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Dónde comer

9 restaurantes cerca de La Pedrera (Barcelona) donde comer bien por menos de 30€

Más allá de los clichés gastronómicos para turistas, a menos de 10 minutos de La Pedrera existen menús de mediodía, platos del día y cartas para comer bien y a buen precio

12 minutos

La Pedrera de Antoni Gaudí / Foto: Ayuntamiento de Barcelona

La Pedrera - Casa Milà, uno de los edificios más icónicos de Antoni Gaudí, es un poderoso imán turístico de Barcelona. Y sucede que donde abunda el turismo, abunda la mediocridad. También la gastronómica. Ocurre por igual alrededor de la Sagrada FamiliaPlaza Cataluña o Plaza España. Pese a que éste no sea un problema exclusivo de Barcelona, en el Paseo de Gracia se percibe muy claramente en los restaurantes: hay mucha carta clonada a base de repetir clichés despersonalizados. Un ¡chof! de cocina. Tristeza masticada y colorinchis de Instagram.

Sin embargo, no todo está perdido, también hay donde comer a buen precio con buena calidad a menos de diez minutos. Restaurantes que en muchos casos reflejan alta fidelidad por la cocina tradicional y donde a menudo los equipos de sala están formados por las parejas o familiares de los que cocinan. Establecimientos con precios asequibles, pongamos que menos de 30 euros si comemos a la carta y entre 15 y 20 euros para el menú diario. Esta es nuestra selección:

Diània

Fideuá al vino en Diània, con carne de conejo, pollo y costillas / Foto: Òscar Gómez

Diània es una embajada de la cocina valenciana en el cercano barrio de Gracia. Roger, Jordi, Neus y Fernando son los cuatro socios de esta cooperativa de alto valor gastronómico y cultural. Son originarios de la comarca de la Safor (Valencia), y del nombre latín de la zona, que va desde Gandía hasta Alcoi, toman ellos su marca gastronómica. En su logo, una hoz como homenaje, sospecho, al mundo de la agricultura tradicional y sobre todo al cultivo del arroz. Porque si algo hay en el Diània es mucho arroz y algo de fideuá. Y muchos, muchos, otros clásicos valencianos como por ejemplo las cocas de dacsa (maíz), las croquetas de putxero y los buñuelos de abadejo.

Su fórmula de mediodía se basa en un generoso plato de arroz, que puede ser por ejemplo la paella de verduras, y algunos días fideuá. Precisamente devoramos un martes la fideuà al vi elaborada con carnes de conejo, pollo y costillas marranas. Qué cosa tan rica por favor. Fíjate en la foto: le ponen fideo gordito, de ese que tiene agujerito en el medio. Y en el sofrito abunda la cebolla además del perfume general del vino. Me encantó, y eso que yo soy mucho de arroz. También encontrarás platos de cuchara como las lentejas con verduras y pencas de acelga. Déjate seducir por las sepietas con garbanzos o las albóndigas con salsa de almendra. Platos con historia de su tierra de origen, elaborados desde el respeto y el amor. Para el momento dulce, en su fórmula del día incluyen siempre fruta fresca, por ejemplo naranja peladita y a rodajas condimentada con canela. Si te desmelenas con los postres de carta, dale un tiento al bizcocho con helado de horchata, nueces y salsa de chocolate fundido.

Y confieso: el burramisú me tiene enamorado. Inspirados en el clásico burret de su tierra natal, aprovechan el café-licor típico de Alcoi para elaborar esta versión potente y cremosa del tiramisú. Ché, quina emoció. // Diània. c/ Mozart, 20, 08012, Barcelona. Tel.: 937 076 672. Precio: 8€ (plato del día + fruta temporada); 20-30€ (carta).

Demo Gastrobar

Alcachofas con cecina en Demo Gastrobar / Foto: Òscar Gómez

Demo es la aventura personal de Marc Agelet y Anna Lluch. Él en la cocina y ella en la sala, ofrecen alta singularidad y cocina abierta durante toda la jornada. La suya es una apuesta de cocina fina, delicada y original. No se parece a ninguna otra de la zona y puedes encontrar desde versiones personalizadas de grandes clásicos del recetario tradicional a platillos de combinación con ingredientes de temporada. También, y esto me encanta, guisos y asados, como el cordero que luego te voy a contar.

A su ensaladilla le ponen un puntito ligero de wasabi, y este es un matiz que lo cambia todo sin perder la esencia del original. Ese noble picante refresca el bocado y dura apenas un segundo en el paladar. Bravo. Para el mediodía, proponen siempre tres platos a escoger con cocina basada en la temporada. Marc improvisa y cocina cada día, aportando valor gastronómico a lo que el mar y la tierra dan.

Pongamos a modo de ejemplo su lenguadina de lonja combinada con una brillante salsa meunière, es decir, mantequilla y limón. El cocinero defiende que conviene recuperar este clásico francés rico, goloso y, mira qué bien, barato. Acompaña con calçots confitados. Bocado vegetal de textura tierna, es puro amor, y demuestra que esta cebolla de rebrote no ha de ser obligatoriamente cocinada a la brasa. Buenos ñoquis y mejor cordero sobre patatas gratin dauphinois, un espectáculo de carne confitada durante horas, desmigada y servida sobre esta preparación de patatas horneadas con nata y queso y salseado con demi-glace.

Hablemos precisamente de queso antes de llegar a los postres: imperial la presencia en la barra del queso azul Shropshire británico, de sabor ligeramente ácido y picante, con una botella de vino dulce Malvasía de Sitges clavada verticalmente en su centro. El dulzor alcohólico va empapando con el paso de los días el queso y le cambia, a mejor, su ya poderosa personalidad. Para los postres: interesante tocinillo de cielo con fruta de la pasión, y espatarrante cremoso de queso, que es una delicia adictiva que estoy deseando volver a disfrutar. // Demo Gastrobar. Plaça de Narcís Oller, 7, 08006, Barcelona. Tel.: 930 072 580. Precio: 10€ (plato del día + bebida + pan); 30€ (carta). 

Mixto Café

Cannolo de pistacho en Mixto Café / Foto: Òscar Gómez

Al local de Gianpi y Lea entré por el café y me quedé por la comida. Este matrimonio, italiano él y argentina ella, tienen un local de alta calidez en la misma manzana de La Pedrera. Es mucho decir en una zona tan despersonalizada como esta. Su cocina es sencilla, muy pensada para los mediodías en mi opinión, donde puedes gozar con algún plato del día como unas golosas albóndigas con salsa bien cargadita de cebolla y vino, o con una lasaña de verduras porque siempre hay algún plato de pasta.

El despliegue visual llega con las ensaladas, boles enormes, platos gigantescos con ensaladas como la que ellos llaman Campo, con una burrata entera toda para ti, pollo asado y un mix de vegetales. Te confieso que el módena que acompaña con mesura no es mi rollo, y si tampoco es el tuyo, lo pides sin y ya está. La sala es preciosa, cálida y cuidada, con unas sillas altas elegantes y una barra espectacular. De postres, atención, te puedes pedir un cannolo, terminado con pistacho en granillo, y así le das un paseíto italiano al paladar. Muy crujiente, muy cremoso, una alegría golosa para terminar. // Mixto Café. c/ Pau Claris, 183, 08037, Barcelona. Tel.: 931 294 953. Precio: 8€ (plato del día); 15-20€ (carta).

Embat Restaurant

La sala del Restaurante Embat / Foto: Òscar Gómez

Embat es la casa del cocinero Santi Rebés. Esto es muy importante, porque Embat es un restaurante de cocina singular y delicada. Una apuesta personal con sala de estética nórdica y un menú del día que se aleja de lo trillado y lo convencional. Abrieron en 2007 así que son ya un clásico de la zona y como lo hacen muy bien, te conviene reservar. Sobre la mesa encontrarás platitos como la berenjena escalibada con stracciatella de burrata, delicia de cremosidad vegetal completada con la golosidad láctica de la stracciatella desparramada por encima y unos tomatitos cherry que aportan textura estallante y un punto de dulzor y muy ligera acidez natural.

Si eres de clásicos, tírate a por la ensaladilla rusa con ventresca de atún o con la sexy golosidad del huevo frito con verduras en samfaina. Vegetales casi compotados y la punzante presencia añadida del queso azul en este plato, para sorprender al paladar. Muy buen arroz de botifarra y alcachofas y los calamares planchados combinados con alubias de Santa Pau.

Lo gocé muy fuerte con su bacalao fresco combinado con judía verde y puré de calabaza. Un plato de textura exquisita, con el bacalao cocinado al punto justo en contraste con el ligerísimo crocante de las judías en tiras tan finas que parecían tallarines. Un bocado fresco, liviano y gustoso. Tres en uno para disfrutar. Gran postre con el milhojas de manzana al horno con crema, que es justamente eso: una pieza de hojaldre rellena con una manzana prácticamente convertida en puré con notas caramelizadas y una buena cucharada de crema casera. Combinación suculenta, adictiva. // Embat Restaurant. c/ Mallorca, 304, 08037, Barcelona. Tel.: 934 580 855. Precio: 21,50€ (menú); 30-40€ (carta).  

Can Boneta

Tartar de berenjena con sardina ahumada y caramelizada en Can Boneta / Foto: Òscar Gómez

Lo primero que tienes que pedir en Can Boneta es su bikini de trufa con queso de leche cruda Ermesenda d’Eroles. Y luego, el tartar de berenjena escalibada con romesco verde y sardina ahumada caramelizada. Goza con los brillos de la sardina y la cremosidad de la berenjena asada… y luego me cuentas. Es un bocado glorioso que hace grande a esta bendita casa.

Jordi Boneta lidera este proyecto de proximidad poliédrica, basado en cocinar productos de padre conocido a base de inspirarse en la tradición de la cocina clásica catalana. El local es menudo, sólo caben 32 comensales, así que si quieres disfrutar, antes te toca reservar. Mucho fondo y mucho guiso en esta cocina: fricandó de ternera y carreretes que acompañan, acertadamente, con patatas fritas.

Lomo de bacalo combinado con la calidez tostada de la salsa romesco y la fuerte personalidad de la alcachofa cuando es temporada. Si te quieres poner fino, escoge cocina fina: raviolis de gamba roja con boletus confitados, vinagreta de piñones y pistachos.

Interesantísima fórmula de mediodía, con tres tapitas para arrancar. Sin ir más lejos, en ocasiones una de ellas es la sopa de tomillo. ¡Sopa de tomillo en plena zona cero del turismo, qué maravilla es esta! Luego te va tocar escoger un plato, siempre hay una carne y un pescado, como la llata de ternera con cremoso de calabaza. También incluye los postres y la bebida.15 eurazos, quien da más.

Si quieres darle un tiento a los postres de carta, puedes gozarlo con la torrija con toffee y helado de mascarpone o bien un guiño al producto artesano con el queso de Molí de Ger Blau Ceretà combinado con una garnacha dulce D.O. Empordà. // Can Boneta. c/ Balmes, 139, 08008, Barcelona. Tel.: 932 183 193. Precio: 15€ (fórmula mediodía); 30€ (carta).

La Bodegueta

Bravas, croquetas y esqueixada de bacalao en La Bodegueta / Foto: Òscar Gómez

En plena Rambla de Catalunya, la Bodegueta es una rarísima avis. Quizá por eso está siempre llena de personal disfrutando en sus mesas de mármol, bajitas y pequeñas en un local lleno de encanto. Un espacio histórico que abrió el año 1942, techos abovedados, neveras con puertas de madera oscurecida por el tiempo y suelos de cemento hidráulico de geometría repetitiva y cromática.

Tiene una carta muy enfocada a las tapas, y aunque el público es una curiosa mezcla entre expats y aborígenes de la ciudad condal, saben cocinar manteniendo una destacada honestidad gastronómica: con fidelidad a la tradición y sabores clásicos de presencia poderosa. Me gusta mucho que preparen una buena esqueixada de bacalao. Esta ensalada tradicional de la cocina catalana no se aprovecha lo suficiente en las cartas de la Barcelona turística actual. La sirven con bastante tomate rallado y sin cebolla, una pena, aunque compensan en parte esta pérdida con el buen bacalao, que convierte el plato en un pequeño festival de bocados jugosos y elásticos. Buen aliño, aunque a servidor le gusta encontrar un puntito más de acidez en este plato. Cuestión de gustos, en todo caso.

Muy buenas croquetas, abundante opción de embutidos de todas clases y ya entrando en el territorio menú diario destaca en nuestra memoria la cálida cucharada de la crema de verduras y la finura y elegancia palatal de las pescadillas fritas a la andaluza. Para los postres, recuperamos la tradición catalana y recomendamos la coca de Llavaneres o los canutillos rellenos de crema. Ñam. // La Bodegueta. Rambla de Catalunya, 100, 08008, Barcelona. Tel.: 932 154 894. Precio: 14,90€ (menú); 25-30€ (carta). 

Bar Cugat

Garbanzos guisados con verduras en el menú de mediodía del Bar Cugat / Foto: Òscar Gómez

Este local esquinero situado a escasos metros del Mercat de la Concepció tiene una estética desnuda y natural. Y a pesar de este look & feel moderno y contemporáneo ofrece en la carta clásicos de la cocina catalana y un menú de mediodía con platos tan sencillos y ricos como pueden ser los garbanzos guisados con verduras. Unos simples garbanzos, bien cocidos, mantecosos y con un fondo vegetal convenientemente condimentado para que el pimentón y otras especias conviertan cada cucharada en un pequeño espectáculo.

Me produce felicidad ver lleno hasta las trancas un bar capaz de ofrecer este menú tan alejado de los clichés facilones, porque luego llegó una buena lubina planchada acompañada de verduras braseadas. Muy bien de punto. Correcto el pollo con patatas, un clásico de clásicos. Si queremos darle algo más de margen a la exuberancia masticada, hay que pasearse por la carta y pedir el canelón de pollo pota blava del Prat, los suculentos macarrones con poderosa boloñesa elaborada con carne de jabalí o, atención a este plato, los guisantes negros del Berguedà con botifarra de perol y calamares. Un despliegue de sabores y colágenos, de texturas elásticas y gelatinosas que potencia hasta el infinito y un poco más allá la joya vegetal del guisante de montaña, oriundo de la comarca del Berguedà.

Para los postres, buena crema catalana, aún mejor el chucho de Girona, y seguimos sumando detalles de atención y mimo a la cocina catalana tradicional en el menú diario con un buen mel i mató. Requesón sabroso y muy tierno. Bravo. // Bar Cugat. c/ del Bruc, 99, 08009, Barcelona. Tel.: 931 398 194. Precio: 14€ (menú); 25-30€ (carta).

Sartoria Panatieri

La pizza con sobrasada, queso Mahón y miel de Sartoria Panatieri / Foto: Òscar Gómez

Desnuda e industrial, así es la decoración de la enorme sala de Sartoria Panatieri. Fría, descarnada y en cambio en cuanto te metes su comida en la boca…¡estalla el volcán! Si tienes, como yo, la suerte de que te sienten en la barra podrás ver trabajar a una nada de distancia a los pizzaiolos: estirando, rellenando, condimentando y horneando algunas de las mejores pizzas de la ciudad.

Sin necesidad de extravagancias, Sartoria Panatieri sabe ofrecer combinaciones originales que se escapan de los trillados senderos de la pizza de fotocopia y sin personalidad. Masa muy fina con bordes suflados por la altísima temperatura que hornea las pizzas a una enorme velocidad. Una de mis preferidas, la de sobrasadaqueso de Mahón. Atención al sutil y acertadísimo perfume anisado del hinojo, el toque de mozzarella y la muy acertada presentación de la miel en un tarrito aparte. Así cada uno escoge el nivel deseado de dulzor.

Si te gusta pasear por el lado umami de la vida, regálate la pizza de anguila con micuit de foie, membrillo y trufa. No es barata, pero si te excita la alta potencia golosa, la vas a disfrutar. Antes, atrévete con el apionabo asado con nuez de Brasil y/o la coliflor asada con salsa gremolata y parmesano. Dos platos de base vegetal y una personalidad deslumbrante. Sabores potentes, texturas carnosas, aromas intensos y grandes ejemplos de cómo asar vegetales al horno tiene posibilidades gastronómicas lujuriosas. Para los postres, tarta cremosa de chocolate con nata montada. Si eres un clásico, entonces pide tiramisú: ortodoxia y calidad. // Sartoria Panatieri. c/Provença, 330, 08037, Barcelona. Tel.: 931 055 795. Precio: 30€ (carta).

Casa Moritz

Croquetas y esqueixada con olivada negra en Casa Moritz / Foto: Òscar Gómez

Uno podría dejarse llevar por los prejuicios y pensar que en un restaurante como Casa Moritz, con local de 300 m2 plena Rambla de Catalunya, decorado con una estética fría e industrial y con una marca cervecera como propiedad de cartera desahogada, lo más probable seria encontrar comida algo descuidada. Y sería un error. Una injusticia. Su cocina es cojonuda. Y la razón es que en el motor gastronómico del grupo Moritz encontramos la cabeza, el alma y el corazón de Jordi Vilà, uno de los cocineros que más y mejor practica la alta cocina con raíz en la tradición catalana. Y se nota.

Sus croquetas son míticas, históricas. Aquí las puedes disfrutar hechas con jamón ibérico o la versión ultra-crujiente de calamar. Atención a los macarrones gratinados hechos con pollo rustido y a la enorme tentación del guiso de garbanzos con manitas de ministro. ¡Platos de cucharada marrana y saborazo en plena zona de turismo desatado! El imprescindible hit es el pollo picantón con marinado en soja, jengibre y miel. Y si quieres más carne, pídete las muy jugosas albóndigas a la cerveza negra.

Volvemos a encontrarnos en el barrio, y ya van dos, con una muy buena esqueixada. Quizá no todo está perdido y poco a poco vayamos recuperando este plato. Elaborada con bacalao en cortes menudos y con excelente tomate en conserva, pelado y de carnosidad destacada. Me gusta el detalle de que una parte de las aceitunas se presente en formato puré, que ayuda a distribuir el sabor umami por cada rincón del plato. En los postres, crema catalana para los puristas y fondant de chocolate con sorbete de cerveza negra para los amantes de las emociones achocolatadas. // Casa Moritz. Rambla de Catalunya, 79, 08007, Barcelona. Tel.: 938 269 062. Precio: 25-30€.