, os dejará con ganas de más, ganas de viajar hasta Calpe.
Orobianco y Teatro Kitchen&Bar
El grupo Orobianco, propiedad de una familia rusa que lleva más de una década operando en España, y que se dedica mayoritariamente a la construcción inmobiliaria, no deja de ser noticia. Como adelantó La Vanguardia, desde principios de febrero es también nuevo propietario del restaurante Teatro Kitchen&Bar que, bajo la asesoría del chef Oliver Peña, obtuvo su primera estrella en la pasada edición de la Gala Michelin España 2025.
Ahora, la dirección gastronómica del local, ubicado en la avinguda Paral·lel, correrá a cargo del chef Paolo Casagrande, y ya anunció que, por el momento, mantendrá el restaurante tal como está, con Peña al frente de la cocina y con el mismo equipo de sala.