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Dónde comer

Dónde comer en Poblenou (Barcelona): 6 restaurantes buenos, asequibles y con personalidad local

En esta zona gastro emergente de Barcelona, estos pequeños restaurantes defienden una cocina que se aleja de las modas y pone valor en el producto

7 minutos

La Rambla de Poblenou en Barcelona / Metrópoli

El rollito que tiene el barrio de Poblenou últimamente es digno de estudio, esta es una de las zonas donde afloran propuestas de mayor personalidad de Barcelona. Restaurantes que, escapando de la gran inversión en interiorismo, reduciendo y ahorrando costes a base de una infraestructura contenida —hay varias propuestas en este artículo que cuentan con solo dos personas a bordo—, afinan la puntería y concentran el valor en la cocina, el producto y el servicio.

Son un buen ejemplo de una oferta muy de esta ciudad, exitosa en la cocina y en la cuenta de resultados. Los restaurantes de pareja (profesional, a menudo también personal) son una micro tendencia en Barcelona.

Poblenou tiene una idiosincrasia particular, su pasado industrial le confiere una estética con zonas de calle ancha y construcciones bajas junto a calles más tradicionales, una rambla populosa y un carácter en lucha por sobrevivir al aluvión de nuevos vecinos que pueden pagar los alquileres, que suben cada vez más.

Poblenou tiene una mezcla interesante de personalidades, y eso le da al barrio, una complejidad no exenta de problemas. Y es esta realidad compleja y cambiante la que permite entender esta explosión de restaurantes molones. Restaurantes buenos, moderadamente asequibles y con alta personalidad.

Bar Donzell

Berenjena rellena de sobrasada y queso Maó en el Bar Donzell de Poblenou / Òscar Gómez

Cuando los 'gastroemocionados' (¡culpable!) soñamos con encontrar restaurantes menudos de cocina inmensa, espacios donde el protagonista absoluto es la cocina y nada te distrae de lo esencial, sin saberlo, soñamos con el Bar Donzell. Lluís Soler y Berta Barenys hacen maravillas en una cocina diminuta, en un comedor minúsculo y una terraza que conviene aprovechar. 

Su propuesta se nutre de raíces profundas, con una importante influencia mallorquina y con elaboraciones y técnicas pasadas por el tamiz de la mirada contemporánea. Mucha técnica, pero sobre todo mucho sabor. Son platos ligeros, divertidos y con un toque creativo.

Por ejemplo, la berenjena rustida y rellena con sobrasada y queso Maó es una explosión baleárica en la boca. “La asamos sin piel, con mucho aire, para que cree una costra, una piel sabrosa, aunque esté pelada. Y luego la rellenamos y la gratinamos”. Así de simple, así de bueno. Es-pec-ta-cu-lar.

Entre Lluís y Berta se lo apañan todo, la pareja consigue crear un ambiente amable, simpático y próximo. Buen plato de corvina marinada, fresca y veraniega en una especie de sopa fresca de tomate ligeramente picante, y descomunal el buñuelo de chocolate con dados de naranja sanguina.

Aquí aparece la técnica contemporánea (la masa del buñuelo se elabora con sifón, se fríe al momento dentro de un cucharón) y la combinación canónica del cacao con la naranja es un exitazo. ¡BOM! Sigue y sigue explotando la alegría en el paladar. // Bar Donzell. c/Espronceda, 78, Sant Martí, 08005 Barcelona. Tel.: 611 391 036. Precio medio: 35 euros

Casa Güell 

Fricandó en Casa Güell en Poblenou (Barcelona) / Òscar Gómez

Jordi Lloberol se ha recorrido —física y metafóricamente— medio mundo ejerciendo la profesión de cocinero. Jordi es oficio con patas. Ha visto muchas cosas y ahora vuelve a casa, su ciudad, para proponer una cocina diversa pero con raíz catalana. Una coquinaria enérgica y excitante donde hay guisos (atención a la botifarra de Cal Rovira con sepionets, y mucho ojo con el fricandó de alta ternura y jugosidad).

Un espacio colorido, bullicioso —la cocina a la vista ayuda a esta sensación de vitalidad constante—, luminoso e informal. Esta cocina de tradición se conecta con la estacionalidad y además de la carta fija, tienen una hoja escrita a mano (rústico, pero eficaz) con los platos del día: lo que el mercado da.

Si hay gambas de la lonja de la Barceloneta, las encuentras, y si no, puedes tirar por los calamares con rebozuelos y huevo frito, por la parrilla de verduras con salsa romesco o por las flores de calabacín rellenas de brandada de bacalao. Esta entrega al producto hace que puedas disfrutar a precios muy variados, porque el producto manda. Y ojo, porque no siempre lo más caro es lo mejor, esto lo sabemos que es de primero de salir a comer o a cenar. Jordi es un cocinero de alta eficacia, un cocinero "català com cal". // Casa Güell. c/Castella, 1, Sant Martí, 08018 Barcelona. Tel.: 936 434 384. Precio: 35-40 euros.

Restaurant Gegant

Restaurant Gegant en Poblenou (Barcelona) / ÒSCAR GIL COY

ACTUALIZACIÓN (agosto 2024): el local ha cerrado. La cocina de Joan Vallès es delicada, sutil y entregada a la causa de convertir los incunables, los grandes clásicos de la cocina catalana tradicional en joyas degustables contemporáneas. Es una cocina, ante todo, riquísima, pero además es también una cocina de militancia. Su conejo a la vinagreta nos hizo vibrar, su fricandó nos llevó al borde de la lágrima, su ensalada de hinojo con bacalao y naranja nos refrescó la mirada y su arroz con leche acompañado de manzana escalivada nos puso la felicidad dulce para terminar.

Gegant —del que os hablamos en este artículo—, a pesar de su nombre, que en catalán significa gigante, es un local estrecho de mesas pequeñas, donde lo importante sucede en la cocina. Joan es discípulo del añorado Fermí Puig y realiza, como su maestro, una cocina elegante, fina y clásica, de sabores definidos y profundos en platos que resultan ligeros como una poesía de calidad. En sala, Iván Fernández, buen trato y amabilidad.

Su capipota con garbanzos es sabrosa y colagenada e incorpora un detalle fantástico: piñones. Un añadido que lo cambia todo sin bastardizar la esencia tradicional. Excelentes también las lentejas guisadas: oscuras, bronceadas. La versión de carta incorpora perdiz, la versión menú de mediodía las ofrece viudas, que están igual de deliciosas.

En la escalivada añaden anguila ahumada y albahaca, en el bacalao con samfaina incorporan limón encurtido (estilo marroquí) y en la esqueixada te encuentras la cebolla 'al cop de puny’ y el tomate está confitado. Detalles, detalles, el éxito está en los detalles. Cocina de alto voltaje, cocina gegant. // Restaurant Gegant. c/Pujades, 93, Sant Martí, 08005 Barcelona. Tel.: 699 524 529. Precio medio: carta (cenas) 35-40 euros. Menú (mediodías) 22,5 euros.

Can Culleres 

Arroz de anguila y allipebre en Can Culleres (Poblenou) / Cedida

Llevan ya cinco años reivindicando el orgullo de barrio: Patricia Nieves y Jordi Asensio son parte de la dignidad de un Poblenou que se reivindica con respeto y consideración hacia el pasado, pero sin rastro de nostalgia carranclona. Su cocina es directa y el producto se muestra sin disfraces, tal como es, en su esencialidad.

Se nota el paso de Jordi por restaurantes de muy alta cocina: sabores reconocibles, producto de calidad y aparente sencillez que esconde una elaboración cuidadosa, una técnica depurada y un buen gusto combinatorio espectacular.

Canelón rustido con bechamel trufada, clasicismo desatado, servido en Can Culleres con jamón cubriendo la joya entubada. Un clásico instantáneo que habita la carta desde el primer día que abrió el local. Arroz meloso de anguila a l’all i pebre (guiso de pescadores tradicional) y con mejillones. Brutal.

Más detalles que informan: fueron premiados en el concurso de tapas Ciudad de Barcelona con su ‘peu amb bola’: esfera crujiente de pies de cerdo ecológico rellena de gamba roja de la Barceloneta y acompañada de salmorejo de pepino.

Y si vas a Can Culleres en temporada, no te pierdas el civet de jabalí con boletus y crema de tupinambo (el monte metido en un bocado). Ni el tartar de vaca eco de Cal Tomàs con virutas de foie para los gourmets clásicos y para el postre, si tienes suerte, disfruta de su flor de melocotón a la marialuisa con helado de higuera. ¿A que suena bien? ¡Pues más bueno está! // Can Culleres. c/Bilbao, 79, Sant Martí, 08005 Barcelona. Tel.: 693 069 694. Precio medio: 35-40 euros.

L’Artesana

La cocina sabrosa y suculenta de l’Artesana en Poblenou / Òscar Gómez

L'Artesana lleva varios años haciendo feliz al vecindario del Poblenou. Su menú de mediodía es uno de los más celebrados del barrio y su carta es de una solidez y finura a prueba de bomba. Pau Pons y Héctor Barber son cocineros de talento que han sabido construir una propuesta de casa de comidas fina, con ambiente familiar, proximidad cálida y cocina golosa. Este restaurante es un refugio.

Sensacional la cola de vacuno con mostaza y escaluñas, un plato que brilla por la perfecta ejecución (o sea, su salsa brilla maravillosamente ligada) y por el equilibrio y balance de sabores. Textura sideral. Maravilloso el canelón de conejo de caza (siempre que se pueda, hay que disfrutar de la caza, una carne gimnástica y musculada, donde los cocineros demuestran su habilidad para guisar). El gratinado recubierto de jugo es adictivo solo con mirar.

Albóndigas de sepia con tendones, callos con garbanzos… el repertorio es descomunal. Además, han abierto un establecimiento gemelo en Hospitalet, en el barrio de Santa Eulàlia. ¡Más y más Artesana, si us plau! // L'Artesana Poblenou. c/Sant Joan de Malta, 150, Sant Martí, 08018 Barcelona. Tel.: 930 022 039.
Precio medio: 35 euros, menú: 15,80 euros.

Table by Ona

Table by Ona en Poblenou (Barcelona) en plena acción / Òscar Gómez

De este pequeño secreto a 'gastrovoces' ya hablamos en este artículo. Y es que la propuesta de Jack Tonkin y Aniela Parys es una de las más singulares y excitantes de la ciudad. No son un restaurante, pero están abiertos al público (reservas a través de su Instagram).

El menú no es fijo, Jack lo decide cada día en función de lo recolectado en Collserola, lo encontrado en el Mercado, lo destapado en su despensa de fermentados y de su imaginación fecunda. Todo con técnicas y emplatados de cocina estrellada —Jack proviene del restaurante berlinés Ernst—.

El resultado es un festival de suculencia fina, delicada, sorprendente y… apabullante. Salí con la cabeza a mil, la búsqueda de las posibilidades de nuestros productos a través de la mirada limpia y curiosa de Jack (que nació en Adelaide, Australia) da unos resultados excepcionales. Una de las mejores 'gastrocosas' que actualmente suceden en nuestra ciudad. // Table by Ona. Poblenou. Precio medio: 99 euros (menú degustación).

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