¿Buscas opciones vegetales para Navidad y platos vegetarianos festivos? Es lógico porque las Navidades han de ser para todo el mundo y todas las opciones alimentarias han de ser contempladas. Cuando se han de sentar en la mesa más de una docena de personas y todas tienen sus gustos, preferencias y limitaciones de salud, nos echamos las manos a la cabeza. Suena a tremendo encaje de bolillo. Y lo es.
Por eso siempre he defendido que la preparación de las comidas navideñas debería ser una ocupación de toda la familia. Pensar, planificar, decidir, comprar y cocinar —y limpiar— son tareas que se pueden dividir entre los miembros del grupo de manera que cada quien aporte en la medida de sus conocimientos, tiempo real —sin excusas— y recursos, de modo que sea una experiencia placentera para todos y no una carga anual frustrante.
En el caso más que posible de que tengamos veganos o vegetarianos en nuestra mesa, ya sea razones éticas, de salud o de compromiso medioambiental, estos pueden enriquecer al resto con opciones que tal vez no hubiéramos contemplado en primera instancia como candidatos a nuestra mesa navideña, pero basta con probar algunas de las ideas que os hemos seleccionado para que cambie tu perspectiva sobre el mundo vegetal, especialmente en Navidad.
Ideas para aperitivos vegetarianos
¿Habéis probado la mezcla de queso crema e higos? Un bocadito delicioso, ideal para empezar, tan sencillo como rellenar unos pequeños vol au vents de hojaldre —los tienes en el súper ya hechos— con una base de queso crema y tomate seco —lo clásico es el jamón— y añadir un higo fresco encima.
Si os gusta el baba ganoush o paté de berenjenas —se prepara igual que el hummus, pero con la carne de las berenjenas asadas— añádelo a unas tartaletas y decora con granada y queso feta. Es una golosina. Si prefieres el pimiento, prueba a añadir a un hummus clásico un pimiento rojo asado y decóralo con aceitunas y verás que cambio de sabor más interesante, una mezcla perfecta entre el clásico puré de garbanzos y el muhammara o paté de pimientos con nueces típico del Medio Oriente que se remata con sirope de granadas.
El mundo de las setas es un gran abanico de sabores, pero si eres simplemente de champiñones, hazlos al ajillo o a la plancha, rellénalos de mucha cebolleta y ajos tiernos rehogados y dales un golpe de calor en el horno en el último minuto para fundir pequeñas rodajas de queso de cabra.
Entrantes 'veggies' para Navidad
Los primeros guisantes llegarán enseguida. Los muy gourmets/privilegiados ya los han probado. Para todos los demás están siempre los guisantes congelados que podemos hacer a la francesa quitándoles el jamón serrano, añadiendo mucha cebolleta rehogada, patatas parisinas salteadas en mantequilla —las tienes ya listas en tu supermercado— y un huevo mollet (5 minutos de cocción).
¿Qué comemos pasta abundante y no vamos a renunciar a ella en Navidad? Busca alguna forma un poco más interesante o poco común que de costumbre y prepárala con champiñones parisinos salteados en buen aceite de oliva virgen extra, salvia, tomate seco y abundante pecorino romano. El omnívoro que le añada unos trocitos de bacon ahumado a la salsa y listo.
Los estofados de níscalos son un plato popular en Soria, pero vosotros podéis hacerlo con lo que os apetezca: trompetas de la muerte, rebozuelos, angulas de monte o camagrocs, etc. De hecho, si buscáramos con atención entre las propuestas del recetario tradicional, veríamos ideas magníficas, cien por cien vegetales, como esta escudella fresca mallorquina que se hacía en las Islas en verano o en momentos en los que no se podía comer carne.
La mezcla de alubias —una legumbre contiene siempre una interesante cantidad de proteína vegetal— judías verdes, patatas y un buen sofrito donde no falte una cucharadita de pimentón es perfecta para los días en los que el frío arrecie. No olvidéis un poco de mejorana, una hierba de lo más tradicional en Baleares.
Los murcianos también tienen un recetario riquísimo, absolutamente vegetal. Para ellos una morcilla de verano no es un embutido, sino un plato frío de berenjena con cebolleta rehogada y piñones; y un zarangollo murciano es un revuelto de cebolleta y calabacín con una pizca de comino que nosotros acompañamos con estos crespillos al pimentón cartagineses.
La berenjena da muchísimo juego y gusta a casi todos, aunque no seamos vegetarianos cien por cien, por eso a este entrante nadie le hace ascos: una base de tomate frito casero que prepararás con antelación, bien concentrado y aromatizado con hierbabuena y unas láminas de berenjenas que rellenarás con una mezcla de queso cottage, unas gotas de limón y más hierbabuena picadita.
El principal: pastel de espárragos trigueros, avellanas y pesto rojo
Aquí nos podemos lucir. Porque no hay nada más rico que un pastel de pesto rojo, trigueros y avellanas. Te explicamos como hacerlo para que vayas probando otras opciones con el mismo procedimiento.
Ingredientes
- Un manojo de espárragos trigueros
- 100 g de avellanas tostadas
- Pesto rojo o siciliano (tomates secos, hojas de albahaca, queso parmesano, aceite de oliva virgen extra, piñones, un diente de ajo y unas hojas de albahaca)
- 4 huevos
- 200 ml de nata líquida
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación
- Prepara el pesto triturando todos los ingredientes y resérvalo.
- Saltea los trigueros limpios y cortados en trocitos regulares.
- Pela las avellanas y machácalas un poco en un mortero.
- Mezcla en un bol los cuatro huevos con la nata líquida y la pizca de sal.
- Añádele los espárragos, el pesto y las avellanas.
- Precalienta el horno.
- Pon en un molde de silicona el contenido del bol e introdúcelo en el horno tapado con papel de aluminio unos 45 minutos a 180ºC.
- Pasado ese tiempo, quita el papel y déjalo solo con el calor en la parte superior del horno unos 10 minutos o hasta que lo pinches y el palillo te salga limpio.
- Espera a que se enfríe y desmóldalo con cuidado. Sirve con algo de lechuga, escarola y hojas de albahaca.