Lleida y caracoles (o peras). Esta es una asociación inevitable cuando pensamos en la despensa de las Terres de Lleida. Si a la ecuación le sumamos el mes de mayo, tenemos como resultado una cita gastronómica que congrega cada año a varios miles de personas: l'Aplec del Caragol de Lleida.
Porque, como es habitual, el último fin de semana de mayo, se celebra este encuentro, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta Tradicional de Interés Nacional en Cataluña, que tiene como objetivo de comer, beber, divertirse y, sobre todo, poner en valor uno de los platos más populares de la zona: los caracoles.
En esta ocasión, la cuadragésima cuarta edición de este evento, organizado por la Federación de Peñas del Aplec del Caragol de Lleida (Fecoll), arranca hoy, 23 de mayo, y tiene lugar en el recinto dels Camps Elisis. Un espacio que, durante tres días, reunirá 121 colles (peñas) y unos 16.500 collistes, así como más de 200.000 visitantes.
El origen del Aplec del Caragol: en qué consiste la fiesta
El Aplec del Caragol es una fiesta gastronómica que se centra en la degustación de caracoles. De hecho, este año, se espera que durante los tres días que dura la cita se vuelva a consumir la cifra habitual de unas 13 toneladas de caracoles.
El origen de la celebración se remonta al año 1980 cuando unas 300 personas —cerca de 12 colles— se reunieron al aire libre para comer caracoles. De ese encuentro informal y sin infraestructura nacía el Aplec, que ya en su segunda edición incorporó un pasacalles por la ciudad de Lleida y presentaba cierta organización.
Cuentan en la web de la Fecoll que el nacimiento del Aplec del Caragol se debe a tres ideas: la propuesta de José Luís González, regidor de UCD, de hacer una caracolada popular en el choperal de Cappont, la organización de un concurso gastronómico que el Ayuntamiento de Lleida encargó al hostalero Antoni Costa y Sumell, y la notificación al mismo ayuntamiento, por parte de Manolo Calpe, de la intención de hacer una comida colectiva al lado del río Segre.
Finalmente, la idea de Calpe, que anteriormente había sido desautorizada, vio la luz con la creación de la primera colla del Aplec: l'Ordre del Cargol.
¿Cómo se cocinan los caracoles?
En Lleida, el caracol es un "símbolo ancestral de la cocina tradicional", tal y como explican desde la Fecoll, y se mantiene como un plato habitual de las cartas de los restaurantes de la zona, llegando incluso a hacerse un hueco en la cocina de vanguardia. Se cocinan a la gormanda o en cazuela, aunque la elaboración más popular, y la que se utiliza mayoritariamente en el Aplec, es, sin duda, a la llauna.
Para ello, se usa una plancha metálica plana con asas, sobre la que se disponen los caracoles limpios —dejunats, dicen en Lleida—, uno a uno y boca arriba, y la lata se coloca sobre las brasas. Una vez cocinados, se extraen del caparazón con un punzón de madera, un poco más largo que los habituales palillos, y se mojan en alioli —hecho a mano con el mortero con aceite y ajo— junto con la vinagreta.
Los platos de caracoles son muy populares en diversas provincias españolas y existen recetas autóctonas en varias de ellas para preparar estos moluscos: a la andaluza —como desgranábamos en este artículo sobre los caracoles en Sevilla—, a la burgalesa, a la extremeña, a la grotesca, a la patarrallada, a la riojana, a la santoñesa, la valenciana, a la vizcaína... Y muchas otras explicaba con detalle en este artículo nuestro colaborador Rogelio Enríquez, actual presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía.
Cómo participar en l'Aplec 2025
Los protagonistas absolutos de la fiesta son los collistes, vestidos con sus camisetas de colores y sus gorros de paja. La mencionada Ordre del Cargol es considerada la colla madre del evento y ha mantenido su presencia desde los inicios. La Puput es otra de las más antiguas y concurridas, igual que la Penya la Conya que ya participó en las primeras ediciones del Aplec.
Estas collas, y otras de más reciente incorporación, como Els Llivianos y Els Caraculers, han sido esenciales para mantener viva la tradición y fomentar el espíritu comunitario que caracteriza a esta celebración. Asimismo, la cita ha atraído la atención de participantes más allá de las fronteras catalanas. En 2017, por ejemplo, se incorporó por primera vez una colla procedente de la Cataluña Norte, el Team Cargol, originario de Perpiñán.
Los turistas y visitantes que no pertenezcan a ninguna colla también pueden integrarse —bajo reserva— en la fiesta con diversas fórmulas. Este año, como novedad, se abrirá un segundo restaurante para los visitantes, en la plaza central del recinto, que unido al ya existente, el interior del Pabellón 4, duplica la capacidad de servicio.
Además, "su ubicación en la zona más dinámica del recinto, es un atractivo añadido para aquellos que quieran disfrutar de nuestra gastronomía, sin perder de vista el ambiente de las colles", ha explicado Ferran Perdrix, presidente de la Fecoll.
Se puede elegir, en el restaurante interior, el menú Pavelló con entrante, plato principal que pueden ser caracoles y postre (precio 32 euros), desde el viernes por la noche hasta el domingo al mediodía. También el menú Plaça, en el restaurante exterior, con entrante, plato principal —longaniza con samfaina, el sábado; o paella de arroz mixta, el domingo— y postre (precio 28 euros), desde el sábado hasta el domingo al mediodía. Los packs incluyen bebida, pan y el pañuelo de l'Aplec.
Asimismo, se puede optar por la cata de caracoles, que incluye caracoles, pan, alioli y bebida (precio 14 euros): o Pack Colles, que permite tomar una caña o refresco en tres penyes de acogida designadas por la organización: Bota, Llauna y Marraco (precio 6 euros). Además, hay menú infantil (precio 13 euros).
El visitante tendrá que solicitar la pulsera que da acceso al recinto en la entrada principal (Passeig Central). Es de color beis y permite el acceso al recinto en cualquier horario y con las mismas condiciones que los collistes.
Un extenso programa de actividades
La fiesta dará inicio con su particular chupinazo, denominado lo caragolasso, el viernes, 23 de mayo a las 19.30 horas en el Passeig Central de la ciudad. Este año Cigaló-Forçuts serán la Colla d’Honor 2025, y contarán con la actuación de Claquera.
A partir de ahí, se desarrollará su amplísimo programa de actividades, para todas las edades, organizadas por las colles: comidas de "germanor", conciertos, vermuts musicales, sesiones de DJs, castellers, pasacalles, concursos, propuestas infantiles, verbenas...
Todas ellas tienen carácter gratuito y están abiertas al público para celebrar las bondades de los caracoles, integrase en la fiesta y disfrutar durante todo el fin de semana de una fiesta muy sabrosa.