Barcelona parece tener una obsesión con sus azoteas. Cada verano —y ahora también cada invierno, porque el verano se ha vuelto eterno— se inaugura un nuevo rooftop que promete ser distinto, más fresco, más exclusivo, más auténtico. Pero la mayoría comparten el mismo libreto: piscina de postal, tumbonas impecables, cócteles color pastel y un DJ que gira un set ya escuchado. Una postal aspiracional hecha para stories.
En ese mar de repeticiones, SíSí Rooftop llega con un nombre que suena más a afirmación enérgica que a lugar. Y lo hace en lo alto de The Social Hub, en pleno Poblenou, ese barrio que no se sabe si definirse como el corazón tech de la ciudad, un hervidero creativo o simplemente la zona donde el antiguo tejido industrial se viste de coworkings, cafeterías de especialidad y galerías. Lo cierto es que la altura le sienta bien y desde la planta 15 se despliega una Barcelona panorámica que va del mar al Tibidabo, con chimeneas industriales convertidas en decorado melancólico.
Reinterpretación mexicana
Pero el gancho de SíSí no está solo en la vista. Lo más interesante sucede en la mesa. La propuesta se articula alrededor de una definición propia de “mexicana”, un concepto que no busca repetir tacos ni sombreros de atrezo, sino reinterpretar las tradiciones gastronómicas mexicanas desde un lugar contemporáneo, con influencias de la Baja California. Detrás está el chef Adam Rawson, que ha decidido cocinar México con producto local, brasa y ese aire de proximidad que hoy se exige a toda propuesta seria.
Los platos llegan con una estética familiar pero descolocada, como si reconocieras la melodía pero no te supieras la letra. El aguachile de róbalo se refresca con una leche de tigre de ají amarillo que lo acerca tanto a Perú como a la costa de Sinaloa. La Short Rib Birria, con tuétano y tortillas de maíz, se presenta como un abrazo graso y especiado que pide ensuciarse los dedos.
La lubina asada lleva mantequilla de chipotle y lima, una combinación que logra ser cítrica sin volverse estridente. Incluso la Güero Burger —carne de res, Cabrales, jalapeños asados y alioli de chipotle— se permite un juego travieso de convertir la hamburguesa en un manifiesto fronterizo, donde España, México y Estados Unidos se rozan sin pudor.
También hay una clara intención de ponerle un toque mediterráneo a la cosa. El arroz de gambas salvajes con sepia podría ser perfectamente un plato de costa catalana si no fuera por ese toque especiado que lo arrastra al Pacífico. Los churros con coco y dulce de leche funcionan como un guiño final que juega con la memoria colectiva: todos los hemos comido, pero aquí llegan con traje nuevo.
La coctelería de Marc Álvarez
A esa propuesta se suma la coctelería de Marc Álvarez, que tras los éxitos cosechados con Sips y Pensión Mimosas, ha conseguido que su nombre sea garantía de riesgo medido y sabor preciso. Así surgen preparaciones como el Mexican Punch, con tequila, guayaba y clarificación láctica, es engañosamente suave; el M&M, con mezcal, amaro Montenegro, mole y cacao, se atreve a ser oscuro y profundo, casi un cóctel de invierno en plena azotea luminosa; y el Ume, con umeshu, vermut y granada, aporta esa frescura asiática que evita el exotismo fácil.
La selección de vinos refuerza esa idea de contemporaneidad que sobrevuela la ciudad en una carta con etiquetas naturales, de productores orgánicos y biodinámicos. Un guiño a esa Barcelona que hace tiempo dejó de mirar con desconfianza lo turbio de la copa para convertirlo en una tendencia.
Y como todo rooftop que se precie, SíSí no se queda solo en lo gastronómico. La música en directo, con DJ semanales y una programación de eventos curada buscan darle continuidad y convertir este espacio en punto de encuentro más que en postal pasajera. La terraza quiere ser escenario, lugar de paso y de permanencia, espacio para la sobremesa larga que se transforma en noche con amigos y cócteles. Es fácil imaginarse allí a los nómadas digitales que pueblan Poblenou y se alojan en el hotel, mezclados con barceloneses curiosos y turistas que buscan algo más que la sangría de manual.
La pregunta inevitable es: ¿necesitaba Barcelona otro rooftop? Probablemente no, pero en este espacio multidisciplinar hay una fuerte motivación de sacudirse la copia. Simone Cuppari, director general, lo resume con cierta ambición: “Barcelona es famosa por sus rooftops, pero creemos que SíSí aporta algo nuevo y emocionante”. Lo cierto es que el nombre no es casual. Decir “sí” es aceptar una invitación, lanzarse al plan, dejarse llevar. Y esa parece ser la esencia de este lugar. // SíSí. The Social Hub. c/ Cristobal de Moura, 49, 08019 Barcelona.
