Con la llegada del calor, el melón se convierte en uno de los frutos más buscados por su frescura y dulzor. Es una de las frutas estrella del verano. Sin embargo, a pesar de su popularidad, muchas personas siguen encontrando complicado pelarlo y cortarlo de forma práctica.
A continuación, te explicamos diversos métodos sencillos y eficaces para trocear y pelar un melón sin esfuerzo, y sin mancharte las manos, ideal tanto para disfrutarlo solo como para presentarlo en ensaladas, postres o aperitivos veraniegos.
Cuáles son las propiedades del melón
El melón pertenece a la familia de las cucurbitáceas, al igual que el pepino, la sandía, el calabacín y la calabaza, entre otros. Su condición de producción lo determina como hortaliza; sin embargo, por su consumo se le considera como fruta.
Todos ellos comparten una característica fundamental: la gran cantidad de agua que tienen. En el caso del melón, el agua supone alrededor del 90% de su composición, lo que le convierte en un alimento muy refrescante para hidratarnos ante las altas temperaturas estivales.
Además, sus niveles de calorías y azúcar son mínimos, así que resulta un producto ideal para cualquier dieta y rico en diversos nutrientes, como potasio, vitamina A, vitamina C y antioxidantes, que otorgan a este fruto propiedades diuréticas.
Existen variedades que se distinguen en función de su piel, tamaño y forma: galia, cantalupo y piel de sapo, siendo este último el más común.
Cómo se elige un buen melón
Así como hay varias clases, también existen varios criterios en los que basarse para elegir un buen melón. Tal y como nos aconsejaba el agricultor Josep Pinyol, del Parc Agrari del Baix Llobregat en Barcelona, en este artículo de Hule y Mantel, para saber si este fruto está en el punto de maduración, hay que observar cinco señales: el peso, el color, el crujido, las semillas y las estrías que presenta.
Cómo se corta un melón
Asimismo, hay muchas maneras para cortar y pelar uno en forma de sencillos trucos para lograr trocearlo en pedazos más pequeños.
El corte erguido

Este tipo de corte se puede obtener en menos de un minuto. Lo primero que se debe hacer es cortar una de sus bases. A continuación, hay que ponerlo de pie sobre una superficie dura y plana en el extremo que aún no se ha cortado. Finalmente, se introduce la punta de un cuchillo grande y afilado para partir las tajadas del melón en un movimiento vertical de arriba a abajo.
Si resulta más cómodo a la hora de comerlo, se puede trocear en partes más pequeñas.
El corte clásico

Este es, por excelencia, el corte más tradicional. Consiste en partir el melón por la mitad con un cuchillo dentado, retirar las pepitas con una cuchara e ir haciendo cortes en tajada de cada una de las mitades. Este tipo de corte es habitual para servirse acompañado de jamón serrano, por ejemplo.
Si se quiere obtener un resultado más limpio, se puede rebanar toda la piel, exceptuando una parte del final, por donde el comensal puede sujetar el trozo de melón sin mancharse. Este estilo se denomina el tacón por la silueta de zapato que muestra.
El corte en cubos

Este corte resulta original y estético para presentar el plato de manera atractiva. En primer lugar, se debe separar el melón en cuatro partes iguales, para posteriormente marcar líneas paralelas con un cuchillo largo en cada lado que dibujen una cuadrícula.
Si se cruzan los cortes, se conseguirán trozos de melón en forma de dados o cubitos que tendrán un aspecto muy apetecible para los comensales. Habitualmente, estos tacos sirven para acompañar un postre o bien comerse solos con un tenedor, presentados en un vasito.
Cómo se debe pelar un melón
Según el tipo de corte utilizado, resultará más fácil quitarle la piel de una manera u otra. En el corte erguido, bastará con retirar la piel de cada tajada por separado usando un cuchillo.
En cuanto al corte tradicional, se realizaría igual, salvo en el tacón, puesto que quedaría una parte de piel con la que se agarraría el trozo de melón para comerlo sin mojarse las manos. Finalmente, en el corte en cubos o dados, más moderno, se puede quitar la piel de cada dado o bien pelar directamente las cuatro partes iniciales que se obtienen.