La generosidad de la Guía Repsol a la hora de repartir sus soles es de sobra conocida. De hecho, en esta edición 2025 ha repartido nada menos que 90 nuevas distinciones por todo el país. Una cifra que, por ayudar a situarse, está muy lejos de las 36 nuevas Estrellas Michelin que la guía roja repartió en su última edición a finales del año pasado.
Y aunque el titular en los nuevos tres soles para loa restaurantes Bagá (Jaén) de Pedro Sánchez y La Finca (Elche) de Susi Díaz, este año también ha habido bajadas en el ranking de Repsol. Un dato que normalmente recibe mucha menos atención y que, de hecho, no figura en la información publicada por la guía y solo salta a la vista al repasar la lista del año pasado y la reciente anunciada. Sigue habiendo 44 restaurantes con tres Soles, pero basta recordar las dos nuevas incorporaciones para echar cuentas.
Y es que también la Guía Repsol se apunta este año a lo que Michelin denomina “supresiones” y que, se supone, es parte ineludible de una guía que quiera ser referencia. Más, se comenta siempre en el sector, en una guía donde cuesta seguir la pista de los 789 restaurantes que lucen a día de hoy algún sol Repsol y a la que se suele acusar de primar más la cantidad de los galardones que el nivel de exigencia a la hora de otorgarlos.
De tres a dos soles

Polémicas al margen, el caso es que un único restaurante en todo el país ha perdido la máxima distinción en esta edición 2025. Algo inaudito en la Guía Repsol, que rebaja la categoría del emblemático Via Veneto (Barcelona) de tres a dos soles Repsol. También Ramón Freixa en Madrid desaparece de la lista de los restaurantes con tres Soles, pero en este caso por el cierre de esta casa.
Llama la atención comprobar que en la propia ficha de Via Veneto en la Guía Repsol ya aparece la nueva categoría de dos Soles, pero en el momento de escribir estas líneas ahí está Josep Monje en una fotografía luciendo el galardón de los tres Soles. Repasando las publicaciones de la propia guía, en abril del año pasado se hablaba de esta casa como un lugar “cálido e impecable” y de hecho se aseguraba que Via Veneto seguía “como siempre y como nuevo”.
Algo que, por lo visto, ha cambiado en estos últimos meses o no comparten los inspectores de Repsol a los que el clasicismo de esta histórica casa de Barcelona, donde han comido Nixon o Dalí y compartieron mesa Vargas Llosa y García Márquez antes de que el amor y la política los separase, parece que ya no convence. En 2019 David Andrés dio el salto desde Abacás para ponerse al frente de esta mítica cocina de Barcelona.
Además de esta bajada de Via Veneto, también el malagueño El Lago ha perdido un sol Repsol, pasando en este caso de dos a uno dentro de la guía. La noticia llega en plena transición en este restaurante ubicado en el elegante campo de Golf de Marbella y que recientemente cambiaba de propiedad y de direcciones en la cocina, donde ahora ejerce Milos Zdravkovic.
Aunque nadie se cuestiona la importancia para cualquier guía de cierto prestigio de revisar sus galardones y rebajar la categoría de un restaurante cuando el nivel ha caído, no faltan quienes se lamentan de que la nueva política de Repsol centre su castigo única y exclusivamente en una casa tan emblemática como Vía Veneto. Aunque en la última edición de la Guía Michelin también hubo rumores de última hora sobre la caída de un tres estrellas en España, finalmente no fue así.
Via Veneto recibió su primera estrella Michelin en 1974, que ha mantenido desde entonces a lo largo de este medio siglo. Una casa histórica en cuya carta es posible encontrar recetas como el pato a la prese, que llevan ahí desde 1967, y que además tiene una de las bodegas más espectaculares del país.