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Despensa

10 infusiones frías y saludables para refrescarte este verano (sí, incluso en la piscina)

Aunque suelen tomarse calientes, estas infusiones fáciles de preparar también se disfrutan con hielo y no llevan azúcar añadido. ¿Quién necesita un refresco industrial?

6 minutos

Té frío con hielo y rodajas de limón, una bebida refrescante para el verano / Canva

¿Quién dijo que las infusiones son solo para el invierno? Aunque solemos relacionarlas con tardes de sofá y mantita, lo cierto es que muchas de ellas se pueden disfrutar bien fresquitas cuando el calor aprieta. Y en verano, cuando los refrescos azucarados y las bebidas alcohólicas dominan las terrazas, las infusiones frías se presentan como una alternativa deliciosa, natural y mucho más saludable.

Hechas a base de plantas, especias, frutas o raíces, estas bebidas no solo hidratan, también aportan propiedades digestivas, antioxidantes o energizantes. Además, si te animas a prepararlas en casa, puedes controlar el azúcar, jugar con los sabores y darle tu propio toque creativo. Te sugerimos 10 infusiones frías ideales para tomar en la piscina, en la playa o donde más te apetezca este verano.

Té helado clásico: el básico que nunca falla

Vaso de té frío casero con limón / Canva

Con té negro, verde o blanco, un poco de limón, miel y hielo, el té frío es una de las formas más sencillas de refrescarse cuando las temperaturas suben. Puedes infusionarlo en caliente y luego enfriar con cubitos de hielo, o prepararlo en frío, dejándolo reposar toda la noche en la nevera. Agrégale un poco de jugo de limón y adórnalo con un par de rodajas o con unas hojas de menta.

Té verde moruno: un clásico con menta

Vaso de té verde moruno con menta / Canva

Inspirado en la receta tradicional de Marruecos, esta versión con té verde, hojas de menta o hierbabuena y un toque de azúcar moreno es puro frescor. Para prepararlo, lleva a ebullición el agua y, cuando rompa a hervir, apágala y deja que repose un par de minutos para bajar la temperatura. Añade el té verde y las hojas de menta y deja infusionar entre 3 y 5 minutos. Cuela la infusión y agrega un poco de azúcar. Puedes añadir cerezas deshuesadas o limón para darle un extra de sabor, pero siempre déjalo reposar en frío al menos 12 horas. Para servir, las hojas de hierbabuena o menta dan un toque perfecto.

Té rojo con frutos del bosque y cúrcuma

Té rojo con frutos del bosque / Canva

Frambuesas, arándanos (y un toque de cúrcuma) le dan un punto antioxidante y afrutado al clásico té rojo. Para elaborar esta infusión, pon a hervir con agua todos los ingredientes y déjalo tapado durante 10 minutos. Después filtra con un colador y deja enfriar en la nevera. Sírvelo con hielo, después de comer o como alternativa a las bebidas isotónicas tras una caminata bajo el sol. Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir los excesos de alimentación estivales.

Rooibos con hibisco o melocotón

Taza con infusión de rooibos / Canva

El rooibos es una infusión que no contiene teína, por lo que es ideal para tomar por la tarde o antes de dormir. Puedes combinarlo con flores de hibisco y miel para darle un toque floral, o con trozos de melocotón y canela para una infusión más dulce y veraniega. Cuando hayas infusionado todos los ingredientes, utiliza un colador y deja reposar. Guárdalo en la nevera unas horas antes de beberlo si lo quieres consumir bien frío, o bien incorpora cubos de hielo para tomarlo al momento.

Manzanilla: digestiva y con la chispa del jengibre

Vasos con manzanilla fría / Canva

Ideal después de una comida copiosa, esta infusión clásica —utilizada históricamente para solucionar molestias digestivas— se refuerza con jengibre laminado —que combate la acidez, favorece la digestión y reduce la inflamación intestinal— y un chorrito de limón para equilibrar el dulzor. Una vez colada, sírvela con hielo y limón y disfruta de sus beneficios calmantes... incluso al sol.

Menta y moras: un sencilla infusión en frío

Vasos con infusión fría de menta y moras / Canva

Tan fácil como dejar moras y hojas de menta en agua durante toda la noche en la nevera para que liberen sus sabores —esto se conoce como infusión en frío o cold brew—. La menta aporta frescor y un aroma herbal, mientras que las moras añaden dulzor natural, color y un toque afrutado. También puedes prepararla en caliente (hirviendo el agua con menta y moras) y dejarla enfriar, pero perderás parte del color y los aromas frescos de la fruta. No necesita azúcar, y es rica en antioxidantes y muy digestiva.

Infusión fría de jengibre, cúrcuma y lima: revitaliza

Vasos con infusión fría de jengibre, cúrcuma y lima / Canva

Un combo poderoso y revitalizante. Solo necesitas unos pocos ingredientes naturales y algo de tiempo para que infusionen bien. Hierve la cúrcuma y el jengibre, cuela y enfría. Al servir, añade lima exprimida y guarda la infusión en una botella de cristal en la nevera durante al menos 2 horas. Sirve fría con cubitos de hielo y unas rodajas de lima para decorar. Antioxidante, antiinflamatoria y digestiva, ideal para depurar el cuerpo y refrescarte después de una tarde de calor intenso.

Masala chai frío: sabor especiado en modo fresco

Vasos de masala chai listos para beber / Canva

El masala chai es una bebida tradicional de la India que combina té negro con una mezcla de especias y hierbas aromáticas, como canela, cardamomo, jengibre, clavo, pimienta negra y anís estrellado, entre otras —lo contábamos en este artículo—. Se hierve todo en agua y leche (o bebida vegetal), y se endulza posteriormente con azúcar o miel. Puede sonar a invierno, pero si lo dejas en la nevera durante unas horas se convierte en una refrescante manera de tomar un té especiado. Con cuerpo y carácter, y servido con hielo, es una alternativa al café helado. Se conserva muy bien en nevera, así que puedes preparar una buena cantidad y tenerlo siempre listo.

Té oolong con limón

Jarray vaso con té oolong y rodajas de limón / Canva

El té oolong es originario de China y también se le denomina té azul, aunque no tiene ese color en sentido literal. El nombre se refiere  a su grado de oxidación, que está entre el té verde (nada oxidado) y el té negro (completamente oxidado). El resultado es un té de tonos que van del dorado al ámbar oscuro. Su sabor es suave, floral, ligeramente tostado o afrutado y, en verano, se puede tomar frío, con limón o frutas. Además, es relajante, así que es un buen aliado para combatir el insomnio y dormir bien, especialmente si estás de vacaciones.

Té helado al estilo sureño (Southern Iced Tea)

Vaso de Southern Iced Tea con rodajas de limón / Canva

También conocido como Sweet Tea, es una bebida típica del sur de Estados Unidos. Se trata de una infusión de té negro servida muy fría y endulzada generosamente con azúcar o sirope, con rodajas de limón y hielo. Se utiliza té negro tipo afternoon blend o similar y el azúcar se añade mientras el té aún está caliente, para que se disuelva bien. No te cortes con el hielo, que no falte. Es una bebida muy refrescante, asociada a la hospitalidad sureña y perfecta para los días de calor. 

Cómo prepararlas y sus propiedades nutricionales

Como ya hemos ido comentando, puedes infusionar en caliente y luego enfriar, o, en algunos casos, apostar por el método de infusión en frío, que consiste en dejar los ingredientes en agua a temperatura ambiente o en la nevera durante varias horas. La segunda opción aporta un sabor más suave y conserva mejor las propiedades de algunas plantas.

Un consejo: puedes guardar tus infusiones en botellas de vidrio en la nevera, añade frutas frescas o hierbas aromáticas, y tendrás bebidas ricas y refrescantes todo el verano. Tu cuerpo (y tu piel) te lo agradecerán. Y es que, además de ser refrescantes y fáciles de preparar, las infusiones frías tienen múltiples beneficios para la salud, ya que aportan vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes que ayudan a reforzar el sistema inmunológico, mejorar la digestión y combatir la inflamación.

El té verde o el rooibos, tienen efectos diuréticos y favorecen la eliminación de toxinas, lo que las convierte en aliadas perfectas para los días de calor. Mientras que la manzanilla y la menta, ayudan a relajarse, aliviar molestias estomacales y mejorar la calidad del sueño.

A diferencia de los refrescos industriales, las infusiones frías no contienen azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales, por lo que te permiten mantenerte hidratado sin añadir calorías vacías a tu dieta. Y también son una alternativa saludable al café, ya que muchas contienen teína, un estimulante natural menos agresivo.