No hay nuevo tres estrellas, pero tampoco cae ninguno. Son dos de los posibles titulares de una gala Michelin en que solo algunos de los pronósticos se han cumplido. Porque, un año más, los rumores se quedaron en nada y la Guía Michelin 2026 consagra a todos los triestrellados del país. Pese a que en los últimos días se daba por hecho que un tres estrellas iba a caer siguiendo la política de limpieza que la guía roja ha aplicado en otros países, la amenaza —que en realidad Michelin nunca hace, sino que es más un tema de quinielas— no se ha cumplido y los 16 restaurantes de España que lucen la máxima distinción se quedan igual.
Pero ninguno de los que sonaban para la tercera estrella se van a casa con ella. Ni Deesa de Quique Dacosta en el Mandarin Oriental de Madrid, ni Skina en Marbella que este año volvía a sonar y con más fuerza que nunca, ni tampoco otros que aprecian en las quinielas, como Molino de Urdaniz o el mallorquín Voro. Cero nuevas tres estrellas, pero también cero perdidas. El vaso medio lleno o medio vacío, según como se quiera ver.
De hecho, cuando Jesús Vázquez, presentador de la gala, la ha dado por concluida, ha habido numerosas miradas de desconcierto en el auditorio e incluso había quienes pensaban que habría una última sorpresa. No ha sido así. Un final un tanto amargo para una ceremonia celebrada en el espacio Shorlin Andalucia de Antonio Banderas, que también ha subido al escenario. Una cita especial este año, puesto que la guía cumple 125 años y ha pasado de ser — destacaban sus responsables— una guía gratuita para automovilistas a una referencia gastronómica mundial.
El año de las dos estrellas para Barcelona
Pero, sin duda, el otro gran titular de la noche ha sido la esperadísima segunda estrella para Enigma de Albert Adrià. Sonaba ya desde hace años y el “no me esperaba” del chef, muchos los han interpretado en tono sarcástico. En cualquier caso, una de las mayores ovaciones de la noche, con parte del público de pie mientras Adrià subía al escenario.

Aparecía igualmente en los pronósticos Aleia, de Rafa de Bedoya y Paulo Airaudo en el hotel Casa Fuster. Pero la gran sorpresa ha sido Mont Bar, que consigue también la segunda estrella y convierte a Barcelona en una de las protagonistas de esta edición de la guía. También en Cataluña, La Boscana de Joel Castallé en Bellvís (Lleida) se ha sumado a esta lista de los biestrellados, que se completa con Ramón Freixa, que recupera este galardón con su renovado proyecto en Madrid.
25 nuevos restaurantes con una estrella
El reparto de los nuevos restaurantes con una estrella ha sido, como es habitual, uno de los más emotivos. En total 25 nuevas estrellas, repartidas por todo el país, aunque Andalucia (5) y el País Vasco (4) han sido las comunidades triunfadoras de la velada. Especialmente aplaudida ha sido la de Palodú (Málaga) que jugaba en casa, claro. De nuevo, Michelin ha dejado claro que el lugar elegido no marca su agenda y solo un restaurante de la provincia de Málaga suma una estrella.
Barcelona se ha conformado solo con dos nuevos estrellas, para Kamikaze —que figuraba en todas las quinielas— y Scapar, la barra japonesa de Koichi Kuwabara. No hay que olvidar que la ciudad condal ha perdido, por cierre, tres estrellas, las de Aürt, Teatro Kitchen Bar y Oria.
Además de las estrellas, Michelin también ha querido reconocer el trabajo, con el premio de Sala que ha sido para Abel Valverde del restaurante Desde 1911 (Madrid). El premio al mejor sumiller ha sido para Luis Baselga, de Smoked Room (Madrid), y el de joven chef ha sido para Juan Carlos García de Vandelvira, en Baeza. En esta lista también figura el premio Mentor Chef Award que ha recibido Quique Dacosta. Un premio que casi ha sonado a consuelo porque muchas quinielas daban por hecho que Deesa conseguiría esta noche su tercera estrella.
Tras el revuelo generado por la supuesta eliminación de las estrellas Verdes, finalmente estas distinciones sí han tenido cierta presencia en la guía, y cinco restaurantes —cuatro de ellos vascos— han subido al escenario, aunque no han recibido un galardón físico. En total, ya hay 59 restaurantes con estrella Verde, aunque Michelin ha insistido que no se trata de una certificación ni de un galardón equiparable a las estrellas rojas.
