Todo lo que es hablar de las 'nuevas tendencias' del mundo del vino me lleva a una conclusión. Si nos fijamos en las tendencias tipo vinos desalcoholizados, incremento del vino blanco sobre el tinto, más consumo del vino rosado o la irrupción de los espumosos ancestrales hablan de una sola cosa: un cambio generacional.
La muerte ya vista de los vinos tintos parkerizados. Sí, le llegó su hora. En su día fue Alice Fiering quien hizo un libro llamado La batalla por el vino y el amor o Cómo salvé al mundo de la parkerización, libro publicado por Tusquets en el verano de 2010. Han pasado 15 años y no, querida Alice, he de decir que no lo fuiste, pero sí fuiste un oráculo que vio este futuro. Al final han sido las nuevas generaciones las que empiezan poco a poco a derrotar este modelo de vino.
Sí, porque hablamos precisamente de eso. La irrupción de un estilo o modelo de vinos estandarizados a nivel mundial. Algo que tenía los días contados, ya que, no nos olvidemos, se estaban haciendo los vinos al gusto de unos prescriptores. El porqué es sencillo, se trataba de ejecutar ciertas prácticas sobre un gusto similar, aceptado y adoptado por parte del consumidor en general.
El problema residía en las siguientes generaciones, que no han mamado los amargos, las extracciones, las maderas y los alcoholes elevados desde la cuna. En resumen, no se ha querido mirar a esas tendencias gastronómicas generacionales y se ha exprimido la gallina de los huevos de oro hasta el final. La irrupción del llamado 'vino natural', ha aportado aire fresco al panorama. Muchos jóvenes han encontrado puntos de conexión, ya no tan solo en sus aromas o gustos, sino también en sus ideales a lo Greta Thumberg que les blanquean un poco la moral.
Dicho esto, las nuevas tendencias con blancos más frescos o arraigados a lo tradicional como vinos de pueblo. Los tintos menos extractivos y bajos en alcohol, los espumosos ancestrales con su alegre efervescencia, o incluso los vinos desalcoholizados, están atrayendo a una generación más joven, que quién sabe, si los pasos se dan bien y no se ignoran como potencial cliente, nos darán un futuro. Mientras si eres de los que buscan nuevas sensaciones o ese vino nuevo que te lleve a un mundo por descubrir, te voy a dejar una listica de imprescindibles.
ADDA 2023 de Núria Renom

Núria lleva tiempo saliendo en charlas sobre el vino natural. Casi no necesita presentación, ya que es archiconocida en este mundo. Desempeñando su trabajo en el Bar Brutal de Barcelona como sumiller, dio el salto a enóloga haciendo sus primeros vinos allá por el 2014 en el Garraf, Penedès. Hoy día su trayectoria está más que afianzada y su estilo por igual.
ADDA es el último ancestral que he probado de ella, diría que incluso es una vuelta de tuerca a sus vinos. Más fresco, vivaz, alegre y ultra fácil de beber (solo 9,5%vol), este monovarietal de parellada es un aplacased de manual. Precio: 15,90 euros aprox.
Kikiriki 2020 de Clos Lentiscus

Como decía la canción, Kikiriki cantaba, pero si cantaba era por alegría. Clos Lentiscus, en el Penedès, nos prepara un tinto gluglú de la guía del superviviente. ¡Que hace calor, Kikiriki! ¡Que tienes sed, Kikiriki! ¡Que necesitas fresqueo mientras asas las carnes de la barbacoa, Kikiriki!
Este vino tinto de tempranillo 60% y cariñena 40% con una extracción baja y un alcohol a 11%vol, es el aliado perfecto este verano que entra. Despalillado, fermentado en inox y, tras ocho meses, se embotella. Se busca fruta, ligereza y un trago amable y disfrutón. Lo consiguen y para colmo lo embotellan en litro, sí, en litro para que no hagas corto. Precio: 17,85 euros aprox. (botella 1 litro)
Arraiano 2022 de Cume do Avia

Arraiano branco de Cume do Avia / Web
Si lo que buscas es fresqueo, en el Atlántico te lo sirven como tapa. Galicia, símbolo de calidade, lo es a todos los niveles y como excepción los vinos no lo iban a ser. Posiblemente, una de las zonas más interesantes actuales del panorama patrio. Arriano es un monovarietal de caíño longo troppo interesante, con profundidad, pero una longitud en boca llena de acidez increíble. Aparte de ser un vino con una extraordinaria guarda.
Cume do Avia es una bodega ourensana en la D.O. Ribeiro, un proyecto familiar con un sentido orgullo de sus vinos, terroir y varietales. Hacen unos vinos geniales, pero a mi Arraino me tiene el corazón robado. Seguimos en una graduación muy baja para ser un tinto (10,5%vol), pero este no está exento de una buena estructura. Dadle al Atlántico y que no sea solo en forma de pulpo, vieiras o blanquitos, sus tintos como este por ejemplo bien merecen nuestra atención. Precio: 13,90 euros aprox.
Tu t’es vu quand Geybu 2022 de La Combe aux Rèves

Si me dices gamay, lo dejo todo. Una cosa que está bien clara es que la gamay me chifla, si lo juntas a mi perdición por los espumosos y que encima es un rosado, con este vino francés se cumple mi perfecta trilogía. Para colmo está bien hecho, pero es que era imposible que no lo estuviera.
Jugamos con ventaja, Gregory Perron está en Bugey, zona Rhone-Alpes en el Macizo del Jura, pero que no pertenece a Jura. Aunque tiene todas sus variedades poulsard, savagnin, y alguna que otra muy interesante como la jacquere, tenemos el caldo de cultivo perfecto para hacer buenos vinos. TTVQ Geybu es pura felicidad en boca, es frutilla fresca, alegría y desinhibición, es lo que busco en un rosado espumoso de fresqueo y si, además, le añado sus 11%vol me lo tomo a litros. Precio: 24 euros aprox.
Magasé Ánfora 2023 de Magasé

Sé que os ponen los vinos de pasto y si fuera oportunista, os diría que estáis ante un vino de pasto. Lo es, sí, pero prefiero decir un vino tradicional de Huelva. Zalema powerisima como columna vertebral de la bodega, en inox, orange y este tradicional en tinajas. Se fermenta con piel dos días, se extraen las pieles y se acaba fermentación en las tinas. Seguido de una crianza en las mismas bajo velo de flor.
¡Oulalala! Que tenemos pasto, pero no hace falta deciros que para mí esto es lo tradicional de la zona. Amplitud, textura, buena fruta y acidez para un vino complejo, que solo está a 11%vol. Es que los vinos de baja graduación no son complejos (léase todo esto tan solo con la vocal i). ¡No! Eso es una auténtica cuñadada, existen mil formas de hacer vinos, vamos a empezar a callar bocas y hablar con conocimiento. Ánfora es un claro ejemplo de que no está reñida la madurez con complejidad. Ya tenéis vino para comer sin complejos y no acabar beodo. Precio: 14 euros aprox.