Dónde comer cerca de la estación de Sants (Barcelona): 12 restaurantes infalibles y asequibles

Casas de menú diario, de comida tradicional e incluso de especialidades japo-peruanas. Dónde comer bien cerca de Sants-Estació para no caer en el típico bocadillo envasado

Óscar Gómez

Comunicador gastronómico

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Exterior de la estación de Sants de Barcelona / Foto: Òscar Gómez
Exterior de la estación de Sants de Barcelona / Foto: Òscar Gómez

Sants es uno de los barrios más dinámicos y socialmente activos de Barcelona. Esta mentalidad militante y combativa se refleja en su panorama gastronómico, que en los últimos años se ha movido mucho y bien. Probablemente esto ayude a que, a pesar de la imponente presencia de la estación de tren más importante de la ciudad, en general sus restaurantes resistan la tentación de entregarse al turismo de forma descontrolada, como sucede con otros establecimientos de la Sagrada Familia o Plaza Cataluña. El resultado es un barrio donde se puede comer bien, a buen precio y con mucha variedad.

Como ya hicimos al visitar los restaurantes de Sants que están más cerca de plaza España y la Fira, te proponemos locales de menú diario, casas con más de 50 años de vida donde la comida tradicional es devoción. Bodegas de guiso y bocadillos, locales con brasas de autor, cocina japo-peruana a precio razonable e incluso uno de los restaurantes más singulares de toda Barcelona que únicamente sirve menú degustación. Todo en Sants, un barrio en plena ebullición.

El Cullerot de Sants

El menú y uno de los platos de El Cullerot de Sants / Foto: redes
El menú y uno de los platos de El Cullerot de Sants / Foto: redes

Ismael Vizcaíno y Jessica Chamizo ofrecen desayunos de poder absoluto y uno de los menús del día más originales y gastronómicamente interesantes de toda la ciudad. Priorizan lo esencial y por eso la decoración del local es austera y sencilla. Pero su cocina, ay su cocina, es elaborada, sabrosa, honesta y singular. Pongamos un ejemplo: la coliflor con bechamel trufada, gratinada con queso manchego, sofrito con jamón y ajos tiernos, acompañada de un huevo cocinado en dos tiempos, primero a baja temperatura y luego frito para sacarle las puntillas y los colores. Un plato donde la yema es tan salsa como lo es la bechamel, donde la cuchara se hunde golosamente entre texturas cremosas y blancas.

Pero no te vayas todavía, les gusta cocinar con caza y te puedes empujar unos gnocchi caseros hechos con ragú de ciervo o un civet de jabalí con patatas de Olot y pico de gallo. Ismael borda los arroces, como el que disfrutamos en un desayuno de sábado por la mañana: arroz salteado con jengibre y encurtidos estilo pipirrana malagueña y con topping crujiente de Doritos pasados por el mortero. ¿Prefieres pescado? Buñuelos de gallineta con suquet de pimientos y mejillones.

Todos son platos de un menú de 13,50€. De puros locardos. No te pierdas su pastel de tres leches, bizcocho elaborado con leche evaporada, nata liquida y leche condensada. Y si eres fanático del flan, pídete el que sirven en formato de enorme lingote dorado. Oiga, ni en Fort Knox los tienen igual. // El Cullerot de Sants. c/Olzinelles, 114, 08014 Barcelona. 
Tel.: 934 319 069. Precio: Menú diario 13,50 euros. Menú fin de semana 16,50 euros.

Arturo

Garbanzos con cigalitas en el Arturo de Sants / Foto: Òscar Gómez
Garbanzos con cigalitas en el Arturo de Sants / Foto: Òscar Gómez

¿Conoces esos restaurantes en que los camareros saludan a la clientela por su nombre conforme van entrando por la puerta? Pues así es Arturo y así lo he vivido yo sentadito en las mesas cercanas a la barra mientras disfrutaba de unos garbanzos con cigalitas de playa y una tortilla de bacalao de fragancia impetuosa y cremosa textura. Anna y Carles Jansà son hermanos y dirigen el cotarro en esta casa de cocina rotunda, clásica y extremadamente gustosa. Cuesta decidirse por alguno de los platos, todos morrocotudos, contundentes y sabrosos. Memorables.

Arturo Jansà abrió en 1972 este restaurante donde ser feliz es realmente fácil. Sólo hay que ir hasta allí y dejarse llevar por el hambre. Bordan la cocina de la legumbre, los garbanzos ya mencionados son sinfonía de ternura garbancera con sabor a mar y rechupeteo de cabezas. Los fesols con cebolla pochada y anchoas combinan la sutilidad dulzona de la cebolla con el toque punky y punzante de la salazón. Ya hemos hablado de la tortilla de bacalao, pero insisto, si te acercas al Arturo pídela, no te arrepentirás.

En las paredes de la sala cuelgan botellas que parecen volar, en la barra las vitrinas muestran enormes cigalas junto a muy vivitos bogavantes. En un lateral puedes ir observando los postres, que esperan su momento. Milhojas de crema y pasteles de queso de tamaño gigante. El Arturo es una joya de barrio, un restaurante de felicidad masticada en los platos y respirada en el aire. Un espectáculo visual de producto y una simpatía que resulta irresistible e impresionante. // Restaurant Arturo. c/Sagunt, 104 Bajo, TDA 1, 08014 Barcelona. Tel.: 933 315 086. Precio: 35-40 euros (carta).

La Carota

'Trinxat' con sobrasada en La Carota / Foto: Òscar Gómez
'Trinxat' con sobrasada en La Carota / Foto: Òscar Gómez

Cristina Pitarque y Sebastián Afonso se conocieron trabajando en un restaurante. Del amor surgió la pareja y de la pareja surgió La Carota, su restaurante. “Le llamamos carota, que es la palabra latina para zanahoria. Es lo que nos hace ilusión cada día, lo que nos empuja a seguir adelante”. Abrieron en agosto de 2017 este local sencillo, casero, luminoso y divertido. Cristina a los fogones y Sebastián en la sala, proponen cocina catalana hecha innegociablemente con producto fresco de temporada. Eso implica que su carta cambie a menudo de cabo a rabo, tener como proveedores a campesinos que cultivan a pocos kilómetros en el Parque Agrario del Baix Llobregat te premia con la calidad y te obliga a adaptar tu cocina al paso estacional.

Resulta fantástico encontrar escabeche en su carta, que van cambiando según temporada. En el de alcachofas y calçots, Cristina perfuma el aceite con pimienta, romero, cardamomo negro… y tras quemar a la llama y pelar los calçots confitan los vegetales antes de añadir un buen chorro de palo cortado. Un vino que descubrió “en unas jornadas que hicimos dedicadas al gran Camarón”. Desde entonces usan los vinos jerezanos en muchos platos. Excelentes croquetas que elaboran como reaprovechamiento de la carne que guisan para luego hacer salsas con los jugos en reducción. También de reaprovechamiento es el trinxat que elaboran con las verduras de las escudellas, y para darle punch le añaden sobrasada de la familia Rovira, que tiene un punto ahumado y así el plato está superior.

Momento postres: flan casero de dulce de leche, homenaje al origen uruguayo de Sebas o bien trufas de chocolate negro combinadas con ron. // La Carota. c/del Tenor Masini, 20, 08028 Barcelona. Tel.: 931 405 161. Precio: 25 euros (carta).

Bodega Montferry

Mollete de capipota con callos de la Bodega Montferry / Foto: Òscar Gómez
Mollete de capipota con callos de la Bodega Montferry / Foto: Òscar Gómez

Debe hacer un par de años que la Montferry se tuvo que trasladar de local por aquellas cosas del despiadado mercado inmobiliario. Marc Miñarro y Raquel Bernús no abandonaron el barrio, y aunque el espacio original tenía un carisma imposible de superar, su ubicación actual ofrece a cambio más comodidad y mucho más espacio.

Me fascina su oferta de guisos entre panes, lo que normalmente tomarías en cazuela o plato hondo con cuchara en formato bocadillo, para degustar a bocados. Su mollete de capipota con tripa es an-to-ló-gi-co. Una poesía de crujientes amorosos, gelatinas pegajosas, sabores de lo más umami que te puedas imaginar y encima a unos precios de risa, cinco euretes. Si te van las albóndigas, te las ponen en pan de barra con salsita y picada, o también las puedes pedir en el formato clásico, el del plato donde el pan es para mojar. Date una vuelta por el lado guisado de la vida: fricandó, oreja, la anterior capipota con tripa esta vez mejorada gracias al combo que forma con garbanzos cremosos para cucharear... 

Aunque tienen bocatas clásicos de la casa como el de escalibada o el de butifarra con mostaza a la antigua… no dejes escapar el Borinot, una maravilla hecha con tocino veteado, queso brie y sobrasada. Además cada día proponen bocatas fuera de carta en una suerte de exploración continuada de la combinatoria del pan. Que por cierto es también pan del barrio: del Forn Ca la Toñi. Todo queda en Sants. // Bodega Montferry. Passatge de Serra i Arola, 13, 08028 Barcelona. Tel.: 931 629 636. Precio: 15 euros.

Cuina Mametora

Chicharrón de lubina de Cuina Mametora / Foto: Òscar Gómez
Chicharrón de lubina de Cuina Mametora / Foto: Òscar Gómez

Ayako Kobayashi y Miguel Ángel Oliveros (ella en cocina, él en sala) son un verso libre culinario. En su restaurante, la pizarra es tan importante como la carta fija, viaja de mesa en mesa durante el servicio y en ella los platos van y vienen a diario según la inspiración y la intuición de Ayako. Es uno de los mejores y más originales menús diarios del barrio.

Hay platos que nunca fallan como el tonkatsu de cerdo ibérico, un dorado lingote rebozado con panko crujiente y loncheado que sirven con salsa intensa de profundidad tostada y dulzona. O el taco de panceta, que probablemente sea el bocado más memorable dentro de una colección ya de por sí impresionante. La sellan ligeramente y hacen un sofrito de cebolla, ajo, jengibre, salsa de pescado, lemongrass, chiles, leche de coco… y en ese crisol de sabores thai la cocinan cinco horas. El resultado es golosisimo, y te manchas bien los carrillos al devorarlo lo que a algunos nos da un plus de felicidad.

Para los escépticos del tofu, denle un tiento al aburaage que es una lámina fina de tofu que Ayako utiliza para envolver en forma de cuadrado ravioli un relleno de calçots y salsa de miso. Otras sugerencias sexys del día con protagonismo en la pizarra: el tamal de cerdo y el chicharrón de lubina. El primero, cocción porcina en hoja de platanero para un resultado húmedo y denso. El segundo, el festival del crujiente frito llevado a su máxima expresión. Para los postres, mochis y pastel con té matcha, grandes clásicos de la cocina oriental. // Cuina Mametora. c/Violant d'Hongria Reina d'Aragó, 42, 08028 Barcelona. Tel. 931 922 539. Precio: menú diario 15,50 euros. Carta 25-30 euros.

Terra d'Escudella

Habitas con calamares en Terra d'Escudella / Foto: Òscar Gómez
Habitas con calamares en Terra d'Escudella / Foto: Òscar Gómez

Este bar restaurante de sala bulliciosa y alegre lleva 22 años dando de comer a los vecinos de Sants. Son una institución. Su funcionamiento es grupal y solidario, se convirtieron en cooperativa hace siete años. Están organizados en perfecta sintonía con su visión culinaria: cocina popular y militante. Reivindican día a día y desde el ejemplo práctico la vigencia de la cocina de raíz tradicional, con producto de temporada y a precio asequible.

Guisan, guisan mucho. Y su menú de mediodía es bueno, bonito y barato. Además añaden a su oferta unos bocadillos divertidos de sabores poderosos y alta personalidad. A las habitas con calamares del menú se le puede añadir un pollo rustido con cebollitas y salseado con ratafía, son platos de salsa y moje-moje. Alto voltaje popular. Más cucharadas de placer en la crema de hinojo con manzana y patata y seguimos con opciones vegetales gracias al estofado de tofu y habitas.

Los fines de semana también tienen menú y, en ocasiones, te puedes empujar un arroz al horno descomunal combo de gramínea, tocino, morcilla, patata, tomate y garbanzos. En cuanto a los bocatas, dale un tiento al de berenjena asada con manzana y queso de cabra. El pan que utilizan es del Forn Esplugues, del mismo barrio. Hay algunos días en que no se qué me carga más las pilas, si sus platos y bocatas o esta energía de cocina y militancia. Este local es pura alma de barrio. // Terra d’Escudella. c/Premià, 20, 08014 Barcelona. Tel.: 934 221 613. Precio: menú diario 13,95 euros.

Pan & Oli

Hummus con remolacha con tartar de trucha en Pan & Oli / Foto: Òscar Gómez
Hummus con remolacha con tartar de trucha en Pan & Oli / Foto: Òscar Gómez

Carlos Ortiz cocina divertido y sabroso, y sabe cómo incorporar técnicas y elaboraciones complejas en sus platos sin que ello termine apagando la pureza en los sabores y el protagonismo del producto. Por ejemplo, tiene uno de los mejores canelones que yo he probado en esta ciudad. Quizá el secreto esté en que ellos mismos se hacen la pasta fresca, o que cortan a cuchillo la carrillera guisada y la texturizan ligeramente para terminar con una salsa demi-glace elaborada reduciendo los jugos del guiso bovino. Es una salsa-explosión. O quizá definitivamente el secreto está en que perfuman los rellenos con vinos del sur: fino, manzanilla, amontillado… y esto les da un yo-que-se-que-tiene-de-especial-este-bocado. Son canelones de emoción.

En las paredes de la sala, colorista, estrecha y alargada, cuelgan cuadros sin lienzo, objetos para el juego y la imaginación. Uno de esos objetos es el libro La Teca, del gran cocinero Ignasi Domenech —alumno de Escoffier— y eso a mí  me parece toda una declaración. En la burrata con gazpachuelo verde elaboran mozzarella casera que recubren con gelatina atomatada. El bocado es pura cremosidad láctica servida sobre sopa fresca elaborada con el agua de vegetación del tomate. Una ensalada para comer a cucharadas.

Muy bueno el hummus con remolacha que combinan con tartar de trucha. La marinan durante 24 horas y sirven el conjunto con salsa de aceitunas y salsa de bogavante. Terminan con huevas de pescado para dar el toque salino y hojitas crocantes de orégano fresco para el remate. Un despliegue impresionante para un bocado untuoso, complejo y estimulante. En los postres llega el momento de comerse literalmente el nombre del restaurante: pan y oli, o sea, pan y aceite. Pita tostada bien crocante, aceite, sal… y una bola bien grande y cremosa de chocolate (70% de cacao Kingston y toque de ron dominicano). El chocolate, que nunca falte. // Pan & Oli. c/Galileu, 30, 08028 Barcelona. Tel.: 931 401 853. Precio: 30 euros.

L'Home dels nassos

Platos del restaurante L'home dels nassos / Foto: Òscar Gómez
Platos del restaurante L'home dels nassos / Foto: Òscar Gómez

Uno de los restaurantes con personalidad más singular de Barcelona. Propiedad de la pareja de cocineros Georgina Junqué y Robert Abella, es un local diferente a todo el resto y brilla gracias a su cocina excelente, original y sofisticada. En sus propias palabras: una cocina gastrosalvaje. No es este un restaurante de menú diario, pero no se puede hablar de Sants y no mencionarlo, o yo no puedo.

Su propuesta se basa en crear cada temporada platos nuevos, de alta imaginación. Utilizando producto estacional y de proximidad, presentaciones impactantes, combinaciones sorprendentes, y, sin embargo, no renuncian a utilizar las raíces de la cocina catalana como fuente de inspiración pero aplicando una gran libertad creativa y cuidando mucho las presentaciones.

Atento al plato de habitas inoculadas con esporas del hongo que se utiliza para elaborar el queso roquefort, sin el queso en este caso, directamente la inyección de esporas para provocar la poética del sabor. Las salsean luego con butifarra negra y añaden paté de riñones de cordero. Combinan el plato con una armonía olfativa de hojas de menta para frotarse en las manos. Tal como nos cuentan ellos mismos “son unas habitas a la catalana en interpretación freestyle”.

Más platos maravillosos: topinambur guisado en all-i-pebre de azafrán y avellanas con tomillo quemado que combinan con hidromiel casera de castañas. Si te pica la curiosidad de cómo estas mentes fértiles pueden adentrarse en el mundo del postre… imagínate en el paladar bocados de chirivía caramelizada con coñac, crema de chirivía y vainilla, vinagre de chirivía y crujiente de cacahuetes con miel que Georgina y Robert combinan con licor casero de cacao y pimienta. Uno de los grandes tapados de Barcelona. Y está en Sants. // L'home dels nassos. c/Melcior de Palau, 62, 08028 Barcelona. Tel.: 633 19 76 67. Precio: Menú degustación (12 pases), 68 euros.

Sants es Crema

Bocadillo de entrama braseada con revuelto de ajetes y gorgonzola de Sants es crema / Foto: Òscar Gómez
Bocadillo de entrama braseada con revuelto de ajetes y gorgonzola de Sants es crema / Foto: Òscar Gómez

Si te digo "brasa de autor" igual te imaginas un local con ínfulas y actitud petulante. Y te aseguro que eso sería justo lo contrario de lo que vas a encontrar aquí. Jordi Bernús es un cocinero divertido, imaginativo y un poco salvaje. Sus combinaciones son sabrosas, originales y desbocadamente estimulantes. Y practica la creatividad cocinando con la brasa.

Como con el bocadillo de entrama braseada, revuelto de huevos con ajetes y el toque final de gorgonzola, ligeramente graso, ligeramente cremoso, ligeramente picante. Si te sientas en la barra podrás ver cocinar a Jordi en su parrilla japonesa, degustar el perfume ahumado que te golpea la pituitaria avanzando lo que se avecina… y de paso escuchar a la tripulación del local y la música divertida que se tienen puesta de fondo en la cocina. Si cocinas alegre, eso se tiene que notar en el sabor. El bocadillo de entrama me llegó mientras de fondo sonaba Kiko Veneno y su flamenquito canalla. Así no hay quien falle, placer en la boca, placer en el oído y placer en el alma.

La escalibada es magistral. La sirven en presentación preciosista con cada vegetal en columna separada: berenjena cremosa, pimiento carnoso y cebolla separada por capas. Todas ellas asadas, sabrosamente aliñadas, un espectáculo vegetal. Otro hit de la casa es el Paquito, versión del clásico pepito de ternera elaborado con hamburguesa de cordero de tamaño descomunal. Más bocatas, por cierto elaborados con pan del barrio del horno El Taller del pa, son el de lengua de ternera a la parrilla con queso y alcaparras, y el de berenjena braseada al miso con tempura de aguacate, mayonesa de ajo negro y cebolla encurtida. Brasas de autor, te digo. // Sants es crema. c/dels Comtes de Bell-Lloc, 118, 08014 Barcelona. Tel.: 932 229 644. Precio: 20 euros (carta).

ACTUALIZACIÓN: El restaurante cerró el 9 de marzo de 2024. Lo contamos en este artículo


Bola extra: tres menús diarios para comer bien

Bar Restaurante Cabañeros

La terraza del Cabañeros, a cien metros de la estación de Sants / Foto: Òscar Gómez
La terraza del Cabañeros, a cien metros de la estación de Sants / Foto: Òscar Gómez

Alta velocidad masticada, desde su terraza se ve la estación de Sants y su cocina es sencilla, directa y eficaz. Espárragos verdes a la brasa, arroces correctos, merluza a la brasa… en los segundos suelen poner unas patatas fritas caseras de lo mejorcito, hay que aprovechar. // Bar Restaurante Cabañeros. c/Vallespir, 17, 08014 Barcelona. Tel.: 934 90 52 97. Precio menú: 13,50 euros.

Bar Granja Rocxi

El escabeche de atún fresco del Bar Granja Rocxi / Foto: Òscar Gómez
El escabeche de atún fresco del Bar Granja Rocxi / Foto: Òscar Gómez

Si tienes un poco de tiempo, acércate a disfrutar del mercado del barrio de Sants, uno de los mejor surtidos y más concurridos de la ciudad. Justo enfrente encontrarás el Rocxi y su terraza donde dan de comer tapas y un menú diario en el que destaca muchísimo el escabeche de atún fresco, que es una barbaridad. // Bar Granja Rocxi. c/de Sant Jordi, 15, 08028 Barcelona. Tel.: 933 302 771.

Taverna La Bauxa

Las alubias con gambita roja y calamares del menú de La Bauxa / Foto: Òscar Gómez
Las alubias con gambita roja y calamares del menú de La Bauxa / Foto: Òscar Gómez

Menú diario extensísimo, con 25 platos en total. Buen arroz que llaman reivindicativamente #CarlesAbsolució y está elaborado con caldo de galeras, gambas y mejillón. Buen guiso de alubias con gambita roja —es un menú, no esperes gamba gigante de Palamós— y también curiosas las alcachofas al horno servidas en teja, modo rústico on. Para segundo, sardinas frescas de la lonja de Vilanova con picada de ajo y perejil o bacalao con muselina, un clásico de toda la vida en un menú diario resultón. // Taverna La Bauxa. c/Vallespir, 23, 08014 Barcelona. Tel.: 934 911 946. Precio menú: 13,90 euros.